STELLA CALLONI / La Jornada – En su primera
conferencia de prensa después de su reñido triunfo por sólo 2.8 por
ciento de los votos, el presidente electo de Argentina, el derechista
Mauricio Macri, evitó este lunes dar precisiones sobre su programa
económico, aunque ratificó medidas que tomará en su primer día de
gobierno, el próximo 10 de diciembre, como la eliminación del impuesto a
la ganancia, y reiteró que impondrá un
Anunció una tipo de cambio único.
emergencia de seguridad, y anticipó que no habrá un ministro de Economía, sino
un gabinete económicode seis integrantes, al solicitar
pacienciaante las consultas sobre el valor del dólar, el cepo (tope) cambiario o la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
No respondió cómo enfocará el embate de los fondos buitres contra Argentina, a los que en otro momento dijo que
había que pagarles, a pesar de que éstos se negaron a la restructuración de la deuda que aceptaron 93 por ciento de los acreedores.
Impactó su decisión de
avanzar en los acuerdos con la Unión Europea y converger hacia la Alianza del Pacíficoimpulsada por Estados Unidos. En el contexto de la integración latinoamericana, se analiza la Alianza del Pacífico como el intento de Washington para afectar la unidad lograda en la región.
Macri informó sobre diálogos mantenidos con los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Chile, Michelle Bachelet, y dijo que deseaba realizar su primera visita oficial al que considera el
mayor socio: Brasil. Horas más tarde se conoció la invitación de Dilma Rousseff.
Por otra parte, Macri sostuvo que derogará el memorando de entendimiento con Irán en el tema del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), y ratificó que solicitará que se imponga la cláusula democrática a Venezuela
por la persecución de opositores y la libertad de expresión, en la primera reunión del Mercado Común del Sur (Mercosur) a la que asista como mandatario, en diciembre próximo.
Consideró que las denuncias sobre esa situación son
claras y contundentes, especialmente por haber escuchado a Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, el líder opositor condenado a 16 años de prisión por los sucesos golpistas que encabezó en 2014 y que dejaron 43 muertos y 800 heridos.
Hubo reacciones por el tema de Venezuela, tanto de rechazo desde ese país como del canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, quien consideró que no existía una razón válida para aplicar la cláusula democrática. Venezuela
está lejos de sufrir una alteración en el orden democrático, explicó Nin Novoa, al instar a
ver cómo se resuelven las elecciones del próximo 6 de diciembre.
La cláusula democrática se puede imponer a uno de los estados miembros cuando ocurre una alteración del orden democrático, como un golpe de Estado, aplicando una suspensión, como sucedió en Paraguay en junio de 2012, cuando fue derrocado el entonces presidente Fernando Lugo en un golpe
institucional.
Así quedó establecido en el Protocolo de Ushuaia (1998), y sólo puede aplicarse si existe un consenso entre los integrantes del bloque. En 2011 se amplió la normativa que establece medidas más severas.
En tanto, se dio la primera e importante baja en la alianza Cambiemos. El titular de la Unión Cívica Radical (UCR), Ernesto Sanz, artífice de la alianza Cambiemos, a quien Macri ofreció el Ministerio de Justicia, anunció, mediante una carta pública, que dará un paso al costado y comenzará una
nueva etapaalejado de la política.
No voy a ocupar ningún cargo ni en el gobierno ni en mi partido, dijo Sanz, quien confió en que Macri será
catalizador de un cambio positivoy llamó al radicalismo
a sentirse protagonista en esta hora especial.
Como un hecho colateral en el triunfo de Macri, el editorial publicado este lunes por el conservador diario La Nación, titulado
No más venganza, criticó duramente los juicios que se realizan contra los responsables de delitos de lesa humanidad durante la pasada dictadura militar (1976-1983) y exigió al gobierno electo que libere a los militares condenados.
El editorial, que impactó negativamente en la sociedad, sostiene que el triunfo de Macri
es momento propicio para terminar con las mentiras sobre los años 70y pide
poner las cosas en su lugar.
Señala que
un día después de que la ciudadanía votó por un nuevo gobierno, las ansias de venganza deben quedar sepultadas de una vez para siempre, y afirma que
los trágicos hechos de la década de los 70 han sido tamizados por la izquierda ideológicamente comprometida con los grupos terroristas.
Asimismo, se refiere al
vergonzoso padecimiento de condenados, procesados e incluso de sospechosos de la comisión de delitos perpetrados durante los años de la represión subversiva y que se hallan en cárceles a pesar de su ancianidad, y califica a esa situación de
verdadera vergüenza nacional.
Las reacciones no tardaron en llegar desde políticos, artistas, organismos humanitarios, personalidades, incluso periodistas del mismo diario que realizaron en la tarde una asamblea en las instalaciones del medio en repudio el editorial y también protestaron en las redes sociales.
El premio Nobel de La Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, escribió una carta pública al director de La Nación, Bartolomé Mitre, considerando que el editorial es
una ofensa al pueblo argentino, a su memoria y a las víctimas del terrorismo de Estado. Ningún organismo de derechos humanos ni familiares busca venganza, sí, el derecho de verdad y justicia frente a los crímenes cometidos de lesa humanidad que deben ser juzgados, que Ud. no puede ignorar, no prescriben en el tiempo.
También menciona que a 40 años de la imposición del terrorismo de Estado mediante la Doctrina de Seguridad Nacional aplicada en todo el continente, que significó
políticas de exterminio a los pueblos, desaparición de personas, de niños, torturas, cárceles y que en muchos casos hasta el día de hoy se desconoce qué pasó con las víctimas, es necesaria la justicia. Además de destacar la política de derechos humanos en Argentina, que es reconocida en todo el mundo, advirtió que
los que siempre lucharon por los derechos humanos vamos a seguir defendiéndolos siempre junto al pueblo y frente a cualquier gobierno.
Una avalancha de cartas y rechazos demostró el impacto del editorial, del que incluso debió hablar Macri en su primera conferencia de prensa cuando le preguntaron qué pensaba de esta situación y si se iba a acabar con los juicios, a lo que el presidente electo respondió escuetamente:
los juicios seguirán.