Tomado de CubaSi
El
bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a
Cuba desde hace casi 60 años continúa hoy como una de las mayores
limitantes para el acceso de la isla a los mercados internacionales de
alimentos.
A pesar de que la nación caribeña cuenta
con uno de los programas de protección social más integrales del mundo y
tiene en su haber logros como la erradicación de la desnutrición
crónica y la desnutrición infantil, el sector de la alimentación es uno
de los más afectados por la citada medida unilateral norteamericana.
Según el informe sobre los daños del
bloqueo que será presentado ante la Asamblea General de la ONU el 26 de
octubre venidero, los perjuicios en esa área entre abril de 2015 e igual
mes de 2016 superan los 605 millones 706 mil dólares.
Tal cifra fue calculada en base a
informaciones proporcionadas por los ministerios cubanos de Industria
Alimentaria y Agricultura, precisa el texto.
Las afectaciones se manifiestan en el
encarecimiento de los precios de las semillas para la producción, los
fertilizantes, las piezas de repuesto para los equipos agrícolas y otros
insumos que deben ser adquiridos en mercados geográficamente alejados
debido a la prohibición de hacerlo en Estados Unidos.
Además, está la obligación de utilizar
intermediarios en terceros países, lo cual incrementa sustancialmente
los gastos y en algunas ocasiones afecta la producción de alimentos en
la isla al no poder realizar a tiempo las importaciones.
Del mismo modo, el bloqueo provoca un
incremento en el volumen de existencias y el tiempo de estadía en los
almacenes nacionales de las materias primas e insumos necesarios para
garantizar la producción de huevos, leche y carne para la población
cubana.
Si se pudieran adquirir en Estados
Unidos, el período de almacenamiento de los citados productos sería de
unos 15 días, sin embargo, Cuba está obligada a causa del bloqueo a
retenerlos seis veces ese tiempo, señala el informe, el cual también
explica que la permanencia en los almacenes tiene como objetivo prever
un inesperado desabastecimiento en el mercado internacional.
En términos monetarios, durante el lapso
referido en el informe fue inmovilizado un volumen de mercancías
equivalente a unos 161 millones 200 mil dólares, precisa el texto.
Por otro lado, el bloqueo limita el
acceso de la industria farmacéutica cubana a materias primas necesarias
para la producción de vacunas contra enfermedades que afectan al sector
pecuario.
Esa situación obliga a recurrir a
proveedores europeos y origina un incremento de los costos, además de
las complicaciones a causa del requisito para la importación de una
Certificación de Origen emitida por una institución veterinaria
estadounidense.
Por tal motivo, muchos proveedores temen
correr el riesgo de que, a través del control de la trazabilidad de esa
certificación, se detecte la operación y sean multados.