por Carlos Enrique Dallmeier
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La probable consulta revocatoria del
Presidente Maduro y las elecciones regionales del próximo diciembre
serán claves en esta primera etapa en la lucha por la independencia de
América Latina.
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De ellas depende que en nuestro país se
instaure o no el sistema de dominación neocolonial, que a grandes rasgos
consiste básicamente en continuar asignándole a nuestro país, y dentro
de esta nueva división internacional del trabajo que se está gestando,
el papel de proveedor de materias primas para los países imperiales, de
ser guardián de los intereses de las transnacionales que monopolizan la
escasa producción industrial: con una poderosa burguesía importadora
bienes terminados: de la apropiación por parte del capital extranjero de
nuestras riquezas naturales, de tener una burocracia que se alimente de
los ingresos impositivos, con una superestructura social y económica
diseñada para garantizar su supervivencia, y de un marco jurídico que lo
sostenga.
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Derrotar ese plan dependerá de la capacidad de los
dirigentes del proceso de aglutinar a la mayor cantidad posible de
votantes. Para ello es fundamental analizar la composición social de
nuestras clases y capas sociales.
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LAS PROPUESTAS Y LAS CLASES Y CAPAS SOCIALES EN NUESTRO PAÍS
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Los
siguientes son algunos de los grupos sociales que, a mi entender, se
benefician con el sistema de dominación que defienden los miserables
vendepatria de la MUD:
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1 - La poderosa clase importadora, que al
minimizar la capacidad industrial del país, es la principal
beneficiaria de este sistema.
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2 - La clase capitalista asociada o
que sirve de testaferros a los grandes monopolios, integrada por
personajes como Cisneros, Mendoza, Alfonzo Rivas, etc.
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3 - : Los
grandes terratenientes y ganaderos que surten la producción de la
agroindustria o que esperan vivir de una masiva exportación.
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4 –
Los propietarios de empresas del sector servicio beneficiados de las
políticas de privatización, como los dueños de clínicas, planteles
educativos, empresas de servicio público, etc.
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5 - La dirección
local de las transnacionales que dominan la poca producción nacional y
buena parte de los servicios, en donde Fedecámaras viene a ser su
expresión organizada.
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6 - Los sectores económicos que fungen de
apéndices de dichas empresas actuando como proveedores de servicios, de
materias primas, distribuidores, franquiciados, etc.:
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7 – El sector financiero de bancas y seguros.
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8
– Los propietarios de los grandes centros comerciales, diseñados para
fortalecer la comercialización de la importación y de lo producido por
las grandes transnacionales.
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9 – De un privilegiado sector
asalariado de obreros clasificados, empleados y profesionales que
laboran en dichas empresas con ingresos muy superiores a la media de la
población trabajadora.
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10 - Y de toda la fauna de políticos, profesionales y burócratas necesarios para su funcionamiento.
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Como
se puede apreciar es ínfima la parte de la población que, en principio,
deberían ser los que apoyen el sistema de dominación neoliberal, que
con toda razón fueron bautizados por el Comandante Chávez como
escuálidos.
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Clases y sectores que deberían apoyar un proyecto de independencia y desarrollo:
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1
– El personal asalariado, que sufre en el proyecto de dominación la
pérdida de muchos de sus beneficios y derechos laborales y sociales.
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– Los sectores industriales y de comercio del país que son afectados
por una expropiación de sus empresas por parte del capital extranjero y
que matan su existencia, como ha sucedido con la mayoría de nuestras
grandes empresas como Savoy, Pampero, Branca, Viasa, Banco Provincial, y
tantísimas otras empresas. Este sector es el que históricamente debería
realmente dirigir el proceso de independencia, pero carece de la
voluntad y deseo de hacerlo.
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3 – Los pequeños comerciantes que
ven como sus negocios o son eliminados por las grandes cadenas. Por
ejemplo, en la zona en donde vivo de 8 pequeñas farmacias que existían
hace pocos años, (que por cierto su personal y dueños apoyaban a la
oposición) quedan sólo dos por la presencia de cadenas como Farmatodo o
Farmahorro. Ni que decir de los pequeños abastos y bodegas, hoy
prácticamente desaparecidas.
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4 – El sector agrícola de pequeños
productores y trabajadores que pasarían a ser sometidos a la dictadura
de las roscas e intermediarios.
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5 – Las mayoritarias capas
medias para las cuales este sistema lo que trae es pobreza y en el cual
se vuelve imposible alcanzar una aceptable calidad de vida gracias a
políticas como la privatización de servicios como la salud, la
educación, los servicios públicos, etc., y menos de acceder a una
vivienda o a un automóvil propio.
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6 – Los profesionales y
técnicos que también sufre la disminución de sus beneficios laborales o
de sus ingresos por el mismo ambiente de empobrecimiento que se genera.
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7
– Los pequeños y medianos establecimientos del sector turístico, como
posadas, transporte, alimentación, que ya fueron y volverán a ser
arropados por las grandes empresas del sector.
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Y esto no es un
decir. Todo ello y mucho más lo vivimos y lo padecimos crudamente bajo
los gobiernos neoliberales de los años 90.
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UN APOYO INEXPLICABLE A LA NEOCOLONIZACION
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Bajo
esta óptica la aplastante mayoría de la población (alrededor de un 90%)
debería apoyar un proceso de independencia y desarrollo.
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Sin embargo no es así.
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Hoy venos como cerca de la mitad de la población apoyó en las urnas el sistema de neocolonización.
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Y por qué esto?
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Porque
ese resultado electoral es consecuencia de que la mayoría de las
personas cuando vota realmente obedece a una simple ecuación de
costo-beneficio.; Que obtiene y que pierde con su voto.
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Para los
sectores más desposeídos (alrededor de un 30% de la población) la
cuanta es clara al comparar los beneficios que les ha otorgado el
gobierno a través de las múltiples misiones con el costo
comparativamente pequeño de hacer colas o de cancelar algo más por los
bienes y servicios.
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Por el contrario, para las capas medias que
constituyen un 60% de la población, la cuenta es muy diferente. Los
gobiernos del proceso no les han otorgado NADA, ni planes de vivienda,
ni de salud o educación, en contraste con las graves penurias que tienen
que pasar en las colas, con la inflación, con la escasez, la
inseguridad, etc.
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Si esa situación no se revierte, irremediablemente el proceso perderá las próximas elecciones.
UNA AGENDA PARA LO URGENTE
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Creo que lo correcto sería tener dos agendas, una para lo urgente y otra para lo importante.
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La
primera debe abocarse como prioridad a resolver el gravísimo problema
de la escasez, olvidándose de esas estúpidas teorías de un mal llamado
“consumismo” y garantizando el suministro de los productos básicos, que
en realidad son pocos (arroz, azúcar, leche, carne, pastas, jabón,
champús, pañales, papel higiénico y otras pocas más)
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Asimismo
debe abrirse a las capas medias ofreciendo, por una parte, soluciones a
sus necesidades, como viviendas accesibles, protección ante la
especulación en alquileres, colegios, clínicas, talleres mecánicos, etc.
y tratar de garantizar el suministro de bienes y servicios esenciales, y
por la otra, integrando a profesionales y técnicos al proceso
productivo, por ejemplo, otorgándoles créditos para la creación de
micros y pequeñas empresas.
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Paralelamente el gobierno debe
ocuparse en serio de la economía, derrotando la especulación que es la
causante de la inflación y de la bárbara escalada de las divisas en el
mercado negro. Para eso tiene la política impositiva como un arma
formidable. Debería aprovechar los escasos días que le quedan de la Ley
habilitante para fijar tasas impositivas verdaderamente eficaces.
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La agenda para lo importante será tratada en artículos posteriores.
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Por
supuesto que los fascistas andan en esa misma onda de ampliar su apoyo
electoral, y para ello aprovecharán su mayoría parlamentaria para
aprobar medidas efectistas y demagógicas como el cesta ticket a los
pensionados o el aumento general de sueldos y salarios. Sobre este
último aspecto el gobierno debería madrugarlos con un decreto similar.
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IDEAS EXTRANJERAS QUE HAN DAÑADO AL PROCESO
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Ahora
bien, soy pesimista al no creer que los dirigentes del proceso puedan
desarrollar políticas destinadas a garantizar el consumo de bienes y de
incorporar a los sectores medios mediante una política destinada a
atender sus principales necesidades.
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Y lo soy porque he
percibido que la prédica de un grupo de “teóricos” imbéciles venidos del
extranjero, han infectado el proceso con teorías tan estúpidas como las
que sostienen que la “clase media” es enemiga del proceso o de que la
lucha en contra del “consumismo” es tarea prioritaria de la revolución, y
que han calado en la dirigencia del proceso, como lo pudimos apreciar
en las absurdas declaraciones que sobre estos temas dieron los entonces
ministros de la cultura y de educación
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Por Dios, qué
“consumismo” puede haber con un salario básico que no llega a 20 dólares
mensuales, calculados a dólar negro? Y cómo se puede hablar así de las
capas medias cuando ellas han sido protagonistas de primera línea en
todos los movimientos revolucionarios del siglo pasado? Hay que ser un
verdadero ignorante de nuestra historia y de nuestra realidad para
sostener tan absurdas ideas.
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Pero como no se ve voluntad de
rectificación en ese sentido, e incluso Elías Jaua llega a decir que no
es la hora de diagnósticos, evidentemente para seguir en ese camino de
fracasos, creo que se hace necesario que los verdaderos patriotas
promocionen y asuman un rol protagónico en el debate sobre el futuro del
proceso.
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No podemos permitir que el mismo continúe precipitándose por el barranco del dogmatismo y la ignorancia.
“La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura”. Lin Yutang
Cervantes
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
La Colmena no se hace responsable ni se solidariza con las opiniones o conceptos emitidos por los autores de los artículos.
MIGUEL DE CERVANTES
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