En dieciséis años la Revolución Bolivariana NO HA PODIDO ORGANIZAR UN PLAN B y seguimos ENTRAMPADOS en el SISTEMA ELECTORAL BURGUÉS. Por el contrario, la OHPOSICIÓN lleva ensayado hasta el plan n+1 para SALTARSE su legalidad.
Por lo menos ingenuo es quien a estas alturas deldesarrollo de los medios de comunicación y la tecnología que trae emparejada, afirme que el sistema electoral burgués es la libre expresión de la voluntad de los individuos; que la selección entre candidatos se hace como expresión de la identificación de clase y de comunidad de intereses; que la cosmovisión y la doctrina privan cuando ejerzo mi “derecho” al voto… Yendo a las chiquiticas, nunca el “elector” se ha comportado de este modo, pero su conducta manipulada siempre fue justificada por la ideología de las clases dominantes, que tracalean el modo de exponer la teoría.
La situación política actual tiene un objetivo inmediato, el mismo expresado desde el 2002; se trata de crear las condiciones para retomar el gobierno en el término más inmediato posible, saltándose la legalidad establecida. Resistir a esa pretensión es relativamente posible, porque se puede aunar voluntades en torno a la defensa de la institucionalidad, y más, cuando el pueblo ha
Con la lógica de que si mi abuelita tuviese ruedas fuese bicicleta, podemos expresar que la situación no hubiese llegado a los extremos que vivimos de estar Chávez a la cabeza del gobierno; y es que Chávez era un gigante y, lamentablemente, nadie se aproxima a su estatura. Chávez logró gobernar con los revolucionarios, pero también incorporar a su proyecto a reformistas que tuvieron un comportamiento digno durante los gobiernos puntofijistas; a su alrededor se alineó la mejor gente del país, pero también oportunistas y traidores que han ido quedando en el camino, y pequeñoburgueses ideologizados, con gran influencia en la administración de su legado. Chávez logro que la conciencia y la organización del pueblo avanzara a grandes trancos y comenzase a ser resistente a dificultades y sacrificios, pero en una docena de años no se puede derrumbar las bases edificadas en dos siglos de engaño. Chávez fue capaz de enfrentar el más temible imperio de la historia de la humanidad, que se desquitó con su asesinato ante el desafío histórico que le planteara, por lo que el extraordinario líder no vivió lo suficiente para asentar el poder del pueblo y hacer la Revolución.
¿Qué hacer ante la maldición gitana de las elecciones burguesas, de las cuales una se dará este mismo año? ¡Ummm! Si la burguesía insiste en el golpe y avanza más, la Revolución estará obligada a desatar ese nudo gordiano y apoderarse de una vez para siempre de todo el poder. Si no, enfrentar las elecciones inteligentemente, y aquí si torció la puerca el rabo, porque en esta coyuntura no sirven los triunfos pírricos. De no lograrse cerca del porcentaje de diputados que actualmente se tiene, se puede caer en la ingobernabilidad, autopista para la pérdida del gobierno. Y las dificultades para obtener ese porcentaje, además del gran deterioro provocado por las penurias dejadas por la guerra económica, va a ser el comportamiento de ciertos “revolucionarios”. Volverán a las andadas divisiones presentes en el GPP y se hará evidente la falta de criterios políticos para manejar coyunturas… convencimiento que abordaré en un próximo trabajo.
Mientras tanto, es necesario convencernos de que la campaña comenzó y trabajar denodadamente desde ya, sin pararle a la inmovilidad de estructuras partidistas, que sólo actúan cuando se da la largada oficial y se inicia la bajada de directrices que no siempre coinciden con la realidad electoral del “interior” del país. En el caso merideño, una tarea inicial es el bombardeo permanente a la secretaría de Agitación, Comunicación y Propaganda del PSUV, para que abandone la crónica modorra y cumpla con lo que debe hacer, o deje el espacio a militantes capaces de hacerlo; y lo que “debe hacer” tiene que ser producto de discusiones en torno a la coyuntura, que produzcan acciones, consignas, políticas… Subsiguientemente, del entorno de los cargos de elección popular (gobernador y alcaldes, sobre todo) debe plantearse el ajuste inmediato de la acción de gobierno a la inminente situación electoral, convirtiendo en realidad la buena intención de empoderar al pueblo. Desde los organismos del poder popular, repasar las acciones de organización más eficaces que se hayan aplicado en diferentes momentos, y comenzar ya el trabajo, sin planillas planas, sin trampas, porque ganar estas elecciones es cuestión de vida o muerte.
Continuaré, mis amigos. Mientras tanto, pensaré en la construcción de una lista de distribución, cuentas en las redes sociales u otro mecanismo informático, para la máxima participación posible en la discusión en torno a la campaña electoral del 2015. ¡Alea jacta est!