Si eres de los que lloraban por los caballos de los westerns, este artículo confirmará tus peores sospechas
"La toma fue realmente mal y se perdió tratando de
nadar a la orilla. No se ahogó de milagro –le escribió Gina Johnson a un
colega–. No hace falta que te diga que NO se lo cuentes a nadie, ¡mucho
menos en la oficina!".
El que por poco se ahoga era un tigre llamado Richard Parker, el coprotagonista no digital de La vida de Pi, y la oficina de Gina Johnson es la American Humane Asociation
(AHA), una organización no gubernamental cuyo trabajo es monitorizar el
trato que reciben los animales en las producciones cinematográficas y
otorgar (o denegar) la etiqueta "Ningún animal resultó herido en el
rodaje de esta película".
Según la investigación de The Hollywood Reporter,
Gina Johnson tenía al menos una razón para ocultar el "incidente": su
romance secreto con un productor ejecutivo de la película, que se estaba
rodando en Taiwán. Pero, aunque no fuera así, a Richar Parker le habría
dado lo mismo porque la AHA se enteró del extravío casi suicida del
tigre de verdad y la película recibió la etiqueta de igual modo.
Contra lo que se pueda pensar, esta no es la excepción: es la norma. Y
la increíble explicación de la AHA es que sólo cuentan los animales que
han sido heridos "intencionadamente" o mientras la cámara estaba
rodando. Los que mueren por negligencia, falta de cuidados o de medidas
protectoras no son responsabilidad de la productora ni de la asociación.
El 99,98% de las películas que se ruedan obtienen su sello de garantía.
Vida de perros en el cine
Al menos 27 animales murieron por deshidratación, agotamiento o ahogados durante un alto del rodaje de El Hobbit, la precuela de El Señor de los anillos
que Peter Jackson rodó el año pasado en Nueva Zelanda. Cuando su
entrenador, John Smythe, denunció la muerte de los animales, la
asociación le dijo que no valía la pena abrir una investigación por
falta de pruebas.
Cuando Smythe les aclaró que sabía
el lugar exacto donde estaban los animales porque los había enterrado él
mismo, la AHA alegó que el suceso había tenido lugar en un alto del
rodaje y que, por lo tanto, no podían intervenir. La conclusión de su
informe fue que, "habiendo monitorizado todos los eventos significativos
con relación a animales", consideraban que "ningún animal había sido
perjudicado durante la acción".
Cuatro caballos murieron durante el rodaje de la primera temporada de Luck, una serie de HBO sobre carreras de caballos con Dustin Hoffman como protagonista. El caballo principal, Real Awesome Jet, sufrió tantos golpes en la cabeza que fue necesario sacrificarlo. En Courage,
un caballo fue empalado por los hierros de un vagón fuera de control.
Un husky recibió puñetazos en el diafragma durante el rodaje de Bajo cero (Disney, 2006) y una ardilla murió aplastada en Novia por contrato, la comedia romántica protagonizada por Sarah Jessica Parker y Matthew McConaughey en 2006.
¿Más caídos por el cine y en roles de estrella, papeles mínimos o secundarios? La jirafa que murió en el rodaje de El guardián del zoológico o los varios perros que fallecieron durante la grabación de Marmaduke y Nuestro estúpido hermano. O el tiburón que murió asfixiado en una piscina hinchable durante el rodaje de un anuncio para Kmart. Lucky
fue cancelada cuando las fotos de los caballos fueron publicadas, pero
todas las demás películas recibieron su leyenda ("Ningún animal resultó
herido en el rodaje de esta película"), al igual que Piratas del Caribe, cuyos efectos especiales y explosiones costaron la vida de cientos de peces, pulpos y otros tipos de vida marina.
Si no lo entiendes, sigue la pista del dinero
La paradoja se despeja rápidamente mirando los números: la principal
fuente de ingresos de la AHA es la misma industria que pretende
monitorizar. La asociación vive gracias a los dos sindicatos de actores
recién fusionados, SAG-AFTRA y la Alianza de Productores de Cine y
Televisión. Por si fuera poco, su departamento de prensa suele
involucrar en sus campañas de recogida de fondos a las mismas
productoras a las que está monitorizando, durante el mismo rodaje. Fue
el caso de Caballo de batalla, una película de
Steven Spielberg, donde, según una antigua jefa de producción de la
casa, murió un caballo por negligencia y la AHA encubrió el hecho.
Según varias fuentes de la propia AHA, el problema viene siempre de
arriba y la regla no escrita es colaborar con la producción, no proteger
a los animales. "Los representantes que reciben quejas de los
entrenadores son apartados del rodaje –le explicaba un empleado a The
Hollywood Reporter–. Quienes defienden los intereses de los animales son
considerados problemáticos".
Barbara Casey, jefa de
producción de la Unidad de Cine y Televisión, puso una demanda por
despido improcedente contra AHA y HBO porque sus intentos de imponer
medidas de seguridad para proteger a los animales en el rodaje de Luck retrasaron
la grabación de la película. En su demanda consta que AHA ayudó a
ocultar la muerte de un caballo durante el rodaje de Caballo de batalla
para proteger la reputación de Steven Spielberg y otorgarle el sello de
rigor. Tanto AHA como HBO han rechazado las acusaciones.
La negra era dorada de Hollywood
La vida de los animales del cine ha mejorado desde la era dorada de Hollywood. En Ben-Hur murieron más de 100 caballos y mejor no recordar al pobre burro de Las Hurdes, tierra sin pan,
de Buñuel. La American Humane Association fue invitada a su primer
rodaje en 1939 por la Administración de Códigos de Producción (más
conocida como la Oficina Hays) después de que un caballo fuera empujado
sobre una plataforma inclinada y aceitada a propósito para que cayera
despeñado por un barranco durante el rodaje de Jesse James. Pero fue a partir del escándalo de La puerta del cielo (Michael Cimino, 1980), donde explotaron caballos, desangraron vacas y otras brutalidades absurdas,
cuando su presencia en plató se hizo obligatoria para todos los sets
donde hay animales; y su sello de aprobación, necesario para que una
película llegue al cine (esta regla no se aplica a la televisión).
Desde entonces, la conocida frase "Ningún animal resultó herido en el
rodaje de esta película" ha tranquilizado a espectadores y anunciantes,
pero sus métodos están tan cerrados como sus libros, ya que no se trata
de una oficina gubernamental. Además, su presencia ha cerrado las
puertas de Hollywood a otras asociaciones que también se preocupan por
el bienestar de los animales.
Cada vez que veamos la
leyenda "Ningún animal ha resultado herido durante el rodaje de esta
película", es bueno recordar las palabras del responsable del programa
que lo otorga, Kwane Stuart: "Nuestra prioridad es que los animales
estén bien, pero tenemos que entender que los directores también tienen
que conseguir su visión".