Se
sabe que el "estilo Trump" es banal y provocador, irresponsable y
brutal, pero en esta instancia todos esos adjetivos se tornan
indefectiblemente peligrosos. No podemos descartar ninguna alternativa
derivadas de sus amenazas. Lisa y llanamente está hablando de una
intervención militar contra Venezuela Bolivariana.
A través
de esta acción de amedrentamiento busca darle alas a los sectores más
extremistas de la oposición para ganar tiempo y recomponerse de la
crisis en la que están sumergidos, donde un sector ya ha decidido
subirse a la convocatoria electoral planteada por el gobierno de Nicolás
Maduro y otra facción minoritaria sigue atizando el fuego de la
violencia. Sin embargo, cuando el Imperio se pronuncia de esta manera no
se pueden minimizar las consecuencias. Trump sabe que cuenta con el
respaldo ya no de los pueblos del continente, ni siquiera de todos los
sectores de poder de su propio país, pero sí de algunos presidentes de
la derecha latinoamericana que disciplinadamente están tratando de
socavar el prestigio y la fortaleza que Venezuela mantiene en la región.
El
cuarteto de Macri, Temer, Santos y Kuzinsky, junto con las repetidas
patrañas montadas por Luis Almagro desde la OEA son la plataforma en la
que el mandatario estadounidense forja su idea intervencionista.
Representan, para decirlo en lenguaje bélico, el eslabón diplomático que
necesita cualquier ejército invasor para desarrollar sus tareas
operacionales.
El otra valor agregado surge de la campaña de mentiras y tergiversación informativa vertida por el terrorismo mediático,
Ese
es el panorama que se vive actualmente:Trump y sus cómplices imaginan
una posibilidad de intervención directa para auxiliar a sus devaluados
aliados internos. Cuenta adicionalmente para ello con el auxilio del
paramilitarismo colombiano que ya ha logrado perforar la frontera
caliente que separa a ambos países.
Si bien el conjunto de
estos elementos hostiles no han podido quebrar la férrea unidad cívico
militar bolivariana, es muy probable que indaguen sobre nuevos recursos
que pueden terminar en acciones militares típicas de la guerra
asimétrica.
Frente a toda esta algarada
belicista, por ahora verbal pero que hay que tener en cuenta en
cualquier tipo de análisis defensivo, hay un elemento a cuidar y
proteger siempre: el pueblo venezolano. Esos hombres y mujeres que
pelean diariamente contra la guerra económica, el desabastecimiento, la
especulación, los ataques xenófobos. Gente sencilla y concientizada
dispuesta a sostener una Revolución que los ha dignificado como jamás
ocurriera anteriormente. Ellas y ellos son quienes, en la primera línea
del frente, están dispuestos a dar batalla por todas las variantes
imaginables.
Al contrario de lo que el Imperio piensa y
desea, la Revolución está más viva que nunca. El funcionamiento a pleno
de la ANC ejerciendo la democracia directa, dando las respuestas que el
país necesita. También, y esto es importante destacarlo, se han obtenido
rotundos éxitos en la lucha anti-terrorista al producirse las
detenciones de los atacantes del cuartel de Paramacay, demostrando en la
práctica que nadie que ataque a la Revolución saldrá impune.
Es
precisamente a partir de esta realidad que la solidaridad internacional
se hace sumamente necesaria. Imprescindible. Ya no solamente como
expresión de deseo sino con la certeza de que todos y todas en cada uno
de los países en que se encuentren, y que sientan a la Revolución
Bolivariana como propia, se preparen para defenderla hasta las últimas
consecuencias.
Frente a un ataque de tal
magnitud, no hay tercera vía frente al escenario actual. O se está con
el pueblo y el Gobierno bolivariano, apoyando sus esfuerzos de paz y
profundización de la Revolución, o se hipotecan la dignidad y los
valores fundamentales de una Nación que se pretenda soberana, formando
parte de la agresión imperial.
Quienes
reivindicamos el legado del Comandante Hugo Chávez, que es el de San
Martín y Bolívar, y a su vez defendemos la Independencia de nuestros
pueblos y creemos que hay otro mundo donde el “vivir bien” sea posible
para las grandes mayorías, debemos hacerle llegar al pueblo venezolano
la más irrestricta e indeclinable adhesión en su lucha anticolonial y
antiimperial. Hoy más que nunca todas y todos somos Venezuela
bolivariana.
#TrumpVenezuelaSeRespeta
Convocamos a afianzar aún más la solidaridad con el pueblo y el gobierno bolivariano!
Chávez vive, la lucha sigue!
ADHESIONES A:
(primeras firmas)
Articulación de los Movimientos hacia el ALBA (Capítulo Argentino)
ATTAC
Barricada TV
Congreso de los Pueblos de Colombia – Capítulo Argentina
Corriente Popular Juana Azurduy
Coordinadora Resistir y Luchar
Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía
Frente Popular Darío Santillán
Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional
Movimiento Político y Social Marcha Patriótica – Capítulo Argentina
Movimiento Popular La Dignidad
Movimiento Popular Patria Grande
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
Movimiento Popular Seamos Libres
Movimiento Proyecto Popular
OLP Simon Bolivar
Organización Social y Política Los Pibes
Resumen Latinoamericano
Individuales:
Vicente Zito Lema, escritor, poeta (Argentina)
Norman Briski, actor, dramaturgo (Argentina)
Carlos Aznárez, periodista (Argentina)
Dick Emanuelsson, periodista (Suecia)
Graciela Ramírez (Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos) (Cuba)
Javier Salado, periodista (Cuba)
Arleen Rodríguez Derivet, periodista (Cuba)
María Torrellas, documentalista (Argentina)
Mónica Simoncini, documentalista (Argentina)
Omar Neri, documentalista (Argentina)
Eliana Wassemann , actriz (Argentina)