Cuando pensábamos que los vestiditos de “La Gaviota” y su hija natural
de nombre “Sofía Castro”, serían lo más caro de las vacaciones que se
están tomando en el Reino Unido con cargo al bolsillo de todos los
mexicanos, resulta que en la comitiva de vividores del usurpador fueron
más de 200 personas, y por tanto el costo aumentó prácticamente ese
número de veces.
El diario Reforma reveló
el dato, señalando que entre los interesados en “conocer a la reina” y
pasearse en tierras británicas había “funcionarios”, “legisladores”,
empresarios, académicos, asesores y claro, los familiares de todos
ellos.
Peña llevó a su actual mujer junto a cinco de sus hijas e hijastras,
quienes convivieron con la Reina Isabel II y su hijo, el Príncipe Carlos
de Gales. Además acudieron a la cena de gala que se ofreció en el
Palacio de Buckingham y en el Guildhall, centro de música y arte
dramático.
Una de las imágenes que se difundió de la hija que Angélica Rivera tuvo
con otro sujeto (no Peña), Sofía Castro, mientras se paseaba en Londres,
la exhibe portando un vestido de la marca Dolce & Gabbana, valuado
en 7 mil 275 dólares, unos 114 MIL 945 PESOS al tipo de cambio actual
(15.80 por dólar).
En el avión TP01 se trasladaron también miembros del primer círculo de
Peña, como su secretario personal, Jorge Corona; el lavador de dinero
más peligroso de Mexico, Luis Videgaray Caso; el “Jefe de la Oficina de
la Presidencia”, Aurelio Nuño; el coordinador de Asesores, Francisco
Guzmán; el aún coordinador de Comunicación Social, David López, y el
Jefe del Estado Mayor Presidencial, Roberto Miranda.
En el colmo de la burla, al paseo se sumó el perredista de “Nueva Izquierda”, Miguel Ángel Barbosa, y su esposa Rosario Orozco.
Agréguense una decena de elementos de ayudantía y guardias
presidenciales; un doctor, y dos “asistentes” que ayudan a la mujer del
usurpador, Angélica Rivera alias “La Gaviota”, en su arreglo personal.
En Londres ya los esperaban Elisa Rivera, hermana de la Gaviota, y Ana
Cecilia Peña, hermana del asesino de Atenco, así como los “secretarios”
de Educación, Energía, Turismo, Relaciones Exteriores, Economía, Medio
Ambiente y de Conaculta. También se colgaron al viajecito los directivos
de Pemex, cuya presencia en Londres –por aquello de la entrega del
sector energético– tiene más sentido que la de otros “conspicuos”
personajes que nada tenían que hacer ahí, como el chucho Barbosa y su
mujer.
Por si fuera poco, la mayoría de los miembros del “gabinete” llevaron a
sus secretarios particulares, “asesores” y se dieron el lujo de acarrear
a otros “invitados”, al cabo que el pueblo paga generosamente y sin
quejarse.
Por ejemplo, el asesino intelectual de indígenas de Acteal en 1997 y
actual usurpador de la Secretaría de Educación Pública, Emilio
Chuayffet, invitó a una decena de rectores, entre ellos José Narro,
mientras que ProMéxico convocó a unos 50 empresarios, 35 de ellos del
sector energético.
Y claro, La Gaviota y su bola de hijas se fueron de shopping custodiadas
por un número no especificado de guardias que llevaron desde México
para “protegerlas”, así como un grupo de fotógrafos exclusivos para
captar sus instantáneas del viaje pagado por el pueblo hambreado.
En su última noche en Londres, las “hijas” mayores del matrimonio
arreglado por Televisa, Sofía y Paulina, asistieron al Guildhall, donde
fueron sentadas en mesas diferentes para que conversarán con miembros de
la comunidad empresarial.
A los acarreados a este “paseo” con cargo al erario, súmese “personal de
logística”, dos fotógrafos, un camarógrafo y representantes de 23
medios de comunicación.
No es la primera vez que el actual usurpador Peña Nieto aprovecha las
“giras oficiales” para orear a su numerosa familia. En 2013, por
ejemplo, se llevó al Vaticano a hermanos, primos y amigos a presenciar
la entronación del argentino Jorge Mario Bergoglio, cuando se convirtió
en el “Papa Francisco”.
Un año más tarde, la familia del usurpador seguida de toda esa bola de
vividores fueron recibidos en Madrid, España, por el todavía “Rey Juan
Carlos”.
¿Y el pueblo, que paga todo esto? Pues trabajando durísimo con salarios
de hambre y cada vez más empobrecido, para que la crema y nata
delincuencial de México pueda viajar al extranjero sin privaciones y a
todo lujo, mientras rematan el patrimonio nacional.
Con información de Reforma

