Nuevas revelaciones revelarían –justamente– que el ataque a unos 70 bañistas, 7 de ellas menores, protagonizado ayer por un criminal cardúmen de peces en las aguas de la zona norte de la costa rosarina, no sería producto del calor –como si dijo– ni de la invasión de seres humanos al río Paraná –como puede suponerse– sino que tendría vinculación con el boom narco que vive Rosario. ¿Por qué? Porque, lejos de tratarse de furiosas palometas –una especie de la familia de los peces piraña– “se trató de mojarritas comunes y corrientes que simplemente estaban recontra-pasadas de merca”. Así lo aseguran los científicos que sometieron a los pecesitos a varias pruebas hasta encontrar que “estaban hasta el orto de cocaína, por eso mandibuleaban de lo lindo; son ‘narcopeces’”. Según pudieron precisar las autoridades, el consumo de la droga por parte de las pequeñas bestias dientudas se habría producido accidentalmente. “Se conoce que alguna de las miles de avionetas que circulan por Rosario llevando y trayendo merca tuvo que descartar, tiró las bolsas al río, los peces confundieron la merca con alimento balanceado y se pusieron como locos”. Por ello, recomiendan no beber agua del río Paraná o, si se lo hace, tomar luego un vaso de whisky para bajar. “Al menos por unos días”, aclaran.
