Siempre he sentido un profundo respeto por todas las personas,
especialmente por aquellas que se sumaron al llamado hecho por el
Comandante Chávez cuando irrumpió contra la arruinada Venezuela de la
década de los 90, la Venezuela de los excluidos, de los desaparecidos,
de los maltratados y torturados; de los Juan Bimba y de los pata en el
suelo; de los desdentados; de los bachilleres sin cupo, de los niños sin
escuela, de los indios, negros y discapacitados, ignorados e
invisibilizados hasta entonces por una élite corrupta, enriquecida
groseramente al amparo de las grandes contrataciones públicas otorgadas a
sus entornos familiares e íntimos (ejemplos sobran). La misma Venezuela
que 3 años antes de Chávez, ya había dicho Basta y se lanzó a las
calles el 27 y 28 de febrero del 1989.
No me sorprendió el Giordani incólume en el Palacio de Miraflores el 11 de Abril de 2002, cuando luego de múltiples intentos de la derecha con el apoyo internacional que nunca les ha faltado, lograron consumar el Golpe de Estado contra el Comandante. No puedo olvidar sus expresiones, menos aún aquella frase inmortalizada en el documental “La revolución no será transmitida” donde sentencia: “Esta es la victoria de la muerte”. No llevo la cuenta de cuánto tiempo exacto duró Giordani desempeñándose como uno de los más importantes Ministros de nuestro Comandante Supremo, lo que si se, es que ese tiempo fue más largo que el de Nicolás Maduro como Canciller, ya que para entonces (Abril 2002) Maduro era, al igual que esta servidora, un Diputado de la Asamblea Nacional.
A mi llegada al Gabinete exactamente el 26 de Julio de 2011, sentía un gran orgullo compartir espacios de trabajo con tan notable e importante personaje del acontecer político y económico nacional. Ya comenzaba a evidenciarse la articulación y arremetida del poder económico desplazado con la llegada de Hugo Chávez al Poder, contra las políticas sociales del Gobierno Nacional, insostenibles si no se cuenta con ingresos, inviables si no es un gobierno revolucionario quien dirija los destinos de la nación.
Esa arremetida contra las políticas sociales del gobierno nacional, las sentí impactando especialmente en la tarea que me ocupa. Recuerdo las constantes advertencias de Giordani sobre la carencia de recursos, las dificultades para presentarle la solicitud de un crédito adicional ya que sin su visto bueno, eso no llegaría al despacho del Presidente y las recomendaciones de ejecutar nuestras funciones con políticas de austeridad.
Soy protagonista y testigo del esfuerzo de “todo” el gabinete del Presidente Chávez, en cumplir con las recomendaciones del Profesor Jorge Giordani; así como también soy protagonista y testigo de los frutos de ese esfuerzo colectivo, que le han puesto un signo a una política revolucionaria que ha caracterizado el Gobierno de nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro y que distingue todo punto de cuenta en la aprobación de recursos a las carteras ministeriales cuando de su puño y letra nuestro Presidente Maduro nos pide: “hacer más con menos”.
Por estas razones y otras de orden político y personal, no puedo entender al Profesor y revolucionario Jorge Giordani, salir hoy, cuando nuestro proceso está siendo duramente golpeado por el poder económico nacional e internacional a erigirse como vocero de la oposición que bien repudió cuando esa oposición vitoreaba la muerte el 11 de abril y que continúa hoy vitoreando la muerte porque es un intento que no ha cesado.
Giordani, camarada: esa “Victoria de la Muerte” que repudiaste el 11 de abril de 2002, continuó sus andanzas con el paro petrolero de finales de ese año y principios de 2003; se manifestó en las guarimbas de 2004; llegó a tu casa y a tus espacios académicos y laborales a pretender lincharte por el delito de haber acompañado a Chávez y por permitirte no pensar como ellos; negó 18 veces y más el triunfo del pueblo en múltiples elecciones; se regocijaron con la muerte de nuestro Comandante; se llenó de arrechera y murieron 14 personas, continúa con su danza fúnebre y ciegan la vida de 43 personas, dejando heridas a más de 800.
Confieso que hago un esfuerzo por entender el por qué ahora, en medio de las dificultades, cuando debe ser el momento justo y necesario de la unión de los revolucionarios y patriotas para cortarle el paso a la derecha fascista, sales precisamente tú, Profesor y te conviertes en el paladín de las hienas que nos han acechado desde el mismo día en que un osado Comandante zambo y con verruga, de origen humilde y con olor a pueblo, llegó al Palacio de Miraflores.
Quiero creer que jamás ha sido tu intención servirle al enemigo de la patria, pero recuerdo cuando dijiste una vez que “a tu edad podías permitirte decir ciertas cosas”, en realidad a tu edad, a la mía o a la edad de las generaciones que vienen detrás, sencillamente un revolucionario echa la palabra, como decía Alí, pero no se deja coger por el enemigo y menos para ser utilizado por éste.
Ciertamente yo no soy economista, pero si una revolucionaria que está dispuesta a dar su vida por la defensa de mi Patria y de nuestro proceso, en consecuencia quisiera una explicación clara, sencilla, convincente y oportuna de un revolucionario que duró algunos años al frente de las políticas económicas impulsadas por la revolución bolivariana y cuyas recomendaciones hemos cumplido al pie de la letra. ¿Por qué ahora esas políticas sociales no sirven? ¿No tiene ningún efecto en las políticas sociales la baja de los precios del petróleo? ¿Cómo ha podido hacer el gobierno de Maduro para mantener las políticas sociales en medio de esta arremetida? ¿Cómo ha incidido dólar today, ó el fracking; el acaparamiento, la especulación, el bachaqueo; el financiamiento internacional a grupos terroristas en nuestra economía?. ¿Cómo puede un revolucionario poner en entredicho el impacto de la arremetida golpista nacional e internacional contra nuestra economía buscando tumbar el gobierno, observar que las hienas en contraprestación le otorgan su buen centimetraje de prensa y no reflexionar al respecto?
Querido Profesor, siguiendo la Agenda Económica Bolivariana, impulsamos y creemos en la economía productiva, ¿No merece ninguna consideración de su parte el titánico esfuerzo de nuestro Presidente en medio de esta vorágine en convertir nuestra economía rentista, esa que Ud. dirigió varios años, en una economía productiva a través de la siembra y de la producción nacional, pasando por la sustitución de importaciones?
Le digo, querido profesor, que las políticas económicas que adelanta Nicolás Maduro para este momento histórico darán su resultado tal como lo ha planificado nuestro Presidente batallador, veremos los resultados a corto, mediano y largo plazo. Lo que no se logró por múltiples factores, con barril de petróleo a 100 dólares y con Ud. al frente de la Política Económica, administrando cada dólar que ingresaba a nuestras arcas públicas, lo logrará Maduro obrero y chofer, para beneficio de nuestro pueblo con el nuevo modelo económico productivo que impulsa a través de 14 motores y no tengo dudas al respecto.
Fue muy fácil ser revolucionario al lado de Chávez y con boyantes ingresos petroleros que el mismo Comandante forjó; esos ingresos que están reflejados en educación, salud, viviendas, becas, pensiones, disminución de la miseria y de la pobreza. Obras de vialidad, sistemas de transporte, pago del servicio de la deuda y hasta un nuevo sistema penitenciario que incluye infraestructura y atención integral a cada privado de libertad adulto o adolescente.
En honor a Chávez, los verdaderos revolucionarios se conocerán en esta etapa, donde la derecha fascista, entreguista y terrorista ha alcanzado una posición política que no puede subestimarse.
Con el respeto de siempre.
Iris Varela”
No me sorprendió el Giordani incólume en el Palacio de Miraflores el 11 de Abril de 2002, cuando luego de múltiples intentos de la derecha con el apoyo internacional que nunca les ha faltado, lograron consumar el Golpe de Estado contra el Comandante. No puedo olvidar sus expresiones, menos aún aquella frase inmortalizada en el documental “La revolución no será transmitida” donde sentencia: “Esta es la victoria de la muerte”. No llevo la cuenta de cuánto tiempo exacto duró Giordani desempeñándose como uno de los más importantes Ministros de nuestro Comandante Supremo, lo que si se, es que ese tiempo fue más largo que el de Nicolás Maduro como Canciller, ya que para entonces (Abril 2002) Maduro era, al igual que esta servidora, un Diputado de la Asamblea Nacional.
A mi llegada al Gabinete exactamente el 26 de Julio de 2011, sentía un gran orgullo compartir espacios de trabajo con tan notable e importante personaje del acontecer político y económico nacional. Ya comenzaba a evidenciarse la articulación y arremetida del poder económico desplazado con la llegada de Hugo Chávez al Poder, contra las políticas sociales del Gobierno Nacional, insostenibles si no se cuenta con ingresos, inviables si no es un gobierno revolucionario quien dirija los destinos de la nación.
Esa arremetida contra las políticas sociales del gobierno nacional, las sentí impactando especialmente en la tarea que me ocupa. Recuerdo las constantes advertencias de Giordani sobre la carencia de recursos, las dificultades para presentarle la solicitud de un crédito adicional ya que sin su visto bueno, eso no llegaría al despacho del Presidente y las recomendaciones de ejecutar nuestras funciones con políticas de austeridad.
Soy protagonista y testigo del esfuerzo de “todo” el gabinete del Presidente Chávez, en cumplir con las recomendaciones del Profesor Jorge Giordani; así como también soy protagonista y testigo de los frutos de ese esfuerzo colectivo, que le han puesto un signo a una política revolucionaria que ha caracterizado el Gobierno de nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro y que distingue todo punto de cuenta en la aprobación de recursos a las carteras ministeriales cuando de su puño y letra nuestro Presidente Maduro nos pide: “hacer más con menos”.
Por estas razones y otras de orden político y personal, no puedo entender al Profesor y revolucionario Jorge Giordani, salir hoy, cuando nuestro proceso está siendo duramente golpeado por el poder económico nacional e internacional a erigirse como vocero de la oposición que bien repudió cuando esa oposición vitoreaba la muerte el 11 de abril y que continúa hoy vitoreando la muerte porque es un intento que no ha cesado.
Giordani, camarada: esa “Victoria de la Muerte” que repudiaste el 11 de abril de 2002, continuó sus andanzas con el paro petrolero de finales de ese año y principios de 2003; se manifestó en las guarimbas de 2004; llegó a tu casa y a tus espacios académicos y laborales a pretender lincharte por el delito de haber acompañado a Chávez y por permitirte no pensar como ellos; negó 18 veces y más el triunfo del pueblo en múltiples elecciones; se regocijaron con la muerte de nuestro Comandante; se llenó de arrechera y murieron 14 personas, continúa con su danza fúnebre y ciegan la vida de 43 personas, dejando heridas a más de 800.
Confieso que hago un esfuerzo por entender el por qué ahora, en medio de las dificultades, cuando debe ser el momento justo y necesario de la unión de los revolucionarios y patriotas para cortarle el paso a la derecha fascista, sales precisamente tú, Profesor y te conviertes en el paladín de las hienas que nos han acechado desde el mismo día en que un osado Comandante zambo y con verruga, de origen humilde y con olor a pueblo, llegó al Palacio de Miraflores.
Quiero creer que jamás ha sido tu intención servirle al enemigo de la patria, pero recuerdo cuando dijiste una vez que “a tu edad podías permitirte decir ciertas cosas”, en realidad a tu edad, a la mía o a la edad de las generaciones que vienen detrás, sencillamente un revolucionario echa la palabra, como decía Alí, pero no se deja coger por el enemigo y menos para ser utilizado por éste.
Ciertamente yo no soy economista, pero si una revolucionaria que está dispuesta a dar su vida por la defensa de mi Patria y de nuestro proceso, en consecuencia quisiera una explicación clara, sencilla, convincente y oportuna de un revolucionario que duró algunos años al frente de las políticas económicas impulsadas por la revolución bolivariana y cuyas recomendaciones hemos cumplido al pie de la letra. ¿Por qué ahora esas políticas sociales no sirven? ¿No tiene ningún efecto en las políticas sociales la baja de los precios del petróleo? ¿Cómo ha podido hacer el gobierno de Maduro para mantener las políticas sociales en medio de esta arremetida? ¿Cómo ha incidido dólar today, ó el fracking; el acaparamiento, la especulación, el bachaqueo; el financiamiento internacional a grupos terroristas en nuestra economía?. ¿Cómo puede un revolucionario poner en entredicho el impacto de la arremetida golpista nacional e internacional contra nuestra economía buscando tumbar el gobierno, observar que las hienas en contraprestación le otorgan su buen centimetraje de prensa y no reflexionar al respecto?
Querido Profesor, siguiendo la Agenda Económica Bolivariana, impulsamos y creemos en la economía productiva, ¿No merece ninguna consideración de su parte el titánico esfuerzo de nuestro Presidente en medio de esta vorágine en convertir nuestra economía rentista, esa que Ud. dirigió varios años, en una economía productiva a través de la siembra y de la producción nacional, pasando por la sustitución de importaciones?
Le digo, querido profesor, que las políticas económicas que adelanta Nicolás Maduro para este momento histórico darán su resultado tal como lo ha planificado nuestro Presidente batallador, veremos los resultados a corto, mediano y largo plazo. Lo que no se logró por múltiples factores, con barril de petróleo a 100 dólares y con Ud. al frente de la Política Económica, administrando cada dólar que ingresaba a nuestras arcas públicas, lo logrará Maduro obrero y chofer, para beneficio de nuestro pueblo con el nuevo modelo económico productivo que impulsa a través de 14 motores y no tengo dudas al respecto.
Fue muy fácil ser revolucionario al lado de Chávez y con boyantes ingresos petroleros que el mismo Comandante forjó; esos ingresos que están reflejados en educación, salud, viviendas, becas, pensiones, disminución de la miseria y de la pobreza. Obras de vialidad, sistemas de transporte, pago del servicio de la deuda y hasta un nuevo sistema penitenciario que incluye infraestructura y atención integral a cada privado de libertad adulto o adolescente.
En honor a Chávez, los verdaderos revolucionarios se conocerán en esta etapa, donde la derecha fascista, entreguista y terrorista ha alcanzado una posición política que no puede subestimarse.
Con el respeto de siempre.
Iris Varela”