Por Pedro Grima
Hay que ver el esfuerzo que durante un siglo han hecho las clases dominantes para minimizar la Revolución Rusa de 1917. Ellos no reconocen, ni siquiera quieren oir hablar, que esta Revolución es la primera victoria de las clases desposeidas en la historia de la Humanidad. Tan importante fue, que hoy, cien años después, es referencia obligada para todos los revolucionarios del planeta. Tan importante fue, que China, con su Partido Comunista a la cabeza, será la primera potencia mundial a finales de este año 2014.
Los que hablan o escriben del fracaso del socialismo, poniendo por ejemplo las enormes dificultades de Cuba, un país que por su dignidad sufre bloqueo económico, guerra bacteriológica y climática, ha sufrido casi un centenar de atentados contra Fidel, terrorismo y cuanta maldad ha podido pasar por la mente de sus enemigos, solo repiten lo que las clases dominantes le dictan a través de los medios de comunicación. Muy, pero que muy pocos, saben lo que sucedió en realidad en ese octubre glorioso de 1917 y seguramente tampoco les interesa saberlo porque derrumbaría su manera de vivir. Los revolucionarios por el contrario debemos estudiar, conocer, analizar y comparar para destruir esa alucinación que es la versión jolivudiana de la historia.