Por Maikel Pons Giralt*por La pupila insomne |
Hablar
de revoluciones, revolucionarios y socialismo, parece ser que pasó de
moda hace tiempo. Bueno, permítanme rectificar, porque depende del
discurso que utilices e intereses y conceptos que proclamas. No es
exactamente que no puedas hablar de revoluciones y socialismo, es que
hay determinadas condiciones sine qua non para ser reconocido,
legitimado y tolerado en determinados espacios académicos y sociales,
hablando de estos temas. Es como tener en cuenta los 10 mandamientos
bíblicos o en el otro extremo tener que guiarte por el Manual de
Economía Política soviético.
Por
ejemplo se habla bastante de las revoluciones y revolucionarios de
“colores” que se emancipan de las “injusticias” derrocando por la fuerza
gobiernos progresistas (tiranos) legitimados en elecciones democráticas
y quemando vivos a los que apoyan ese gobierno que eligieron. Estas
“revoluciones” son proclamadas en el altar de la libertad de prensa y de
expresión, que son los grandes medios de (in) comunicación masiva, como
paradigmas libertarios y ejemplos de “resistencia pacífica” ante la intolerancia de las clases bajas y peligrosas
(en palabras de Inmanuel Wallerstein) que deciden tomar lo que
históricamente le expoliaron en nombre de “igualdad, libertad y
fraternidad”.
Tienes
que hablar de revolución sin darle mucho crédito a Marx, Engels y Lenin
y de paso minimizar a Fidel y al Che (aunque uses un pulóver del Che
como ícono libertario y de rebeldía). Refiérete a la lucha,
contradicciones de clases y otros grupos sociales y a la desigualdad
como algo natural entre los hombres y que puede ser soluble con reformas
que no afecten necesariamente al 1 % que concentra la riqueza del 99%
que recibe migajas.
Pon
como ejemplo positivo de revoluciones la de Cromwell en Inglaterra, a
la Francesa, a las industriales que dieron “progreso” y a las
enciclopédicas que “iluminaron e ilustraron” al mundo “civilizado” y nos
alejaron de la barbarie. Puedes también referirte a algunos golpes de
estado como revoluciones en contra del “comunismo ineficiente y
dogmático” o la “presunta influencia comunista” y si quieres estar de
moda di bajito pero que te escuche quien te tiene que escuchar, que en
Cuba y Venezuela hay dictaduras, no revoluciones democráticas. Si
quieres ser también un académico “actualizado” no te olvides de
referenciar las “Estructuras de las revoluciones científicas” de Thomas
Kuhn, olvidando las influencias que tienen los procesos de revoluciones
sociales, según el propio autor, en la estructuración de los campos
científicos.
Tienes
que mantener cierta ambigüedad teórica y práctica de moda, donde el
socialismo no pretende llevarnos al comunismo, ni siquiera en ideal…en
esta tendencia el socialismo es antípoda del comunismo, los socialistas
son enemigos o en, el mejor de los casos, adversarios de los comunistas y
el “socialista” siempre mantiene una actitud de coexistencia pacífica y
alianza ocasional/sistémica con los conservadores. Puedes hablar de
socialismo “democrático” (como si de pronto tuvieras un efecto eureka),
manteniendo siempre distancia y despreciando radicalmente los intentos
de construir socialismo en Europa o cualquier parte del mundo (o de todo
el sistema solar si existe otra referencia).
Después
puedes dar tu propia fórmula radical/moderada socialista, donde
mantienes la centralidad del tablero sociopolítico, ideológico y
económico. En este escenario social, que imaginas como un gran tablero
ajedrecístico donde por supuesto tu eres un Magnus Carlsen, utilizas a
todas las fichas de forma transversal (especialmente a los que tienes
definido de antemano como peones) y vas empujando a las piezas de mayor
importancia a lugares estratégicos, para que puedan dar el jaquemate.
Como “magistral” “ilustrado” y “progresista” jugador/académico explicas
que tu “socialismo” es heredero de las Luces y que por eso
intentará rescatar sus (in) corpóreos principios originarios de la
libertad de expresión, la igualdad social, la tripartición de poderes al
estilo de las icónicas Repúblicas Burguesas, el multipartidismo, la
libertad de prensa y la propiedad privada como derecho “inalienable” de
la “individualidad” y el Estado de Derecho (Burgués).
Si
eres un intelectual cubano tienes que insistir mucho en los errores que
se han cometido en el período posterior a 1959 y señalar en una frase:
¡Es verdad que hay avances en la educación y la salud! Para
inmediatamente minimizarlos con la supuesta “escasez de médicos y mala
calidad educativa”, no importa lo que digan los principales organismos
internacionales como el Banco Mundial, la Cepal, la OMS y la Unesco
situando a tu país como ejemplo. Si estás en el extranjero puede que
haya alguien con alguna información, pero tu jugada genial será decir:
¡Las cifras oficiales en ocasiones no reflejan toda la verdad!, de
cualquier manera siempre vas a tener ventaja para obviar cualquier
información, porque el terreno y las personas están abonadas e
intoxicadas por la (des) información de la misma prensa/aliada libre que
quieres para tu proyecto social icónico. Si hablas en Cuba o para
cubanos apelas a la “insuficiencia de las políticas” “del sistema” “del
régimen” para darle al pueblo/peones “felicidad y transformar lo que
pudiendo ser hermoso aun no lo es, y crear lo que es digno de ser
creado.”
Insiste
crítica y descarnadamente en los errores de “esa” Revolución y “ese”
Socialismo, distánciate de tu responsabilidad individual y social en
ellos. Al decir racional de Descartes, sitúate en la hybris del punto
cero y conviértete en un “racionalista” todopoderoso que observa,
escucha y siente todo según sus argumentos y no difiere entre
racionalidad material y valorativa, como señala Max Weber. Habla de la
Zafra del 70 que llegó a 8 millones y no a Diez; del Quinquenio Gris y
las pavonadas; de las UMAP y la intolerancia sexual y religiosa; de la
economía dependiente de la URSS; del Período Especial; de los que se
fueron. Como un ejemplar censor racionalista, que solo cree en sus
razones (aunque aparentes lo contrario), obvia todo lo demás y resalta
para aderezar y dulcificar tu discurso, mezcla ejemplar de Rousseau con
Saint Simon, las “memorias imborrables” de la República del 20 de mayo
de 1902 donde Cuba fue, según tus criterios y conveniencia para el
momento, ejemplo de Progreso, de Luces, de Estado de Derecho y
Bienestar.
No
dejes de mencionar a Varela, Martí, Mañach, Lezama, Virgilio, Roa,
Guiteras. Crea tu propia disertación electiva y ecléctica, tu corpus de
pensamiento para demostrar que sigues siendo un intelectual cubano,
aunque en el fondo sepas que solo has referenciado de todos ellos lo que
se acomoda a tu discurso etéreo, intangible, metafísico. Pero que logra
la necesaria centralidad y transversalidad del momento, esperando la
oportunidad ideal para hacer avanzar a las piezas magistrales que tienen
como único centro alcanzar el poder y retomar sus privilegios. Puedes
demostrar así que un buen juego de ajedrez, puede ser como la política
de Maquiavelo o Hobbes donde “el fin justifica los medios” o “el hombre
es lobo del hombre”.
Cuídate
de mencionar que esa República de 1902 que magnificas y quieres
celebrar, nació mediada, limitada y carcomida por una enmienda
extranjera impuesta. Y que en verdad la verdadera República había nacido
en 1868 con Céspedes, Agramonte, Gómez, Maceo, Martí y tantos miles que
murieron antes y después. Que la “democracia burguesa” e “ilustrada” de
esa República que hoy preconizas se instauró después de una tramposa
interferencia extranjera en una guerra ya ganada por los cubanos después
de 30 años de lucha y una ocupación militar de esa potencia extranjera
por más de dos años. Obvia en tu discurso que ese republicanismo fue
construyéndose a imagen y semejanza del Norte revuelto y brutal, racista
y desigual pero además estructurado en una total dependencia económica y
política, al punto de los “presidentes” de turno recibir orientaciones
directas del embajador norteamericano y más del 60 % de las mejores
tierras y recursos estar en manos del capital extranjero. Para referirte
a este periodo debes también soslayar que cuando esa República
alcanzada con todos “y para el bien de pocos” (frustrando el sueño
martiano) fue amenazada por las clases bajas y peligrosas
el gobierno de Estados Unidos utilizó tres jugadas ajedrecísticas
fundamentales: intervino militarmente; amenazó con cañoneras en la Bahía
de la Habana o utilizó a sus lacayos para reprimir e imponer dictaduras
dantescas que cobraron la vida de miles de cubanos y cubanas. Para
moverte transversalmente en este periodo es más fácil porque puedes
apelar al olvido, a la desmemoria y a la propia producción intelectual y
comunicacional de la prensa y la intelectualidad inorgánica, que desde
el llamado a la libertad y a la democracia, aprisiona, coloniza y
esclaviza el pensamiento y la voluntad de la gente.
Para
evadir la historia después de 1959 que incomoda a la centralidad de tu
tablero, tendrás que mover tus piezas preferidas y aparentar que
flanqueas por la izquierda para arremeter con tu discurso hacia la
derecha. Recuerda siempre aparentar que regresas al centro para distraer
a tu supuesto público oponente. En este punto tendrás que dejar muchas
cosas por detrás, saltar “columnas, diagonales y casillas en todos los
sectores del tablero”. Dejar atrás educación, salud, soberanía,
independencia, asistencia social, seguridad social, internacionalismo
desinteresado en decenas de países. Debes eludir mencionar las
agresiones terroristas de la misma empecinada potencia extranjera, los
miles de muertos de las clases peligrosas que ahora tienen el poder y
son gobierno y luchan entre miles de dificultades y escaseces inducidas,
que intentan desanimarlos, asfixiarlos, derrumbarlos, arrodillarlos y
pedir perdón a los que perdieron sus privilegios. Puedes mencionar el
bloqueo como algo injusto pero sin cuantificar y valorar “racionalmente”
su impacto estructurado y estructurante en la vida material y
espiritual de tu gente. Por supuesto, fiel a tu ideal de “igualdad”
“libertad” y “fraternidad” te opondrás al bloqueo pero acotando que
después de él se debe cambiar todo el sistema político creado en casi 60
años de historia y legitimado por las mayorías, en nombre de las que
dices hablar, pensar y diseñar tus ideas de laboratorio. Niega toda
salida posible al futuro de Cuba con los procesos de actualización
económica, política y social debatidos en espacios públicos por años y
legitimados por millones…tu argumento fundamental puede ser que la
institucionalidad revolucionaria, crítica, auténtica y soberana no hacen
posible los “cambios necesarios”.
Puedes
cerrar magistralmente la defensa de tu proyecto de “socialismo radical,
democrático e ilustrado” apelando a las experiencias de la
socialdemocracia agonizante europea. Haciendo gala de tu apego a los
valores y a la realidad europea y norteamericana…esos mismos valores que
convirtieron a América Latina y tu país Cuba, en la periferia atrasada,
desigual e injusta de un sistema-mundo modelado al antojo de los
ilustrados, liberales, reformistas, capitalistas y que intentarás
maquillar, según dices, de socialismo. Pero no importa, seguirás
culpando de la “incivilización y la barbarie” a tus coterráneos y su
poca capacidad de asimilar “las ideas modernistas que buscan el continuo
progreso de la especie y el uso de la razón y el análisis científico al
servicio de la especie y del planeta que habitamos”. Planeta que esas
mismas ideas de progreso, destruyen cada día y hacen poner en peligro a
todos sus habitantes.
Tu
proyecto siempre debe estar en la óptica de Sarmiento, Ingenieros,
Vasconcelos, Mañach, Keynes, Marshall, aunque no despreciarás en tiempos
tormentosos y de ajustes a Fukuyama con su Fin de la Historia y a Frederick Hayek con El camino a la servidumbre.
A fin de cuentas la centralidad del tablero tiene que hacer sus
flanqueos y si es a la derecha mejor, como buen postmodernista La inmensa levedad del ser
y tu socio Kundera, te permiten volar a cualquier lugar, confundirte
entre la niebla, liberarte de compromisos “ideológicos y políticos”.
Hasta las últimas consecuencias tienes que ser un intelectual arielino,
digno de Próspero…Calibán solo te servirá para entronizarte como gran
jugador y esperar la recompensa debida de tu amado e ilustrado Próspero
que se llevará siempre la primicia del jaquemate.
Y
si en el público/tablero existe algún Calibán descolonizador que
intente rebelarse y contrariar tu discurso iluminista, tendrás el
recurso de acusarlo de promover “discursos polarizadores” e intentar
satanizarlo y victimizarte… y haces nuevamente alusión a la
incomprensión y la “falta de libertad y democracia”. Manteniendo la
centralidad del tablero, la transversalidad que atraviesa todo y la
hybris del punto cero racional donde estás en todo y no estás en
nada…tratarás de sortear estos obstáculos y seguirás defendiendo tu
proyecto de socialismo “radical, demócrata e ilustrado”, colonizando
mentes, atrayendo otros Arieles, sirviendo a otros Prósperos, utilizando
Calibanes en letargo.
De
seguro te llevarás las palmas en disímiles escenarios, fundamentalmente
extranjeros…te invitarán a varios eventos, aparecerá financiamiento de
diversos amigos prósperos y solidarios con tu proyecto social diseñado
en probetas. Te sentirás como un verdadero ilustrado, bienhechor de la
Humanidad, jugador magistral, patriota que va en camino de lograr sus
Verdades Universales, hablando de Socialismo y Revolución…con ideas ilustradas y colonizantes. Buena suerte en tú empeño, hermano.
*Ms. C Maikel Pons Giralt. Profesor Universidad de Camagüey/Doctorando en la Universidad Federal de Minas Geraes, Brasil.