Publicado: 13 nov 2014 01:15 GMT | Última actualización: 3 mar 2016 17:59 GMT
Parece
que EE.UU. goza cada vez de menos confianza y credibilidad: en los
últimos años una serie de países expresaron el deseo de repatriar el oro
que guardan en almacenes estadounidenses. ¿Se ha quedado sin oro la
primera economía mundial?Así, por ejemplo, el pasado junio salió a la luz la historia del oro alemán: se informó de que Alemania optó por "eliminar un potencial irritador" en las relaciones entre Berlín y Washington y Berlín abandonó la idea de repatriar su oro alegando que almacenar la mitad de sus lingotes en el extranjero es, al fin y al cabo, una actitud prudente.
Alemania es el segundo país del mundo en términos del volumen de reservas de oro, y cerca de la mitad de sus lingotes están almacenados en el Banco de la Reserva Federal de EE.UU. Hace dos años Berlín trató de recuperar las 674 toneladas de oro que tiene almacenadas en el país norteamericano y en Francia, pero logró recuperar solo cinco.
Parece que la decisión de Alemania de repatriar sus reservas de oro se debió a sus temores de que la Reserva Federal de Estados Unidos pudiera utilizarlas en sus operaciones bancarias.
Los expertos destacan que la renuncia de Alemania solo confirma que en realidad en EE.UU. no queda oro que se pueda repatriar. E incluso en el caso de que el oro alemán todavía esté almacenado en EE.UU., es probable que Alemania no reciba sus activos.
Hugo Chávez ya lo previó
El metal precioso plantea muchas teorías de conspiración, incluida la venta secreta de oro alemán por parte de la Fed de EE.UU. Además, la situación se agrava por la falta de fuentes de información creíbles.
A partir de la información que hay se puede suponer que es poco probable que la Fed devuelva el oro de Alemania voluntariamente y recurrirá a negociaciones agotadoras y duraderas, así como a una larga lista de argumentos de peso de que el mejor lugar para el oro es almacenes de EE.UU.
Otro argumento a favor para no devolver el oro alemán es que es una fuerte herramienta de presión económica contra el aliado más independiente y poderoso de EE.UU. en Europa.
Parece que el presidente difunto de Venezuela Hugo Chávez reveló los planes de EE.UU. ya en 2011 al decidir sacar todas las reservas internacionales en oro de Estados Unidos y Europa para ponerlas en economías "sólidas" como China, Rusia y Brasil.
Además, el pasado octubre en la prensa de negocios japonesa saltó la alarma: China y Rusia están comprando oro de manera activa. Según analistas del país del sol naciente, una de las posibles consecuencias de ello podría ser el colapso del dólar.
Independientemente de lo que haga EE.UU., Rusia, China y Venezuela están listas para desafiar cualquier intento de la primera economía mundial de socavar su poder.