Por Cecilia Zamudio
La
situación política en América Latina se inscribe en una situación
mundial en la que se acelera la acumulación capitalista, mediante mayor
explotación laboral, mayor depredación ambiental y más guerras
imperialistas. Hay una profundización de la rapiña contra los pueblos de
América Latina, y una intensificación del Terrorismo de Estado que
garantiza la acumulación capitalista. Este accionar de muerte mediante
los ejércitos oficiales y sus respectivas herramientas paramilitares, se
ve tangiblemente en países como México, Colombia, Perú, Honduras,
Paraguay etc. Se profundiza la lucha de clases, con un intento de
exterminio de los luchadores sociales por parte de las distintas
oligarquías y del gran capital transnacional: poniendo en marcha
diversas estrategias de intervención y fortaleciendo estructuras del
narcotráfico para que éstas sirvan en la labor de terror.
Cuba
sigue siendo la excepción en este cuadro de saqueo, porque se logró
consolidar una revolución con un sistema socialista. Hay también varios
países cuyos gobiernos han intentado dar pasos hacia un cambio de
sistema: sin que por el momento se haya producido la socialización de
los medios de producción en todo un Estado. Venezuela ha despertado
grandes esperanzas, y el petróleo venezolano ha representado para Cuba
un balón de oxígeno, a la par que Cuba ha enviado a Venezuela a miles de
médicos para levantar centros de salud en barrios pauperizados y zonas
rurales. La ayuda cubana ha permitido dinamizar grandes Misiones
Sociales. Ha habido un avance en la toma de consciencia en Venezuela; y
hay sectores poblacionales que empezaron a concebir al socialismo como
algo positivo, incluso hay sectores de la población que pugnan por
realizar ese cambio de manera urgente, y lo dinamizan tomando fábricas y
tierras. Pero por otro lado, el Gran Capital venezolano y mundial,
intentan desestabilizar el proceso, a través del intervencionismo
estadounidense, de la activación del fascismo, del sabotaje económico y
la creación de escasez.
La
región Andino Amazónica es de gran importancia para el Gran Capital
transnacional. Colombia es un país codiciado por sus inmensos recursos
(mineros, hídricos, biodiversidad) y por su ubicación geoestratégica
(andino-amazónica, con acceso a dos océanos, con 5 países fronterizos).
Es además el tercer país más poblado del continente, tras Brasil y
México: Colombia es un asunto de gran importancia para el Capital
transnacional.
Hace
décadas que los aparatos militares del capitalismo mantienen una guerra
intensiva contra el pueblo colombiano, con una permanente intervención
estadounidense. El capitalismo ha utilizado el exterminio político como
manera de mantenerse, implementando los medios más crueles para sembrar
terror en una población que, sin embargo, sigue en pie de lucha por su
libertad y contra el saqueo transnacional.
· Directrices estadounidenses: Estrategia paramilitar al servicio del Gran Capital
Los militares colombianos reciben entrenamiento de parte de EEUU: integran la doctrina contrainsurgente y el concepto del “enemigo interno” que rigen el accionar del ejército colombiano. Son
instruidos en técnicas de desaparición forzada y desplazamiento masivo
de poblaciones. La misión estadounidense Yarbourough de 1962 preconizó
la organización de grupos paramilitares, promovidos por el Estado, cuyo
objetivo es asesinar a comunistas y a todos los que reivindiquen por
justicia social. Los manuales de la CIA, como el KUBARK, instruyen en
torturas físicas y sicológicas(1): la tortura es preconizada de forma
sistemática.
En
mayo 1964, bajo dirección estadounidense, el ejército desarrolla la
Operación Marquetalia: las comunidades campesinas comunistas del sur del
Tolima son bombardeadas de manera desproporcionada, y sitiadas.
Familias enteras mueren de hambre. Fue la mayor operación de
contrainsurgencia realizada hasta entonces en América Latina. Los
campesinos sobrevivientes lograron romper el cerco militar y se
refugiaron en Riochiquito, donde conformaron el Bloque Sur, que años más
tarde daría nacimiento a las FARC. El crecimiento de la guerrilla se
explica por la necesidad de la población de confrontar un modelo
económico que saquea el país y empobrece a la población; y por el hecho
de que toda reivindicación política sufre el Terror Estatal.
Colombia
es el 3er país más desigual del mundo: hay 20 millones de pobres y 8
millones de indigentes, más de la mitad de la población está apenas
sobreviviendo. Miles de niños mueren anualmente de hambre, pese a las
inmensas riquezas del país. Para dar un ejemplo concreto: en estos
momentos, la comunidad indígena más grande de Colombia, los Wayúu, está
sufriendo exterminio, muriendo de física hambre y de enfermedades
asociadas con la escasez de agua, porque las multinacionales que
explotan el carbón en el Cerrejón, desviaron todo un río para usar su
agua. Armando Valbuena, de la
comunidad Wayúu, denunció que más de 14 mil niños ya han fallecido a
causa de la privatización del río Ranchería (2). Son multinacionales como BHP Billiton, Glencore Xstrata, AngloGold, Drummond, Gold
Fields, OXY, BP, Repsol y demás, que en Colombia desvían ríos,
envenenan las aguas, bombardean montañas, desplazan comunidades enteras,
financian paramilitares para el exterminio sindical, se benefician de
batallones del ejército para imponer sus instalaciones (ejemplo el
Batallón 18 sirviendo a la OXY): cometen genocidio y ecocidio. Esta
situación de empobrecimiento de las mayorías para beneficio de un
puñado, doblada del sistemático Terrorismo de Estado contra los que
reivindican, es la que está en el origen del conflicto social y armado.
El
Terror de Estado en Colombia ha causado: más de 9.500 presos políticos,
decenas de miles de desapariciones forzadas (3). Más de 4000 fosas
comunes han sido halladas en los últimos 8 años, con 5.638 cuerpos de
desaparecidos: es el resultado del instrumento paramilitar (4). Este año
2015 salen en libertad varios jefes paramilitares en virtud de la ley
de impunidad que el Estado colombiano le ha confeccionado a sus
paramilitares: entre 5 y 8 años de pena si estos dan algunas coordenadas
de sus crímenes. Es en virtud de esta ley, mal llamada “Ley de Justicia y Paz”, que el 22 de mayo salió libre alias “Julián Bolívar”, un
servidor del Gran Capital: este paramilitar fundó una Escuela de
Tortura en los Llanos, es responsable de asesinatos, masacres,
violaciones, desapariciones forzadas, etc.(5) El instrumento paramilitar nunca ha cesado su actividad.
El
Terrorismo de Estado ha causado que el 60% de los sindicalistas
asesinados en el mundo son asesinados en Colombia por agentes estatales o
la herramienta paramilitar. La mayor fosa común de Latinoamérica, fue
hallada detrás del Batallón Militar de la Fuerza Omega, con 2000 cadáveres de desaparecidos por ese Batallón del Plan Colombia, que tiene asesoría estadounidense (6). El
Estado colombiano ha eliminado físicamente un partido político: La
Unión Patriótica, con más de 5.000 militantes asesinados (7).
· Desplazamiento poblacional para beneficio de la acumulación capitalista
Colombia
es el segundo país del mundo en materia de asesinatos a ecologistas,
con 25 víctimas en 2014 (8). 80% de las violaciones a los derechos
humanos y el 87% de los desplazamientos forzados de poblaciones se
produjeron en las regiones en las que las multinacionales perpetran la
extracción minera. 78% de los atentados contra sindicalistas se
produjeron en el sector minero (9).
El
Terrorismo de Estado es empleado para producir parálisis de las
reivindicaciones sociales y para producir masivos desplazamientos
poblacionales favorables al gran capital; la mitad del territorio
colombiano está tramitado en concesión por multinacionales mineras. La
estrategia de desplazamiento poblacional también es utilizada para
despoblar el campo de la base social de la insurgencia.
Más de 6,3 millones (10) de personas tuvieron que abandonar sus tierras tras haber sobrevivido a masacres dirigidas intencionalmente contra la población, ejecutadas por el ejército y la herramienta paramilitar: han sido desplazadas por una planificación del terror al servicio de la acumulación capitalista. Los
bombardeos del ejército sobre las comunidades campesinas, y las
fumigaciones con productos cancerígenos son también instrumentos para el
desplazamiento poblacional (11).
· La motosierra y la diplomacia
Cuando
hablamos de Terror de Estado en Colombia, hablamos de que la
herramienta de guerra sucia comete las masacres descuartizando con
motosierra: varios paramilitares han confesado hornos crematorios dónde
metían a sus víctimas vivas, criaderos de caimanes con los cuerpos de
los desaparecidos, empalamientos, violaciones colectivas y otras
aberraciones. Las víctimas sobrevivientes narran las torturas más
atroces. El ejército no se queda atrás en la barbarie; las masacres son
cometidas con su total colaboración. Hay casos tan evidentes como la
masacre de Mapiripán en la que los paramilitares fueron llevados en
aviones de la fuerza aérea del norte al sur de Colombia, para que
estuvieran 10 días violando y descuartizando a la comunidad; mientras
tanto el ejército impedía que las víctimas salieran, e hizo un cerco
para impedir que alguien les diera auxilio: 60 campesinos fueron
descuartizados. El general Uscátegui confesó que su labor era garantizar
la masacre, y para ello combatir a la insurgencia de las FARC que
intentó romper el cerco militar para auxiliar a la población (12).
Hay
miles de casos que atestiguan del paramilitarismo como política de
Estado, y del accionar conjunto de la fuerza militar y paramilitar: como
la masacre de Cacarica, cuando entre otras atrocidades, los militares y
los paramilitares jugaron fútbol con la cabeza del líder comunitario
Marino López, obligando a la población a asistir al horror (13).
La masacre del Salado es otro ejemplo: los paramilitares torturaron y
asesinaron 80 personas mientras un helicóptero del ejército sobrevolaba
el pueblo disparando sobre los campesinos; los asesinos hicieron tocar
música durante las torturas. Las mujeres fueron violadas y
descuartizadas de manera a dejar una huella de miedo imperecedera en la
memoria colectiva (14). La masacre Awa en Tumaco es otro ejemplo del
Terrorismo de Estado : de las 12 víctimas cinco eran niños, entre ellos
un bebé de 8 meses. La madre de familia se había atrevido a denunciar al
ejército (15). La masacre de Mulatos en San José de Apartadó fue otra
masacre perpetrada por ejército y los paramilitares: 8 personas fueron
asesinadas con machetes, entre ellas niños de 2, 5 y 11 años. Los
asesinos declararon que “esos niños se hubieran convertido en guerrilleros si los hubieran dejado en vida” (16). El Terrorismo de Estado tiene la finalidad de desplazar poblaciones y someterlas.
Las
estrategias empleadas contra el pueblo colombiano, afiladas por
“formadores” estadounidenses e israelíes, son también empleadas en otros
países como método de control social, contra insurrección o sabotaje:
lo vemos en México, Honduras, Perú, Paraguay, y hasta en Venezuela donde
la oligarquía recurre de manera creciente al paramilitarismo.
Otro
ejemplo de cómo el Estado en Colombia está dispuesto a todo para servir
al Gran Capital, son los “falsos positivos”: son asesinatos de civiles
perpetrados por el ejército, que luego presenta sus cadáveres como “guerrilleros abatidos en combate”. Estos
cadáveres son utilizados en la guerra sicológica: los medios los
exhiben permanentemente, como “disuasión por el terror”. Se han
documentado al menos 5.700 de estos asesinatos (entre las víctimas hay
varios niños): es una práctica común del ejército colombiano, que
continúa en 2015, como lo denuncia el CINEP (17). Pese
a las atrocidades perpetradas por el ejército colombiano contra el
pueblo colombiano, los diplomáticos continúan sonrientes, mientras su
gobierno ofrece el país a las multinacionales: todo está en óptimas
condiciones para las grandes fortunas, esos padrinos del mundo
capitalista.
· La verdadera Paz no puede pasar sino por la Justicia Social: hay contradicciones de clase fundamentales
Para
conseguir la paz en Colombia haría falta el desmonte de la estrategia
de guerra sucia implementada desde el Estado, y cambios estructurales en
el modelo económico que garanticen a todos una vida digna. Estos
cambios imprescindibles han sido reclamados en las Conversaciones de
Paz entre la guerrilla y el gobierno; tanto por la insurgencia de las
FARC, como por las reivindicaciones que el pueblo colombiano a enviado a
La Habana. Pero el tema de “La Paz” ha sido mil veces manipulado
por la oligarquía, que es la que le hace la guerra al pueblo desde hace
siglos: las distintas conversaciones entre la guerrilla y el Estado
siempre se han truncado cuando le correspondía al gobierno concretar
cambios estructurales. La oligarquía no está dispuesta a un cambio de
modelo de desarrollo, ni a una reforma agraria, ni a respetar la
soberanía alimentaria; porque es en el actual modelo que se enriquece, a
costillas del pueblo. Tampoco el capitalismo transnacional aceptará que
se cambie el modelo extractivista de la mega-minería y del
agro-industrial que garantiza a los capitalistas un enriquecimiento
vertiginoso; y son temas indispensables para el pueblo: hay contradicciones de clase fundamentales.
En
los diálogos de la Habana se han podido conocer las propuestas
políticas de la insurgencia sobre infinidad de temas; una documentación
muy interesante que lamentablemente ha sido obviada en los grandes
medios. Y también hay que señalarlo, ha sido poco difundida por los
medios alternativos internacionales. Esto tal vez se deba a
que la desinformación impuesta por los medios del capital ha dejado su
rastro de prejuicios y confusiones. Los diálogos han sido cubiertos por
los medios de países no-alineados con publicaciones someras que
no profundizan en el contenido de las proposiciones políticas. Estos
medios son sin embargo los que podrían aportar un balón de oxígeno
informativo a un pueblo sometido al terror de Estado.
Numerosos
pensadores críticos han sido asesinados por el Estado colombiano, como
los profesores Correa de Andreis y Freytter Romero, el abogado de presos
políticos Carlos Salvador Bernal, el periodista Clodomiro Castilla,
etc. Frente a la magnitud de la persecución política, varios pensadores
críticos eligen el camino de la clandestinidad e integran la
insurgencia.
La estafa del « todos son iguales »
Pese
a la evidencia de una estrategia estatal de eliminación del pensamiento
crítico y la lucha social, desde la USAID es financiada la estafa del « todos son iguales ». Esta estafa incluye el concepto difuso de los “actores armados”,
que pretende equiparar: por un lado el Terrorismo de Estado planificado
para garantizar el saqueo capitalista y desarrollado bajo la doctrina
del “enemigo interno”, que incluye la estrategia paramilitar y todo el
apoyo estadounidense; y por otro lado los movimientos populares
constituidos en guerrillas que tienen claras reivindicaciones políticas
contra el saqueo capitalista.
La
USAID pretende imponer esta estafa mediante su privilegio en los
medios, mediante el financiamiento de ONG´s, y mediante el exterminio
del pensamiento crítico.
Miles
de pensadores críticos han sido víctimas de desaparición forzada; otros
han sido encarcelados como la socióloga Liliany Obando, el periodista
Freddy Muñoz (de Telesur), el profesor Miguel Ángel Beltrán, acusado de
ser un “ideólogo de las FARC”, simplemente porque su
investigación académica era sobre la insurgencia. Otros pensadores
críticos han debido exiliarse. La oligarquía criminaliza el estudio de
lo que es parte fundamental de la historia de un pueblo.
Durante
el actual Diálogo de Paz, las FARC han producido hechos concretos como
una tregua unilateral que duró cinco meses, mientras que el Estado
prosiguió la guerra. Incluso las comunidades campesinas denunciaron que
militares y paramilitares aprovecharon la tregua de la insurgencia para
agredir al campesinado en zonas en las que no se atrevían a ir antes de
la tregua (18). La
tregua Unilateral de la insurgencia finalizó en mayo 2015 tras una
masacre de 27 guerrilleros perpetrada por el Estado colombiano, que
bombardeó un campamento insurgente, y luego asesinó a los heridos a
quemarropa mientras estos pedían auxilio(19). Dos Delegados de Paz de la guerrilla han sido ya asesinados por el Estado colombiano.
El
Terrorismo de Estado continúa en escalada bajo los auspicios del
padrino estadounidense. Varios participantes a los foros temáticos
desarrollados en Colombia, ya han sido asesinados o desaparecidos por el
binomio militar-paramilitar, otros han sido encarcelados.
La guerra económica es el primer verdugo del pueblo colombiano
Los
colombianos deseamos una paz con justicia social, porque de seguir la
situación de expolio y explotación actual, no existe verdadera paz para
el pueblo, dado que seguirá siendo víctima de miseria, exclusión,
muertes por enfermedades curables, muertes de hambre, y represión
sistemática por parte de los explotadores. La
guerra económica es el primer verdugo contra el pueblo colombiano; la
segunda causa de víctimas es la Guerra Sucia adelantada desde el mismo
Estado y sus aparatos represivos oficiales y paramilitares; estas son
realidades documentadas, sobre las que sin embargo callan los medios de
alienación masiva. Porque para los propietarios de los medios, la muerte
del pueblo no constituye una guerra, solamente conciben que hay guerra
desde el momento en que sus intereses son tocados; es solamente a partir
del momento en que hay insurgencias contra el modelo de saqueo, que los
capitalistas definen que hay guerra. Por eso el tema de la paz con
justicia social es clave para el pueblo colombiano, porque no queremos
una “paz de los cementerios” en la que los explotadores puedan seguir capitalizando sobre la muerte de montañas, ríos y niños.
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Cecilia Zamudio, junio 2015
Referencias:
(1)Injerencia de los EEUU, contrainsurgencia y terrorismo de estado, Renán Vega Cantor, 2015. http://www. corteidh.or.cr/tablas/r33458. pdf
(2) El río que se robaron, privatización provoca 14 mil muertes : https://www.youtube. com/watch?v=V0lSITRieDw
(3) 2011
El representante de la ONU para los Derechos Humanos, Christian
Salazar, informó que la ONU estima que más de 57.200 personas han sido
víctimas de desaparición forzada en Colombia http://www. argenpress.info/2011/05/ escalofriante-cifra-de- desaparecidos-en.html
(7) 5.000 militantes asesinados. Plan « Baile Rojo » http://www.youtube.com/ watch?v=QVL54FcZq5E&feature=gv
(8) Deadly Environment, Global Witness
(9) Boletín Informativo No.18 de PBI Colombia, Noviembre de 2011
(10) Colombia desplazamiento forzado: http://www.codhes. org/~codhes/images/Revista/ Boletin16_ProcesoPaz_CEspitia. pdf
6,8 millones de victimas: http://www. telesurtv.net/news/El- conflicto-armado-en-Colombia- suma-68-millones-de-victimas- 20141229-0002.html
(11)Glifosato : http://www. legrandsoir.info/colombie- capitalisme-deplacement-de- populations-et-malformations- congenitales.html
(12) Masacre de Mapiripán: http://vimeo.com/ 5114407
(13) Operación militar ‘Génesis’: http://www.ddhh- colombia.org/html/noticias% 20ddhh/a% F1osimpunidad31082011.pdf
CIDH, Operación Génesis http://www.rebelion. org/noticia.php?id=133265
Declaraciones del paramilitar Freddy Rendón: http://www.derechos. org/nizkor/colombia/doc/paz/ alejo1.html
(14) “En
su declaración, Juan Vicente Gamboa “Pantera” señaló a los militares
como los autores intelectuales de la masacre. (…) se reunieron en el
Batallón de Infantería de Marina con él y planearon la ejecución de la
masacre de El Salado, ocurrida entre el 16 y 19 de febrero de 2000, y
aseguró que los oficiales le entregaron una lista con varios nombres y
que ofrecieron poner a su disposición un grupo de 25 infantes de marina.
Fueron asesinadas 100 personas(…). Se ensañaron con las mujeres,
violándolas y torturadoras, a una de las habitantes le introdujeron
alambres por la vagina. Mientras les gritaban que eso era porque eran
amantes de los guerrilleros” http:// sinolvido. justiciaypazcolombia.com/2015/ 02/la-danza-de-la-muerte- paramilitar-en-el.html
(15) Masacre de familia Awa en Tumaco, Nariño, 2009: http:// justiciaypazcolombia.com/La- Masacre-Awa-reflejo-de-la
“(…)
Una de las víctimas había denunciado ante la Fiscalía al Ejército
Nacional como culpable del homicidio de su esposo, ella era testigo y
había recibido amenazas”.
(16) Masacre de 2005 de San José de Apartadó: http://sinolvido. justiciaypazcolombia.com/2014/ 02/masacre-san-jose-de- apartado.html
(17) 5700 "falsos positivos" documentados, 4200 militares et 22 generales bajo investigación. CINEP denuncia continuidad de esta política de Estado http://ojosparalapaz- colombia.blogspot.com.es/2015/ 05/persiste-la-politica-de- estado-de-los.html
CINEP documentos, Telesur : https:// www.youtube.com/watch?v=m7An_ VcmQZg
CINEP documentos, Telesur : https://
Coordinación Colombia-Europa-EEUU, 5.700 casos: http://www.telesurtv. net/news/Colombia-22- generales-son-investigados- por-falsos-positivos-20150412- 0030.html
Documento « Una herida que sigue abierta » http://www. verdadabierta.com/especiales- v/2015/falsos-positivos/
(18) http://ojosparalapaz- colombia.blogspot.com.es/2015/ 03/la-estrategia-paramilitar- aprovecha-la.html
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