El líder ruso está montando una enorme misión militar para tomar el control del bastión del grupo terrorista de Raqqa.
La ciudad es la auto-declarada capital de ISIS en Siria y es patrullada por hasta 5.000 miembros jihadistas.
Putin está dispuesto a movilizar a 150.000 reservistas que reclutó en el ejército en enero.
Ayer, Putin insinuó que estaba listo para unir sus fuerzas con Occidente para enfrentar el estado islámico.
Él dijo: "Juro que si ISIS comete un ataque terrorista en Rusia, en media hora Arabia Saudita es destruida"