“Él se vino a esta casa (en La Pastora, Caracas) porque era grande y
además aquí realizaba reuniones para discutir temas de su circuito.
María Herrera no era pareja de mi hijo”, dijo el progenitor.
Este miércoles, asesinaron al diputado
más joven de la historia venezolana, Robert Serra. Su padre, quien lleva
el mismo nombre, aseguró en entrevista con un medio local que “aún no
asimila la muerte de su hijo”. Al tiempo, aclaró que María Herrera,
quien también fue asesinada esa noche, no era pareja del joven; “era su
asistente”.
De igual forma, contó que se enteró de la terrible noticia varias horas después, por la llamada de un hermano. Como trabaja de supervisor de ventas, la noche del crimen el padre de Robert durmió en Charallave, porque realizaba unos recorridos por la zona. “A las 6:30 p.m. del miércoles le pasé un pin a Robert para informarle que no iba a dormir en la casa. Sé que leyó el mensaje, pero no me respondió”.
De igual forma, contó que se enteró de la terrible noticia varias horas después, por la llamada de un hermano. Como trabaja de supervisor de ventas, la noche del crimen el padre de Robert durmió en Charallave, porque realizaba unos recorridos por la zona. “A las 6:30 p.m. del miércoles le pasé un pin a Robert para informarle que no iba a dormir en la casa. Sé que leyó el mensaje, pero no me respondió”.
Sobre el diputado narró: “Era excelente hijo y persona. Él no tenía frenos en su trabajo y yo sabía que iba a seguir evolucionando. Desde pequeño Robert siempre decía que algún día iba a llegar a ser presidente. A él lo que más le indignaba era la pobreza, por eso era fanático de ayudar a los pobres. Cada Día del Niño preparaba una actividad para ellos y les regalaba juguetes”.
Serra recordó cómo su hijo siempre estuvo de lado de la justicia social y cómo tenía capacidades comunicativas sin precedentes: “Siempre me impresionó que él entraba a la parte más radical del 23 de Enero. Robert le llegaba a la gente facilito. En sus tiempos libres le gustaba leer. No había un libro que no haya tenido en sus manos. Entre sus lecturas favoritas, destacaban los libros socialistas. También le gustaba el béisbol y los Navegantes del Magallanes”.
¿Desde cuándo vivía Robert en La Pastora, Caracas? ¿Quién era María?
Según informó el progenitor, el diputado a la Asamblea Nacional vivió toda su vida con su abuela paterna en Catia. Este noviembre iba a cumplir dos años viviendo entre las esquinas de Nazareno a San Fernando de la parroquia La Pastora, en la vivienda número 120. Se mudó allí, con dos compañeras de trabajo, entre ellas, una joven que le llevaba la prensa y le ayudaba a organizar la logística de los eventos en los que trabajaba.
Este cambio de residencia se debió a que necesitaba un lugar con espacio suficiente para realizar encuentros políticos: “Él se vino a esta casa porque era más grande y además aquí realizaba reuniones para discutir temas de su circuito. María Herrera no era pareja de mi hijo. Ella era su asistente”, dijo.
El padre de Serra también aseguró que el diputado después que revisaba su agenda y veía que no tenía más trabajo despachaba a sus escoltas. Esto explica por qué el día de su muerte se encontraba sin custodia.
El diputado Serra era el mayor de 3 hermanos. Su hermana tiene 16 años de edad y su hermano 18.
¿Qué dicen los vecinos?
El joven revolucionario también se distinguió por ser un buen vecino. En la parroquia La Pastora también tratan de asimilar el crimen de un líder comunitario. El político realizaba jornadas de Mercal todos los meses y regalaba juguetes a los niños, contó la señora que vive en la casa contigua a la de Serra a un periódico local.
“La noche del miércoles nos acostamos temprano. A eso de las 9:00 p.m. oímos al perro de la casa del diputado ladrando como en la azotea y a las 9:30 p.m. escuchamos a una muchacha llorando en la puerta de la casa. Cuando salimos, la escuchamos diciendo que los habían matado. Después llegaron muchos funcionarios policiales”, agregó.
Algunos vecinos dijeron que vieron dos motos de alta cilindrada encendidas en las afueras de la casa del diputado. “Las puertas estaban abiertas, pero me quedé tranquila porque pensé que eran sus escoltas”, aseguró una vecina, para dejar claro que no terminan de creer que ocurrió el trágico hecho.
(LaIguana.TV)
