Como iréis viendo por las noticias que voy colgando en la barra superior, la ofensiva para acabar con el terrorismo es clara: no sólo en los bastiones en Siria que les quedan (Aleppo, Palmyra, Raqqa, Deir er Zhour) como en Mosul (Irak) y también en Afganistán, Libia y Somalia, donde en los últimos días se han recrudecido los ataques, incluso, hasta de los norteamericanos.
Muchas personas andan confundidas en estos días por la política de alianzas y las reuniones que se producen, sin darse cuenta de que la situación ya no es la misma que hace 5 años y hoy día nos encontramos en la parte de la partida de ajedrez en la que las piezas se intercambian rápidamente y la situación cambia en igual rapidez. Los análisis de hace 5 años ya no valen: las reuniones son partidas de póker y las fotos que vemos en los periódicos son sólo la apariencia de lo que realmente se está tratando.
El ascenso de Donald Trump está moviendo las piezas del tablero en Estados Unidos y las amenazas de asesinarlo son constantes: Sorcha Faal afirma que ahora mismo son los mormones de Mitt Romney, apoyados por los jesuitas (esto último no me lo creo tanto) que amenazaron al francmasón con degollarlo por boca del comentarista de la CNN Glenn Beck. Según este informe, hace apenas unos días Trump varió el curso de su campaña desde Washington (donde le esperaba la muerte) por Kansas. Al mismo tiempo, algunos comentaristas la Fox hablan abiertamente de una insurrección comandada por Trump, comentario que ha sido apoyado por el antiguo portavoz en el congreso de los republicanos, Newt Gingrich, quien afirmó que Trump fue rechazado “porque no formaba parte de la sociedad secreta” (que maneja los hilos en Washington).
El gran peligro es, sin duda, Hillary Clinton, quien ya ha comenzado a sufrir la presión al ver cómo su amante lesbiana y secretaria, Huma Abedin, ha sido procesada, a su informático se le ha garantizado inmunidad si testifica contra ella y un juez está viendo quienes van a declarar para acusar a Hillary de mantener un gobierno paralelo y detraer fondos públicos para sus conspiraciones.
Esto último lo cuenta Fulford en su último informe, donde además se revela que el General Dunford, jefe del Estado Mayor USA, acaba de estar en Israel advirtiendo a Netanyahu de que deje de apoyar a Arabia y Turquía y amenazar a Donald Trump, mientras el jefe de la familia Rothschild en Suiza, David, ha sido procesado en Francia sobre un escándalo inmobiliario en Marbella, España.
También revela Fulford la amenaza de Putin a Erdogan que ha logrado calmarlo: convertir Estambul en Constantinopla, y volverla, por tanto, cristiana, como en la antigüedad, a base de conquistar los estrechos de Dardanelos y el Bósforo, así como liberando la mitad de Chipre que ahora está en manos de los otomanos. Todo ello apoyándose en el reciente pacto entre católicos y ortodoxos firmados por los “papas” en Cuba, que ha sido lo que ha originado el acercamiento de Turquía a Irán, para firmar una paz entre sunnitas y chiítas en contra de los cristianos, y que no ha gustado nada a los wahabitas de Arabia.
Por último, el cronista canadiense hace una confusa enumeración de los últimos movimientos en torno al oro: Canadá vendiendo todas sus reservas, el BIS que también se queda sin ellas, la familia iraní enviándolo a Hong Kong, 4000 fuerzas especiales USA apostadas en Australia para, supuestamente, conquistar una mina de Indonesia y, en definitiva, la aparición de 20 toneladas de oro en el mercado con un 13% de descuento (3% para los comisionistas).
Dicho esto, Fulford habla de los rumores de que algo gordo puede pasar en abril.
Quizás la confusión de esta última serie de noticias se deba a que no puede decir más…