Gustavo Novoa | RC | Eran aproximadamente las 15.50 de este viernes 17 de julio del 2015, exactamente cuando el sol iniciaba su diaria rutina de perderse y manchar de rojo crepuscular el horizonte de la isla de Margarita.
Una tarde tranquila, fresca y sin mucho tráfico que invitaba a pasear, hablar de la vida, de los hijos, de sus proyectos de vida, de sus libros,- especialmente el que está próximo a publicarse, que al igual que la “Carta que cambiara la Historia”, que según Jorge generará la mayor polémica que se haya generado en estos años de revolución-, y de esa forma olvidarse del stress, de una Venezuela convulsa y violenta, a la que planteaba que la única salida honorable para el Presidente Maduro, y evitar ser pisoteado por la historia, es solicitar una nueva Constituyente.
Jorge era genial, polémico, convincente, vehemente, no daba tregua, investigador pertinaz, lo que lo llevó a estudiar las raíces de su familia, en Colombia, era uno de los descendientes de Joaquín Mier, un pariente que hospedó a Simón Bolívar en sus propiedades en Santa Marta, y esa cercanía con el Libertador generó una documentación que nunca se dio a conocer porque se quedó en un baúl abandonado que el destino lo llevó a revisar y lo condujo a plantear que el Libertador no murió de tuberculosis sino que fue envenenado, base para que se realizará una autopsia a los restos del Héroe Liberador ordenada por el fallecido presidente Chávez.
Jorge nunca se planteó hacer enemigos, sino puntos de vista diferentes en busca de la Verdad Histórica. Entonces, qué tanto sabía Jorge para que se contratara su desaparición física. Porque de acuerdo a las primeras investigaciones no fue un asalto normal para robarle el vehículo con el que se desplazaba con su familia y mucho menos el reloj que nunca utilizó porque él era parte del tiempo, de todos los tiempos como si los hubiera vivido.
El sicario, según informaciones extraoficiales, tenía tiempo siguiéndole sus pasos. Ya conocía sus rutinas, sus pasos. Lo siguió en el Centro Comercial buscando un momento propicio. Jorge se dirigió al estacionamiento, busco su carro. Los sicarios se apresuraron en ir por su moto, para darle alcance en el semáforo de la avenida La Ahuyama. Se pararon de frente y descargaron sus pistolas de alta potencia contra la humanidad de Jorge. La trayectoria de los disparos están dirigidos solamente hacia el conductor. Ya herido mortalmente Jorge, en un acto heroico para proteger a su familia, acelera el vehículo y arrolla a los sicarios. Testigos del hecho auxilian a Jorge, lo sacan herido de la camioneta y lo trasladan a la clínica La Fe, mientras que otro toma su vehículo y lleva a su esposa y a su nieta que también resultó herida a la clínica. Jorge no logro resistir el ataque infame y falleció en el quirófano, su nieta fue trasladada posteriormente a la Clínica El Valle donde fue operada de emergencia para extraerle el proyectil que se alojó en su pierna y le provocó una fuerte hemorragia.
Jorge decía que este libro, que se encuentra en proceso de edición, se develarían una serie de informaciones que comprometían a una serie de personalidades y de intereses que causarían un fuerte impacto en la vida política del país y estaba preocupado porque algo le pudiera suceder, dejando instrucciones precisas para ello.
Jorge no descansaremos hasta que se haga justicia!