Stella Calloni
Estamos
asistiendo a un nuevo esquema de intervención en
nuestros países, que bien podemos llamar “los golpes electorales” y
como era
previsible, los expertos en contrainsurgencia y guerra psicológica de
Washington entendieron al fin, que a pesar de la gran ofensiva contra
los
gobiernos de América Latina, claves en el proyecto de integración
emancipatoria, no lograban derrotarlos en ninguno de los procesos
electorales.
Millones
de dólares gastó Estados Unidos desde el golpe de
Estado contra el ya fallecido ex presidente de Venezuela Hugo Chávez
Frías, en
abril del 2002, que fue derrotado por el pueblo venezolano en sólo 48
horas.
- El
dinero de Washington fue y es repartido por las centenares
de Organización No Gubernamentales, convertidas en verdaderos “grupos
de tarea”
de las ultraderechistas Fundaciones de la Central de Inteligencia
(CIA) creadas para supuestamente encubrir a esta institución.
- Por
una parte siembran dólares en oficinas políticas de
Diversos partidos de las llamadas “nuevas derechas”, identificables por
su
mediocridad y por la dependencia absoluta de la asesoría y el
financiamiento
externo.
- La
red de Fundaciones, como la National Endowment Foundation
(NED,) conocida como Fundación para la Democracia, (como debe ser en la
concepción de EE.UU, es decir “democracia colonial), la Agencia
Internacional
para el Desarrollo (USAID) así como los Institutos Demócratas y
Republicanos,
entre otras, están activas en estos tiempos. Lograron tener una buena
cantidad
de representantes en nuestras estructuras judiciales, que nunca se
democratizaron, y que fueron parte de toda la historia oscura y trágica
de
nuestra América. EE.UU ha creado una especie de nuevas “Escuelas de las
Américas” para formar no sólo policías y militares, sino también los
“nuevos
juristas” que necesitan, y a políticos jóvenes, sindicalistas y otros.
Asimismo
infiltraron a diversos movimientos, sociales, indigenista y políticos,
sectores
profesionales y empresariales, que estarán bajo su mando central y
ejercerán la
obediencia debida (y bien pagada) como ejércitos de otras guerras.
Además,
el poder hegemónico controla la mayoría de los medios
masivos de comunicación en el mundo y el 95 por ciento de la
información está
bajo ese control absoluto. A esos medios, que jamás han dejado su
espacio
abierto a la libertad de expresión de las mayorías, les gusta llamarse
independientes, cuando en realidad son cada vez más dependientes del
poder
imperial, que ya es expandió por todo el mundo.
- El
control de los medios de comunicación les permite sustentar
las mentiras, desacreditaciones, campañas de guerra sucia, con
periodistas sin
ética que actúan con absoluta impunidad y son parte esencial de “la
guerra
sucia”.
Ante
la imposibilidad de que las derechas del continente
accedieran al gobierno mediante elecciones, los procesos electorales
comenzaron
a ser el eje de la desacreditación periodística, en la última década.
- La
mentira y el asesinato civil, moral y político de sus
“enemigos internos” en este caso los gobiernos y pueblos que en América
Latina
cometieron el “crimen” de querer independizarse definitivamente, se
convierten
en un arma indispensable para intentar terminar con los rebeldes del
“patio
trasero”.
- como
a lo largo del siglo XX nos impusieron dictaduras
militares, porque teníamos la desafiante idea de resistir como
podíamos, a
fines de los años 80 y en los 90 nos impusieron la “dictadura
neoliberal”, que
en sus comienzos fue desafiada en Venezuela por aquel memorable
“Caracazo” de
febrero de 1989, con la rebelión popular ante las primeras medidas
neoliberales
que intentó imponer el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, cuya
represión
entonces dejó más de mil muertos y centenares de heridos.
- La
trilogía de Venezuela, bajo el gobierno de Chávez, Brasil
con Luis Inacio “Lula” da Silva y Néstor Kirchner en Argentina, fue
clave para
aquel “NO” contundente al más acabado proyecto de recolonización de
Estados
Unidos en nuestra región que fue el Área para el Libre Comercio de las
Américas
(ALCA).
- No
parece muy casual que una década después Washington intente
cobrarse la humillación de aquel “No” y ataque con intensidad de golpe
tras
golpe a los tres países claves en ese proceso de integración.
Millones
de dólares se han invertido a través de las redes de
ONG, que están en cada rincón de nuestros países en una inversión
destinada a
la sucesión de golpes “blandos”, en los cuales el fraude ya no es
potestad de
los Estados, sino del poder hegemónico y económico. Sin olvidar las más
de 49
bases militares y los establecimientos de apoyo a las mismas que han
establecido a lo largo y ancho de Nuestra América.
La
injerencia de un gobierno extranjero, en este caso de la
mayor potencia imperialista del mundo, creando las coaliciones
políticas
opositoras, corrompiendo todo con millones de dólares, es el verdadero
fraude
que puede imponerse en estos tiempos.
De
manera que si bien pueden aducirse errores, en cualquiera de
los países, errores que en estos tiempos no podemos permitirnos, el
factor
clave en todos los casos, es que son víctimas de una guerra de Baja
intensidad,
que muchos consideraban como una interpretación “conspirativa” de los
más
serios investigadores de la región.
- Estamos
bajo una invasión letal mediante la cual Estados
Unidos está asumiendo el gobierno en las figuras de sus serviles
figuras de
plomo. Están tratando de lograr el “control” absoluto de su “patio
trasero” sin
que se vea el antiguo esquema de golpe de Estado. Y si esto no se
logra, no
tendrían ninguna duda en invadirnos con mercenarios -que ya los tienen
en forma
paramilitar en la región- y la gendarmería de la OTAN.
No
les va a ser fácil.
- Nosotros
seguimos siendo el continente de la resistencia, y
aunque perder batallas, no es perderlo todo, no podemos seguir
perdiendo una
más: Se nos va la mayor esperanza de independencia y liberación que
hemos
construido y cada golpe que nos dan, significa volver a comenzarlo
todo, lo
cual en tiempos de un avance imperial de tal magnitud, es una peligrosa
vuelta
atrás cuando se está jugando la vida y el futuro de nuestros pueblos.
No
dejemos caer ningún gobierno más si queremos salvar el futuro
de nuestros pueblos. Solidaridad urgente con Venezuela -cuya invasión
ya se
está pidiendo- con Brasil, con Bolivia, Ecuador, Nicaragua, El Salvador
y todos
aquellos que estén en peligro de golpes, blandos, duros, en esta
Guerra de Baja
Intensidad donde los medios del poder aplican esquemas de terrorismo
mediático
para sembrar el terreno que necesita el golpismo imperial.
http://www.radiomundial.com.ve/article/golpes-electorales-la-injerencia-extranjera-es-un-fraude