El Cuerpo de Investigaciones
Científicas Penales y Criminalísticas concluyó que el asesinato del
historiador Jorge Enrique Mier Hoffman, de 64 años, ocurrido el pasado
17 de julio en la ciudad de Margarita, se trató de un sicariato y no de un intento de robo de vehículo, como se pensó inicialmente.
De manera extraoficial se supo que por
este caso están solicitados el empresario Marcelo Prado del Carpio, de
38 años, y su esposa Ingrid Cecilia Ball Goubat, de 35 años, quienes
supuestamente fueron los encargados de contratar a los dos sicarios que ejecutaron la acción,
cuando la víctima iba en su vehículo Nissan Sentra negro, placas
016-816, por la avenida La Auyama del sector Margarita Golf, en el
municipio Maneiro de Nueva Esparta, a las 3:30 de la tarde,
aproximadamente.
De acuerdo con las investigaciones, el día de los hechos Mier fue
citado por Marcelo Prado en el Centro Sambil de esa ciudad, con la
intención de que la víctima le entregara unos documentos, relacionados con la compra de tres viviendas construidas por la compañía Movilla Group, de quién Prado es director.Según los reportes de la policía científica, la constructora se negaba a entregar las viviendas a la víctima, por lo que había emprendido un litigio para reclamarlas. Asimismo, se supo que Prado le había solicitado que le entregara las facturas de pagos de los inmuebles.
Los investigadores determinaron que, posterior a ese encuentro, Prado se comunicó con su esposa y que esta después conversó por teléfono con Luis Guillermo Portillo Fermín, quien fue detenido por las autoridades momentos después que dispararan contra el vehículo de la víctima.
Luis Portillo, de 33 años, fue quien condujo la moto Empire desde la cual disparó Elionell Mujica, de 22 años, contra el carro en el que iban la víctima, su esposa que resultó herida y su nieta.
Aún después que el historiador Jorge Mier resultó herido, logró maniobrar el vehículo y arrolló a los sicarios, quienes fueron sorprendidos por funcionarios de la policía del municipio Maneiro, lo que ocasionó un intercambio de disparos, en el que fue ultimado Mujica.
Cuando Luis Portillo fue detenido por la policía científica declaró que su intención era tratar de robar el vehículo de la víctima, pero que el historiador se resistió y por eso le dispararon.
Sin embargo, las evidencias analizadas por los investigadores determinaron que había relación entre ambos sicarios y los empresarios a quienes el historiador les reclamaba la entrega de las tres casas que había comprado.
El mismo día de los hechos, los funcionarios policiales recuperaron la motocicleta donde iban los sicarios y el revólver calibre 38 que utilizaron para disparar contra el historiador venezolano.
DesdeLaPlaza.com/NCH