ANNCOL
/ 2014-12-02 / Es un gran pesar que “Chespirito” se haya ido para
siempre, porque de lo contrario hubiera hecho el mejor programa de humor
latinoamericano con el llamado “affaire Alzate”, y el “torcido” sartal
de mentiras, que no se las cree ni siquiera el mismo general colombiano
quien las contó.
ANNCOL
no está interesado en hacer chistes con el “perro verde que asusta niños
negros en un perdido caserío del Congo colombiano”, sino en hacer
análisis políticos. La Política con mayúscula es lo nuestro y eso
haremos:
1- Finalmente el cuento de la
guerra antiterrorista aterrizó en donde debía aterrizar: en la política,
pues las explicaciones de la captura del Titán Alzate, su buena
compañía y sus “carabinas”, su rápida liberación por parte de las Farc,
así como su renuncia solitaria a su altísima responsabilidad militar han
sido políticas. El general, en su “versión libre” ante la prensa, la
radio, la televisión y el cine, dijo entre otras cosas lo siguiente:
(……)”. El
pasado domingo 16 de noviembre y luego de una reunión operacional
llevada a cabo con el comandante departamental en las instalaciones de
la Policía Nacional, el comandante de la Brigada 15, y las secciones de
inteligencia de nuestras Fuerzas, me informé de la situación operacional
y de inteligencia del área y procedí a visitar el corregimiento de Las
Mercedes, adoptando unas medidas de seguridad que incluían:
desinformación de mi ruta y destino final, no acompañamiento de mi
anillo de seguridad y manejo del más bajo perfil, razón por la que iba
vestido de civil y sin armamento. Para mi es importante enfatizar que
adicional al bajo perfil, Para mi es importante enfatizar que adicional
al bajo perfil, usé vestido de civil para fortalecer la confianza con
una comunidad que merece toda nuestra atención, acercamiento y
compromiso”(…..)
De esta increíble disculpa, se deben resaltar dos cosas:
Primero,
que “la natural prevención y falta de confianza de algunas comunidades
de este departamento” (Sic!) hacia el ejército colombiano aducida por el
general, demuestra definitivamente lo que ANNCOL ha venido sosteniendo
desde hace más de una década; que el sobredimensionado ejército
colombiano opera como una fuerza de ocupación extranjera dentro de su
propio país.
Segundo, que las maniobras
de contra información, desinformación y demás astucias de Chapulín
Colorado implementadas por el general, fueron consultadas al comandante
de la policía del Chocó, el comandante de la Brigada 15 del ejército y
las secciones de inteligencia de “nuestras Fuerzas” (sic). De donde se
desprende la siguiente pregunta obvia:
¿Alguien
de esas Fuerzas que también tiene intereses en la módica suma de 200
mil millones de pesos de manejo reservado que valen esas turbinas en el
río Atrato (virtuales o inexistentes) para “darle electricidad a 230
comunidades chocoanas”, filtró la “movida cívico-militar” del Titán
colombiano a sus amigos, y a sus enemigos?
¿Eran
una simple acción cívico-militar de las tantas que diariamente realiza
la Fuerza Pública en la guerra contrainsurgente, el verdadero objetivo
del general, o hubo otra “causa” más íntima y humana que lo impulsó a
hacer ese extraño paseo una tarde de aburrimiento en tan dulce compañía,
y a esa “fe en la cusa” se refería el general al gimotear al final de
su renuncia pública?
Y tercero, al
observar la foto sonriente del general dándole voluntariamente su brazo
al comandante Pastor Alape, y que después de tomada fue calificada como
un “show mediático obligado” (¡Sic!) Fotos y videos de la escena al
momento de su liberación en donde en ningún momento se ve coacción o
presión o amenaza, lo menos que se puede pensar es que el general bien
se hubiera podido negar a dejarse fotografiar con su adversario si esa
no era su voluntad y no salir luego de que lo han vestido con una bonita
y cara camisa, cuidado, alimentado y entregado salvo y sano, con la
cobardía de que “me vi obligado”. ¡Tras de ladrón bufón!
2-
El capo Uribe Vélez y su combo, en una repugnante maniobra de
oportunismo político pretende culpar al presidente Santos como
responsable de la lujuria del general, sobre la cual el hombre de carne y
hueso no dijo nada y probablemente nada dirá por aquello del “honor
militar”, sobre la cual Santos, la verdad sea dicha, no tiene control.
Otra cosa diferente es que como curtido tahúr tramposo hubiera usado el
“affaire Alzate” para romper sus propias reglas de la mesa de la Habana y
poner en riesgo el proceso de paz de Colombia.
3-
Por Ultimo, si bien finalmente la política llegó a la guerra
contrainsurgente, y no al contrario como lo dice la “familia” uribista,
lo que se ve es que la tan invocada “desmoralización dentro de las
Fuerzas Públicas” finalmente ha llegado a la cúpula militar y el
generalato. Ya no son unos simples reclutas peleándose a muerte la
famosa “guaca” de dólares hallada en el Caguán en Mayo del 2003, sino
una disputa a mordisco limpio, como la de Uribe y Santos, por sacar al
adversario de la escena para quedarse solo y triunfante con la marrana
del inflado presupuesto militar oficial.
4-
Afortunadamentey ese es otro gran hallazgo político;la oligarquía
colombiana y sus sostenedores Yanquisya no puede hacer lo que se le
antoja bajo el pretexto de la guerra contra el narcoterrorismo: La
población colombianaha calado definitivamente y para siempre la calaña
de quienes dirigen y se lucran de esta guerra inútil y de la miseria del
conflicto social que subyace, como por ejemplo la miseria del Chocó
donde operó el Titán Alzate.
Pero además,
la Comunidad Internacional que ya tiene suficiente información sobre la
realidad colombiana,después de mucho esperarlo ha tomado cartas en el
asunto, presionado lo suficiente al presidente Santos para que continúe
con el proceso de paz de la Habana y entienda que continuar con otra
aventura guerrerista ya no es posibley sobre todo, ya no es rentable
para la economía global. Podremos decir con el general fe no en la causa
de la bragueta que a veces falla, sino en la de la Paz es segura y no
va a fallar.
Categoría: Editorial ANNCOL