La inflación hace que un lugar decente sea un sueño imposible para gran parte de la población
Una mujer pasea un perro frente a un lujoso conjunto de casas en
Victoria Peak, el barrio más exclusivo de Hong Kong. El incremento de la
pobreza ha impulsado el surgimiento de viviendas inadecuadas en esa
ciudad, y el mismo gobierno reconoce que
vivir en jaulas, apartamentos cubiculares o subdivididos se ha convertido en lamentable opción para decenas de miles de residentesFoto Ap
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Periódico La Jornada
Martes 3 de diciembre de 2013, p. 30
Martes 3 de diciembre de 2013, p. 30
Hong Kong, 2 de diciembre.
Para los ricos de Hong Kong, ir a casa significa ir a una mansión con
vista a las montañas majestuosas. Para los pobres, ir a casa es meterse
en una jaula.Leung Cho-yin, de 67 años de edad, que trabajaba de carnicero, paga mil 300 dólares de Hong Kong (167 dólares estadunidenses) al mes para vivir en una de la docena de jaulas de alambre metidas en un departamento semidestruido, en una zona pobre del barrio de clase obrera de West Kowloon.
Las jaulas, apiñadas una encima de otra, miden apenas 1.5 metros cuadrados. A fin de protegerse de chinches, Leung y sus compañeros colocan colchas, sábanas o linóleo encima de las tablas de madera.
Unas 100 mil personas en esta antigua colonia británica viven en lo que se llama oficialmente
viviendas inadecuadas, según la Sociedad de Organización Comunitaria. Esa categoría incluye departamentos subdivididos en pequeños cubículos, o con compartimientos del tamaño de un ataúd, o casuchas construidas sobre tejados. Estas humildes construcciones presentan un agudo contraste con la prosperidad económica de esta ciudad china.
Parte del problema son los elevados precios de las viviendas, que está agravando la situación política para el gobernador de Hong Kong, Leung Chun-ying, designado por el gobierno central de Pekín, que cuenta con escaso apoyo público y ahora debe enfrentar protestas por la crisis habitacional. Al asumir la gobernación de Hong Kong en julio pasado, Leung prometió ofrecer más viviendas accesibles. Los precios aumentaron 23 por ciento en los primeros 10 meses de 2012 y se han duplicado desde que tocaron fondo en 2008, en medio de la crisis financiera mundial. Los precios de los alquileres han seguido una tendencia similar.
La inflación significa que la vivienda decente se ha vuelto un sueño imposible para gran parte de la población, y ha causado gran descontento contra el gobierno, que controla toda la propiedad de tierras junto con un pequeño grupo de terratenientes.
En su discurso de toma de posesión en enero, el gobernador de Hong Kong reconoció que la falta de acceso a la vivienda constituye una amenaza para la estabilidad social y prometió darle prioridad a reducir la escasez habitacional.
Muchas familias se ven obligadas a mudarse a apartamentos más pequeños o incluso a fábricas viejas, declaró.
Vivir en jaulas, apartamentos cubiculares o subdivididos se ha convertido en la lamentable opción para decenas de miles de residentes de Hong Kong, señaló. Leung reveló planes de aumentar la oferta de viviendas públicas a mediano plazo, más allá de las 15 mil de su nivel actual.