En la madrugada del 25 de octubre (el martes de la semana pasada) fue provocado un incendio en el Laboratorio de Fisiología. Según lo que se puede observar en el lugar, rompieron una ventana y lanzaron algo que provocó el incendio. La experticia de los Bomberos evidenció que el incendio fue provocado. Por supuesto que esa no será la versión oficial de las “autoridades”: seguro inventarán “cortos circuitos” y fulguraciones por tormenta eléctrica, combustiones espontáneas o alguna pendejada esotérica. Pero bueno, no es primera vez que incendian nuestro Laboratorio y muy probablemente no será la última. Lo interesante de este hecho es que da cuenta del estado en que se encuentra la Universidad: El hecho ocurrió alrededor de la 1 y media de la madrugada. Un estudiante de postgrado quien se encontraba trabajando en el laboratorio a esa hora escuchó el ruido del fuego al otro lado del edificio y al ver el fuego saliendo por la ventana, salió a buscar a los vigilantes quienes no estaban por ningún lado. Como pudo (por tener el teléfono descargado) este estudiante, llamó al 171 y estos a los Bomberos de la ULA (quienes llegaron 20 minutos después). El incendio afectó el sitio donde fue provocado (perteneciente al Laboratorio de Fisiología) causando daños que aun no han sido establecidos. Pero el humo se concentró en el Laboratorio de Biología Molecular y Experimental que funciona al lado (Del Dr. Juan Puig) afectando severamente equipos que aun no han podido ser evaluados porque deben ser revisado por los especialistas de las casas comerciales que los instalaron. Estos equipos se usan en el diagnóstico molecular de diversas enfermedades y en las investigaciones de un importante número de estudiantes de pregrado y postgrado. El Decano de Medicina aún no ha acudido a verificar los daños en SU Facultad. La única “autoridad” de la Universidad que se presentó, fue el Profesor Manuel Aranguren. También se presentó el Profesor que dirige la oficina de ORE-Medicina, quien permaneció muy atento y sinceramente preocupado por el incidente (sobre todo porque era evidente que había sido un ataque). Ahí estuvo un buen rato, esperando al Decano (quién al parecer juraba por su madre que acudiría, pero nunca fue). Lo cierto es: 1. que la ULA todos los años incorpora “vigilantes” que son absolutamente inútiles. No vigilan de día y no existen de noche. 2. El Decano tampoco existe. Y al parecer considera su “consulta privada” más importante que la Facultad que “dirige” y donde le pagan por su “dedicación exclusiva”. 3. El Decano no acudió a atender sus obligaciones pero si lo llaman para que venga a firmar alguna acta espuria que avale alguna elección ilegal de Jefe de Departamento, llega enseguida. O si tiene que “cuidar” algún examen de reparación ilegal. 4. El Vicerrector fue a mostrar su indiferencia ante el grave hecho y su displicencia a los afectados. Entre las cosas más inteligentes que dijo: “tienen que tener el número de los bomberos”. Era preferible que dijera: “van a tener que dormir en el Laboratorio”. Estuvo sólo un instante y se fue sin aportar ninguna solución. 5. Prensa ULA que informa hasta las flatulencias de Bonucci, no ha hecho la menor mención a este grave incidente. 6. Esa es la ULA que tenemos: con ataques a la gente que está trabajando. Con Decanos indolentes y desconectados de sus funciones. Con autoridades que defienden cualquier vaina excepto la investigación. Con una vigilancia inútil. Y con unos “muchachos” protegidos por la impunidad y convencidos de que su malcriadez sólo puede ser satisfecha destruyendo los bienes de la Universidad y de la Nación. Así estamos.
“La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura”. Lin Yutang
Cervantes
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.