Salón-comedor y cocina serán las estancias autorizadas a los agentes
El ministro de Industria, José
Manuel Soria, llegó ayer a un acuerdo con el ministro del Interior para
utilizar a la Policía Nacional y la Guardia Civil en la lucha contra los
hogares con consumos eléctricos demasiado timoratos o cuyos miembros
posean la habilidad de leer y desenvolverse con naturalidad en la
semipenumbra. “La costumbre de apagar la luz cuando no se la necesita
está haciendo más daño que el provocado al oso polar por el deshielo de
los glaciares”, ha asegurado Soria.
La Policía Interruptora recibirá
información en tiempo real de los nuevos contadores inteligentes de la
luz, y dispondrá de un protocolo especial de conmutación eléctrica que
le permitirá entrar sin orden judicial en un domicilio y actuar sobre
determinados interruptores. “Entraremos siempre por las ventanas”, ha
informado el ministro del Interior, “porque la espectacularidad es
fundamental en este tipo de operaciones”. Los psicólogos creen que
después de que media docena de policías enmascarados irrumpan en un
salón-comedor atravesando las ventanas para encender la luz se reduce en
casi un 68 % el afán ahorrador del inquilino.
En un principio los agentes solo estarán
autorizados para trabajar en la pieza principal de la casa y en la
cocina, pero se pretende que antes de diciembre puedan también
intervenir en el resto de las dependencias, e incluso poner lavadoras,
cocinar grandes pavos al horno o aumentar la luminosidad en las
pantallas de los móviles.
Los mismos agentes de la Policía
Interruptora podrán ayudar también a los inquilinos a interpretar el
recibo de la luz, pues muchos de ellos saben klingon, tanto hablado como
escrito.