El senador Iván Duque no ha
respondido directamente a ninguna de las críticas recientes sobre sus
posiciones y posibles vínculos con Soros, aparte de quejarse de una
“guerra sucia” que se libra contra él. ¿Podría ser que las elecciones de
Colombia de 2018 se conviertan en una repetición de 2010 – un concurso
ganador-ganador entre dos candidatos avalados por Soros?
Por Lia Fowler *
Enero 13 de 2017
@lia_fowler
Enero 13 de 2017
@lia_fowler
El 9 de enero, El Espectador publicó un
artículo, titulado “Los tiempos anormales de Trump”, firmado por George
Soros, el conocido administrador de fondos de riesgo de Nueva York. El
multimillonario húngaro-estadounidense comienza diciendo ” Debo decir
quién soy y en qué creo”. Parece que a través de esta pieza, escrita
“especialmente para El Espectador”, el fundador de las Open Society
Foundations intentaba presentarse a los colombianos. Lleva unas cuantas
décadas de retraso.
De hecho, Soros ha sido, al menos desde
los años noventa, una persona clave en la definición de la política de
EE.UU. hacia Colombia y también de la política interna del país. A
través de su propia red de ONG y de las que patrocina, Soros ha
emprendido un asalto de décadas a las instituciones del país con el fin
de legitimar a los grupos narcoterroristas, un objetivo que está muy
cerca de lograr. (1)
El pasado mes de diciembre, el Congreso
colombiano ratificó un “acuerdo de paz” entre el gobierno del presidente
Juan Manuel Santos y el grupo narcoterrorista conocido como FARC,
haciendo caso omiso del hecho de que el acuerdo fue rechazado por un
plebiscito nacional el 2 de octubre. El principal cartel del
narcotráfico del mundo tiene garantizadas curules no elegidas en el
Congreso, Santos tiene poderes por decreto y Colombia se está
convirtiendo rápidamente en un narcoestado fallido. El camino para este
fin fue pavimentado y financiado por George Soros, y logrado a través de
un triple enfoque: el debilitamiento del Estado y sus instituciones, el
bloqueo de los esfuerzos de erradicación de cultivos ilícitos y la
promoción de la legalización y despenalización de las drogas.
Con el pretexto de promover los Derechos
Humanos, en 1978 Soros cofundó Human Rights Watch (originalmente
Helsinki Watch). No sólo aportó a la ONG cientos de millones de dólares,
a través de la Open Society Foundation, (2) sino que también se sienta
en su Consejo Asesor para las Américas. En los años noventa, HRW, junto
con Amnistía Internacional, (3) la Oficina de Washington para América
Latina (WOLA)(4) y las Brigadas Internacionales de Paz (5), todos
patrocinados por la Open Society, comenzaron a definir al ejército
colombiano como un violador sistemático de los derechos humanos. De
hecho, durante los gobiernos de Ernesto Samper (1994-1998), acusado por
los Estados Unidos de financiar su campaña presidencial con el dinero de
un cartel de la droga, y Andrés Pastrana (1998-2002), los esfuerzos
combinados de las ONG patrocinadas por Soros lograron desmantelar el
ejército, obstaculizar sus operaciones y retirar a sus principales
comandantes por medio de acusaciones falsas de abusos contra los
derechos humanos.
A mediados y finales de los noventa hubo
una batalla en el interior del gobierno de los Estados Unidos entre el
Departamento de Estado y el Pentágono con respecto a la naturaleza de
los grupos terroristas FARC y ELN. Myles Frechette, ex embajador de
Estados Unidos en Colombia, insistió en que no había evidencia de ningún
vínculo entre estas organizaciones terroristas y el narcotráfico,
aserto que las FARC reprodujeron en varias comunicaciones, incluyendo
una “Carta abierta al pueblo estadounidense” de 1998. (6) Frechette
trabaja actualmente con Soros en el Consejo Asesor de HRW.
El general Barry McCaffrey, asesor de la
política de drogas en EE. UU., declaró en 1996 que las FARC y el ELN
eran una fuerza narcoguerrillera. La opinión del Pentágono resultó ser
verdad, ya que las FARC son ahora reconocidas como el principal cartel
de cocaína del mundo.
HRW y otras ONG fundadas por Soros,
dirigieron una campaña implacable contra las Fuerzas Armadas de Colombia
y sus miembros. En un informe de 1996 titulado “Redes de asesinos de
Colombia: la alianza militar-paramilitar y los Estados Unidos”, (7) HRW
escribió: “Con el objetivo de declarar una guerra contra las drogas,
Estados Unidos ha armado, entrenado y asesorado a las Fuerzas Armadas de
Colombia, a pesar de su desastroso historial en temas de derechos
humanos”. El informe continuó acusando al general jubilado Farouk Yanine
Díaz y al general Harold Bedoya, entre otros, de confabularse con
grupos paramilitares para cometer o encubrir atrocidades.
Estas acusaciones constantes fueron
amplificadas por los medios de comunicación estadounidenses vinculados a
Soros. El principal de ellos era The Washington Post. No es de extrañar
que Len Downie, editor ejecutivo de este diario entre 1991 y 2008, y su
actual vicepresidente, también sea miembro del consejo del Centro de
Información Investigativa, que ha recibido más de un millón de dólares
de la Open Society de Soros.
En un artículo del Washington Post de
1997 titulado “A medida que su guerra civil se intensifica, Colombia
emerge como la Bosnia de Sudamérica” y firmado por Ana Carrigan y Robert
O. Weiner, los autores calificaron la supuesta connivencia entre
militares y narcotraficantes en una “guerra sucia” y la comparó con la
limpieza étnica de Bosnia. “Los paramilitares masacran [civiles],
cumpliendo el deseo de los militares de contar con un alto número de
cadáveres y permitir a sus patrocinadores consolidar y expandir sus
tierras”, agregaron, sin proporcionar ninguna base para estas
afirmaciones.
Ana Carrigan, coautora del artículo de
1997, es escritora de OpenDemocracy, una organización financiada
principalmente por Open Society y Open Society Initiative for Europe.
(8) El propio Soros es columnista de OpenDemocracy. Su cobertura
continua del conflicto colombiano ha mantenido una orientación
pro-terrorista a lo largo de los años. También es autora del libro El
Palacio de Justicia: una tragedia colombiana, en el que falsamente
afirmó que fueron los militares, y no los terroristas del M-19, quienes
asesinaron a la mayoría de las víctimas durante el ataque terrorista del
M-19 al Palacio de Justicia en 1985. Una crítica del libro que publicó
Rex A. Hudson señaló las muchas falacias de Carrigan, entre las que
destaca su dependencia de fuentes anónimas y su desdén por el testimonio
de sobrevivientes creíbles. El libro sigue siendo uno de los pocos
relatos de la masacre del M-19 que se han publicado en lengua inglesa.
(9)
En artículo publicado en el Washington
Post en mayo de 1998, Bernard Aronson, ex funcionario del Departamento
de Estado, promovió el falso relato militar-paramilitar de HRW,
escribiendo que, al ayudar a los militares colombianos, Estados Unidos
se arriesgó a “aliarse con fuerzas paramilitares que habían masacrado
recientemente a 21 civiles, incluido un niño de cuatro años, en un
remoto pueblo en territorio controlado por la guerrilla”. Aronson
propuso en cambio que las FARC y el ELN podrían ayudar a erradicar los
campos de coca a cambio de la ayuda estadounidense y una cuota de poder
en Colombia. (10)
Aronson fue y sigue siendo miembro del
Think Tank Diálogo Interamericano, financiado indirectamente por Soros, a
través de la Fundación Avina, la cual figura en un puesto destacado
entre los principales donantes de dicho Think Tank y recibe financiación
de la Open Society. Además, Michael Schifter, el director de Diálogo
Interamericano, participa en el Consejo Asesor de HRW junto con Soros.
Con la reciente ratificación del acuerdo entre Santos y las FARC,
Aronson no sólo vio concretada su propuesta de 1998, sino que ayudó a
diseñarla desde 2015 como enviado especial del presidente Obama a las
conversaciones de paz que condujeron a dicho acuerdo.
En 1998, Soros completó su labor de
influir en el Departamento de Estado con el nombramiento de Harold Koh
como secretario de Estado adjunto para la Democracia, los Derechos
Humanos y el Trabajo. En un flagrante conflicto de intereses, Koh fue
también miembro del consejo de administración de HRW. (11)
“El principal mecanismo de la campaña de
difamación contra los militares colombianos es el Informe de Derechos
Humanos que el Departamento de Estado presenta cada año al Congreso de
los Estados Unidos”, escribió Miguel Posada (mi padre), fundador del
Centro de Análisis Sociopolíticos y Verdad Colombia en un artículo de
marzo de 2000 de la Asociación Interamericana de Prensa Económica. (12)
Durante muchos años, el informe del Departamento de Estado era casi una
copia exacta del informe de Soros y HRW.
Los logros de Soros a través de su
influencia en el Departamento de Estado incluyeron lo siguiente: El
desmantelamiento de la Brigada XX de Inteligencia
(13) en 1998 (acusada por el Departamento de Estado –de acuerdo con el Washington Post– “de promover las actividades de escuadrones de la muerte”); el bloqueo de millones de dólares en la asistencia de los Estados Unidos, como se describe en los informes de HRW para todos los años pertinentes; y la destitución de cientos de oficiales. (14)
Los resultados de esta política de
Estados Unidos, financiada por Soros , hacia Colombia fue desastrosa.
Según estadísticas de la Universidad Militar Nueva Granada, entre 1990 y
2000, el número de terroristas de las FARC pasó de unos 8.000 a más de
20.000; los del ELN, de 2.000 a 4.500, y los paramilitares
quintuplicaron su fuerza, de 1.800 a más de 10.000 terroristas. En ese
tiempo, alrededor de 7.000 niños fueron reclutados por estos grupos
terroristas.
Entre los oficiales destituidos gracia a
HRW y a la presión del Departamento de Estado estaba el general Harold
Bedoya, comandante de las Fuerzas Armadas, que se vio obligado a
retirarse en 1997. Un informe de 1998 de HRW titulado “Guerra Sin
Cuartel: Colombia y el derecho internacional humanitario” (15) afirma:
“En 1997, el gobierno de Colombia obligó al retiro del general Harold
Bedoya, cuya hostilidad hacia los derechos humanos y cuya relación a lo
largo de toda su carrera con el dramático aumento de las operaciones
conjuntas entre el Ejército y los paramilitares son bien conocidos”.
De hecho, nunca hubo pruebas creíbles de
que el general Bedoya tuviera vínculos con paramilitares. Como sucede
con la mayoría de la información que publica HRW y divulgan sus socios
de los medios de comunicación, las acusaciones no fueron fundamentadas.
Según la ONG Monitor, las publicaciones de HRW “reflejan la ausencia de
estándares profesionales, metodologías de investigación y conocimientos
militares y legales” (16)
Entonces, ¿dónde obtuvieron esta
información? Mientras que los informes de HRW no identifican a las
organizaciones que proporcionan la información en sus agradecimientos,
alegando razones de seguridad, una revisión del contenido de sus
informes sugiere quiénes podrían ser, entre ellos: la Comisión
Colombiana de Juristas (CCJ), la Comisión Intereclesial de Justicia y
Paz (CIJP), el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) y la
Corporación Colectiva de Abogados José Alvear Restrepo (CCAJAR).
Curiosamente, todas estas ONGs son apoyadas por las Brigadas
Internacionales de Paz, que reciben fondos directamente de la Open
Society de Soros.
Alirio
Uribe Muñoz, antiguo terrorista del M19 y actual congresista del Polo
Democrático, fue presidente del Colectivo Alvear Restrepo
Después de su retiro forzada, el general
Bedoya, se lanzó a la campaña presidencial para las elecciones de 1998.
Sus plataformas consistían en oponerse a las políticas de
apaciguamiento del gobierno de Samper y combatir directamente el
narcoterrorismo. En los meses previos a la elección, tres oficinas de
campaña de Bedoya fueron bombardeadas y en mayo, asesinaron al asesor de
campaña de Bedoya, el ex ministro Fernando Landazábal. A pesar de haber
sido derrotado en las elecciones, el general Bedoya continuó sus
esfuerzos para combatir la propaganda pro-FARC patrocinada por Soros en
los Estados Unidos, incluyendo compromisos de discurso en el Instituto
Schiller y el Club Nacional de Prensa.
Bedoya se encontró, en todo momento, con
intensas campañas de difamación tanto en Estados Unidos como en
Colombia. En los Estados Unidos, grupos pro-FARC se abalanzaron sobre el
uso de la palabra “patria” en español, que tradujeron como “fatherland”
(en lugar del “país” más apropiado) para hacer comparaciones con
Hitler. A partir de ahí, los medios de comunicación de los Estados
Unidos y las ONG comenzaron a describir al general Bedoya como fascista.
En 1999, por ejemplo, un corréo electrónico del Colombian Labor
Monitor, una ONG cuya financiación se desconoce, declaró: “El fascista
colombiano general Bedoya hablará en el Club Nacional de Prensa”. (17)
El Equipo Nizcor y Derechos Human Rights, miembros del GILC, financiado
por Soros, (18) incluyeron al general Bedoya en una lista de “notorios
graduados colombianos de la Escuela de las Américas” y lo acusaron de
organizar escuadrones de la muerte, (19) acusaciones extraídas
directamente de los informes de HRW y de los comunicados de las FARC.
(20)
Las acusaciones tuvieron eco en
Colombia. Refiriéndose al general Bedoya en un artículo de febrero de
1998 en El Tiempo, Iván Duque, ahora senador por el Centro Democrático
(CD), escribió: “Falta seriedad y es desagradable escuchar esa narración
fascista a finales del siglo siglo XX”. Esto no sorprende. En un
escrito publicado en abril de 2010 en Portafolio y titulado “Lecciones
de Soros”, Duque escribió acerca de la “riqueza intelectual” de Soros y
promovió sus ideas. (21) Ya sea por ignorancia o intencionadamente,
Duque no hizo mención alguna al papel que Soros había desempeñado en la
política colombiana en los últimos quince años.
Saltemos al presente. Los “acuerdos de
paz” ratificados el año pasado los comenzó Santos –cuyos nexos con Soros
están ampliamente documentados¬– y han contado con el respaldo de una
intensa campaña de propaganda patrocinada por Soros en el país y en el
exterior.
Específicamente, el cabildeo a favor de
Santos en Estados Unidos lo llevó a cabo en primer lugar Diálogo
Interamericano, entidad cuya relación con Soros se explicó en detalle
arriba, y el Atlantic Council, otro Think Tank que incluye a la Open
Society en la lista de sus financiadores. (22) La administración Obama
prestó un claro respaldo a las negociaciones y devolvió al escenario a
los actores clave relacionados con Soros en los años noventa para ayudar
a consolidar el acuerdo: Harold Koh, que una vez formó parte del
consejo de administración de HRW, fue nombrado consejero jurídico del
Departamento de Estado en 2009; Y Bernard Aronson fue nombrado enviado
especial para las negociaciones en 2015. El dudoso papel de Aronson en
las negociaciones fue el tema de mi artículo de abril de 2016: “Bernard
Aronson: El conflicto de intereses de ‘Nuestro Hombre en La Habana’”.
(23)
La cobertura periodística de las
negociaciones de paz en los Estados Unidos fue predominantemente
pro-Santos-FARC, lo que implícitamente significó pro-Cuba, ya que las
FARC han sido patrocinadas y entrenadas por Cuba y Cuba fue promotora y
anfitriona del acuerdo. Esa cobertura en Estados Unidos la lideraba, de
nuevo, el Washington Post, a través de las muchas columnas del
periodista Nick Miroff. (24) Su sesgo quedó resumido en un espantoso
tuit del 6 de enero de 2017. En respuesta a las fotografías de los
verificadores de las Naciones Unidas que bailan con las niñas de las
FARC –cuya presencia entre las FARC constituye un crimen de guerra–
escribió: “Por el bien de la paz en Colombia, alguien debería quitar
todas las cámaras de celular en El Conejo”. El problema, para Miroff, no
era que los observadores de la ONU estuvieran bailando con las víctimas
de reclutamiento infantil, sino que se tomaron fotos de ello.
El caso es que Miroff no es imparcial en
absoluto. Su esposa es Camila Piñeiro, hija del notorio oficial cubano
de inteligencia Manuel Piñeiro. Piñeiro fue el jefe de la DGLN del
régimen de Castro, encargado de organizar y apoyar a las guerrillas en
las Américas, entre ellas las FARC. Camila Piñeiro trabaja para el
Centro de Estudios de la Economía Cubana patrocinado por el Estado
cubano en la Universidad de La Habana.
En Colombia, muchas ONG que promueven y
ayudan a orquestar el acuerdo entre Santos y las FARC, y que se encargan
de las campañas de difamación contra sus oponentes, han sido
financiadas por la Open Society. Entre ellas:
La Corporación Nuevo Arcoíris (25)
incluye a la Open Society entre sus benefactores. Creada por el
terrorista amnistiado del ELN León Valencia, el Think Tank hace
propaganda del acuerdo Santos-FARC. Además, Soros está vinculado a
Valencia y lo promueve a través de diversos proyectos. En 2015, por
ejemplo, Alerta Democrática –una organización fundada por la Open
Society Foundation, la Fundación Avina (patrocinada por Soros) y la
Fundación Ford– realizaron una labor de ocho meses para “Mapear el
futuro de la democracia en América Latina”. A Colombia la representaba
León Valencia, nombrado Director Ejecutivo de su otra ONG, La Fundación
Paz y Reconciliación. (26)
DeJusticia, otra entidad financiada por
las Open Society Foundations tiene por líder a Rodrigo Uprimny, (27) el
cual es un actor clave en la elaboración del acuerdo de paz y el
silenciamiento de cualquier oposición al gobierno. Uprimny, uno de los
“arquitectos” del sistema de justicia transitorio del acuerdo
Santos-Farc, ayudó a diseñar el sistema que provee impunidad a los
terroristas de las FARC. También fue el patrocinador de una denuncia
ante un alto tribunal que impugnó el puesto del entonces procurador
general Alejandro Ordóñez, el cual dirigió la única entidad
gubernamental que se opuso al acuerdo Santos-FARC. Como resultado de la
demanda de Uprimny, Ordóñez fue destituido por el Consejo de Estado.
(28)
Uprimny también lleva un blog en otra
entidad patrocinada por Soros, La Silla Vacía, un portal de noticias que
se define como “independiente” y fue creado por Juanita León (29)
miembro de la Open Society. Catalina Botero, también miembro de
DeJusticia ha sido ponente en eventos patrocinados por la Open Society.
DeJusticia también aboga para la
despenalización y legalización de las drogas, una iniciativa clave de
Soros, que promueven muchas ONG financiadas por él, entre ellas The Drug
Policy Alliance, de cuyo consejo de administración forma parte el
propio Soros. En abril de 2016, El Tiempo publicó un artículo titulado
“Varias ONG anuncian su apoyo a la posición del gobierno en materia de
drogas”. Los grupos argumentan que las drogas deben ser tratadas como un
problema de salud pública y no como una cuestión penal. Algunas de las
entidades mencionadas fueron DeJusticia, y Cesed (un grupo de la
Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes), ambas financiadas
por Soros, y la Open Society Foundation.
Lo que da forma al relato de la historia
del narcoterrorismo en Colombia, al que todas las organizaciones
mencionadas y otras aluden como “el conflicto” es el proyecto Verdad
Abierta, de la Open Society Foundation. La editora jefe de esta revista
en línea es María Teresa Ronderos, directora del Programa de Periodismo
Independiente de la Open Society Foundation. Antes de eso, Ronderos
trabajó en Semana, una revista copiosamente financiada con recursos
públicos que promueve la agenda Santos-FARC y toma parte en el proyecto
Verdad Abierta. (30)
En aras de acallar la oposición al
acuerdo de paz, la Open Society Foundation también ha financiado
Colombia Check, un portal en línea que pretende exponer “noticias
falsas”. (31) El sitio intenta “desacreditar” las noticias negativas
sobre el gobierno de Santos y el acuerdo de paz, y a menudo ataca a sus
oponentes, incluyendo al ex presidente Álvaro Uribe, al destituido
procurador general Alejandro Ordóñez, e incluso a esta periodista,
específicamente un artículo que escribí en 2016 titulado “¿Paz a cambio
de petróleo?” (32)
Con las organizaciones patrocinadas por
Soros –Think Tanks estadounidenses y colombianos, medios informativos y
ONG– y los funcionarios del Departamento de Estado alineados con los
mercachifles de la paz de Santos y las FARC, pareció un milagro que los
promotores de la votación contra el acuerdo obtuvieran una victoria el 2
de octubre. Pero de nada sirvió. El resultado del plebiscito fue
retirado sin una palabra de las organizaciones y filiales de la
“construcción de la democracia” de Soros.
El promotor más visible del voto por el
No fue el Centro Democrático (CD) del ex presidente Uribe. Por eso es
preocupante que Iván Duque, que en 1998 tomó parte en la campaña de
difamación contra el general Bedoya y respalda las ideas de Soros, sea
uno de los principales precandidatos de ese partido para las elecciones
de 2018. No cabe dudar de la relación de Duque con Soros y sus ideas.
Según su biografía, fue, en algún momento, ganador de una beca del
National Democratic Institute (NDI), una organización financiada por
Soros. Como empleado del Banco Interamericano de Desarrollo, elaboró
junto con Felipe Buitrago un documento llamado “La economía naranja”. En
2013, Buitrago promovió la “economía naranja” en el seminario global de
Salzburgo, una organización patrocinada por la Open Society. (33-34)
Obviamente es posible que las opiniones
del senador hayan cambiado. Le escribí a él y al jefe del CD, dando a
Duque la oportunidad de aclarar el contexto de sus artículos de 1998 y
2010 y describir la naturaleza de la beca del NDI. También pedí una
copia de su tesis de la Universidad, que explicó en una entrevista (35)
con la Universidad Sergio Arboleda fue sobre el tema de los “derechos
humanos”. Dado el momento en que podría haber escrito su tesis, sería
interesante para el público saber si la información en que se basó
provenía de organizaciones financiadas por Soros y si se hizo eco de su
propaganda. Pero el senador nunca respondió. De hecho, el propio Duque
no ha respondido directamente a ninguna de las críticas recientes sobre
sus posiciones y posibles vínculos con Soros, aparte de quejarse de una
“guerra sucia” que se libra contra él.
Sus partidarios, sin embargo, no han
permanecido callados sino que han publicado numerosos escritos sobre el
asunto. Curiosamente, aparte de sus organizadores de campañas, la
defensa más ferviente no ha venido de sus compañeros de partido, sino de
León Valencia, Rodrigo Uprimny, La Silla Vacía y la revista Semana,
todos los principales propagandistas de Soros en Colombia.
Es importante que el Senador Duque
preste atención a estas inquietudes. El escrito autopromocional de Soros
en El Espectador sugiere que todas sus fichas están en su lugar y está
listo para salir de las sombras, desde donde ha hecho tanto daño a
Colombia durante más de veinte años. Una medida tan audaz sugiere que
confía en que los resultados de las elecciones presidenciales de 2018
serán favorables a su agenda. Con el CD ganando el último voto popular
–el plebiscito– y con un rechazo de alrededor del 80 por ciento de la
población a los puntos principales del acuerdo con las FARC, uno se
pregunta cómo puede estar tan seguro. ¿Podría ser que las elecciones de
Colombia de 2018 se conviertan en una repetición de 2010 – un concurso
ganador-ganador entre dos candidatos avalados por Soros?
*Lia Fowler es una periodista estadounidense y ex agente especial del FBI.
_______________________________________
(1) http://www.elespectador.com/noticias/elmundo/los-tiempos-anormales-de-trump-articulo-673754
(2) http://www.ngo-monitor.org/ngos/human_rights_watch_hrw_/
(3) http://www.discoverthenetworks.org/viewSubCategory.asp?id=1237
(4) https://www.wola.org/finances/
(5) https://www.peacebrigades.org
(6) http://www.larouchepub.com/eiw/public/1998/eirv25n24-19980612/eirv25n24-19980612_054-the_bush_factor_in_us_colombia_p.pdf
(7) https://www.hrw.org/legacy/spanish/informes/1996/colombia6.html
(8) https://www.opendemocracy.net/about/supporters
(9) http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/09546559508427301?journalCode=ftpv20
(10) https://www.washingtonpost.com/archive/opinions/1998/05/21/colombias-chance-for-peace/855fd330-f8f9-413f-a645-9babbd6167b1/?utm_term=.85f7b4ec922c
(11) https://www.hrw.org/legacy/reports98/police/uspo03.htm
(12) http://www.analitica.com/opinion/opinion-internacional/la-otra-guerra-en-colombia-el-departamento-de-estado-vs-el-pentagono/
(13) https://www.washingtonpost.com/archive/politics/1998/05/21/colombia-disbands-controversial-army-brigade/65bb408f-0df6-43b5-8533-688818b94346/?utm_term=.4c67694eb4d4
(14) http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1281981
(15) https://www.hrw.org/legacy/spanish/informes/1998/guerra3A.html#estado
(16) http://www.sourcewatch.org/index.php/Peace_Brigades_International
(17) http://www.lyndonlarouche.org/larouche-bedoya-press-club.htm
(18) http://gilc.org/about/members.html
(19) http://www.derechos.org/soa/colom-not.html
(20) http://www.nodo50.org/garibaldi/contenido/colombia/articulos/PARAMILITARISMO.htm
(21) http://www.portafolio.co/opinion/ivan-duque-marquez/lecciones-soros-117928
(22) http://www.atlanticcouncil.org/support/supporters
(23) http://www.periodismosinfronteras.org/bernard-aronson-the-conflicting-interests-of-our-man-in-havana.html
(24) https://www.washingtonpost.com/people/nick-miroff/?utm_term=.2b2b8c190557
(25) https://www.arcoiris.com.co/¿quienes-somos/
(26) https://www.wilsoncenter.org/sites/default/files/press_release_-_alerta_democratica.pdf
(27) http://lasillavacia.com/historia/los-super-poderosos-de-las-ong-45724
(28) http://www.eltiempo.com/politica/justicia/rodrigo-uprimny-autor-de-la-demanda-que-saco-al-procurador/16694805
(29) https://www.opensocietyfoundations.org/about/programs/open-society-fellowship/grantees/juanita-leon
(30) https://www.opensocietyfoundations.org/people/maria-teresa-ronderos
(31) http://colombiacheck.com/
(32) http://www.periodismosinfronteras.org/peace-for-oil.html
(33) http://www.salzburgglobal.org/fileadmin/user_upload/Documents/2010-2019/2013/503/503_FINAL_Report.pdf
(34) http://www.salzburgglobal.org/who-we-work-with/institutional-support/donors.html
(35) http://www.usergioarboleda.edu.co/consejero-principal-ante-el-bid-es-sergista-ivan-duque-marquez/
(2) http://www.ngo-monitor.org/ngos/human_rights_watch_hrw_/
(3) http://www.discoverthenetworks.org/viewSubCategory.asp?id=1237
(4) https://www.wola.org/finances/
(5) https://www.peacebrigades.org
(6) http://www.larouchepub.com/eiw/public/1998/eirv25n24-19980612/eirv25n24-19980612_054-the_bush_factor_in_us_colombia_p.pdf
(7) https://www.hrw.org/legacy/spanish/informes/1996/colombia6.html
(8) https://www.opendemocracy.net/about/supporters
(9) http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/09546559508427301?journalCode=ftpv20
(10) https://www.washingtonpost.com/archive/opinions/1998/05/21/colombias-chance-for-peace/855fd330-f8f9-413f-a645-9babbd6167b1/?utm_term=.85f7b4ec922c
(11) https://www.hrw.org/legacy/reports98/police/uspo03.htm
(12) http://www.analitica.com/opinion/opinion-internacional/la-otra-guerra-en-colombia-el-departamento-de-estado-vs-el-pentagono/
(13) https://www.washingtonpost.com/archive/politics/1998/05/21/colombia-disbands-controversial-army-brigade/65bb408f-0df6-43b5-8533-688818b94346/?utm_term=.4c67694eb4d4
(14) http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1281981
(15) https://www.hrw.org/legacy/spanish/informes/1998/guerra3A.html#estado
(16) http://www.sourcewatch.org/index.php/Peace_Brigades_International
(17) http://www.lyndonlarouche.org/larouche-bedoya-press-club.htm
(18) http://gilc.org/about/members.html
(19) http://www.derechos.org/soa/colom-not.html
(20) http://www.nodo50.org/garibaldi/contenido/colombia/articulos/PARAMILITARISMO.htm
(21) http://www.portafolio.co/opinion/ivan-duque-marquez/lecciones-soros-117928
(22) http://www.atlanticcouncil.org/support/supporters
(23) http://www.periodismosinfronteras.org/bernard-aronson-the-conflicting-interests-of-our-man-in-havana.html
(24) https://www.washingtonpost.com/people/nick-miroff/?utm_term=.2b2b8c190557
(25) https://www.arcoiris.com.co/¿quienes-somos/
(26) https://www.wilsoncenter.org/sites/default/files/press_release_-_alerta_democratica.pdf
(27) http://lasillavacia.com/historia/los-super-poderosos-de-las-ong-45724
(28) http://www.eltiempo.com/politica/justicia/rodrigo-uprimny-autor-de-la-demanda-que-saco-al-procurador/16694805
(29) https://www.opensocietyfoundations.org/about/programs/open-society-fellowship/grantees/juanita-leon
(30) https://www.opensocietyfoundations.org/people/maria-teresa-ronderos
(31) http://colombiacheck.com/
(32) http://www.periodismosinfronteras.org/peace-for-oil.html
(33) http://www.salzburgglobal.org/fileadmin/user_upload/Documents/2010-2019/2013/503/503_FINAL_Report.pdf
(34) http://www.salzburgglobal.org/who-we-work-with/institutional-support/donors.html
(35) http://www.usergioarboleda.edu.co/consejero-principal-ante-el-bid-es-sergista-ivan-duque-marquez/