Posted: 26 Sep 2017 07:42 AM PDT
El Suddeustche Zeitung
reveló que se hizo un envío de armas a los "rebeldes" sirios desde el
cuartel general de la fuerza aérea de Estados Unidos en Europa, con sede
en la base aérea de Ramstein, en Alemania.
El armamento en cuestión, principalmente fusiles de asalto Kalachnikov y morteros acompañados de sus correspondientes municiones, fue transferido del arsenal de la marina de guerra de Estados Unidos en Crane (Estado de Indiana) al arsenal de las fuerzas terrestres estadounidenses en Miesau, Alemania.
Ese tráfico es la continuación de la operación Timber Sycamore, concebida por el general David Petraeus en sus tiempos de director de la CIA, y se inició en 2013, o sea mucho antes de la creación del Emirato Islámico (Daesh). El papel desempeñado por la base aérea de Ramstein fue revelado, en diciembre de 2015, por el diario serbio Vecernje Novosti.
Justo antes de las elecciones federales alemanas, el Suddeutsche Zeitung se interesó particularmente por el aspecto jurídico de su descubrimiento.
El Mando de las Operaciones Especiales estadounidense pidió a 4 empresas contratistas que no declararan la naturaleza de los cargamentos que transportaban a sabiendas de que el gobierno alemán habría podido oponerse a la implementación de ese tráfico en su territorio. El fiscal general alemán ya abrió una investigación preliminar para determinar si el Pentágono y el gobierno de la canciller Angela Merkel respetaron o no el derecho alemán.
En todo caso, la legislación alemana prohíbe el traspaso de armas a países en guerra. Pero el gobierno de Angela Merkel ya autorizó anteriormente el envío de armas a Arabia Saudita en el marco del tráfico implementado por Azerbaiyán y su compañía aérea Silk Way. Era imposible que el gobierno alemán ignorara que los destinatarios finales del armamento en cuestión eran los yihadistas que operan contra Siria.
La base de Ramstein ya estuvo implicada en el escándalo de los secuestros y las cárceles secretas de la CIA, así como en asesinatos selectivos perpetrados con drones en el Medio Oriente ampliado. A causa del acuerdo de extraterritorialidad que protege a las fuerzas militares de Estados Unidos en Alemania, los magistrados y parlamentarios de este último país no han podido obtener acceso a esa base, bajo control de la fuerza aérea de Estados Unidos.
Pero lo más interesante es un descubrimiento incidental cuya importancia no parece haber notado el diario alemán. Según varios documentos del ejército de Estados Unidos, el Pentágono abrió una licitación para adquirir armamento fabricado en la antigua Unión Soviética por valor de 500 millones de dólares. Ese contrato fue atribuido en agosto de 2017 y el destino de algunos cargamentos de armas fue modificado entonces para enviarlos a Croacia.
Después del fracaso de las "primaveras árabes", que condujeron al ascenso de al-Nusra y Daesh, el Pentágono planifica ahora una nueva guerra contra Siria, recurriendo esta vez al uso de combatientes kurdos, que recibirían esos 500 millones de dólares en armamento.
Este nuevo conflicto podría estallar en las próximas semanas, después del anuncio de la independencia del Kurdistán iraquí.
El armamento en cuestión, principalmente fusiles de asalto Kalachnikov y morteros acompañados de sus correspondientes municiones, fue transferido del arsenal de la marina de guerra de Estados Unidos en Crane (Estado de Indiana) al arsenal de las fuerzas terrestres estadounidenses en Miesau, Alemania.
Ese tráfico es la continuación de la operación Timber Sycamore, concebida por el general David Petraeus en sus tiempos de director de la CIA, y se inició en 2013, o sea mucho antes de la creación del Emirato Islámico (Daesh). El papel desempeñado por la base aérea de Ramstein fue revelado, en diciembre de 2015, por el diario serbio Vecernje Novosti.
Justo antes de las elecciones federales alemanas, el Suddeutsche Zeitung se interesó particularmente por el aspecto jurídico de su descubrimiento.
El Mando de las Operaciones Especiales estadounidense pidió a 4 empresas contratistas que no declararan la naturaleza de los cargamentos que transportaban a sabiendas de que el gobierno alemán habría podido oponerse a la implementación de ese tráfico en su territorio. El fiscal general alemán ya abrió una investigación preliminar para determinar si el Pentágono y el gobierno de la canciller Angela Merkel respetaron o no el derecho alemán.
En todo caso, la legislación alemana prohíbe el traspaso de armas a países en guerra. Pero el gobierno de Angela Merkel ya autorizó anteriormente el envío de armas a Arabia Saudita en el marco del tráfico implementado por Azerbaiyán y su compañía aérea Silk Way. Era imposible que el gobierno alemán ignorara que los destinatarios finales del armamento en cuestión eran los yihadistas que operan contra Siria.
La base de Ramstein ya estuvo implicada en el escándalo de los secuestros y las cárceles secretas de la CIA, así como en asesinatos selectivos perpetrados con drones en el Medio Oriente ampliado. A causa del acuerdo de extraterritorialidad que protege a las fuerzas militares de Estados Unidos en Alemania, los magistrados y parlamentarios de este último país no han podido obtener acceso a esa base, bajo control de la fuerza aérea de Estados Unidos.
Pero lo más interesante es un descubrimiento incidental cuya importancia no parece haber notado el diario alemán. Según varios documentos del ejército de Estados Unidos, el Pentágono abrió una licitación para adquirir armamento fabricado en la antigua Unión Soviética por valor de 500 millones de dólares. Ese contrato fue atribuido en agosto de 2017 y el destino de algunos cargamentos de armas fue modificado entonces para enviarlos a Croacia.
Después del fracaso de las "primaveras árabes", que condujeron al ascenso de al-Nusra y Daesh, el Pentágono planifica ahora una nueva guerra contra Siria, recurriendo esta vez al uso de combatientes kurdos, que recibirían esos 500 millones de dólares en armamento.
Este nuevo conflicto podría estallar en las próximas semanas, después del anuncio de la independencia del Kurdistán iraquí.
"Heikle Fracht aus Ramstein", "Millionen Schuss Munition für Kalaschnikows", Frederik Obermaier y Paul-Anton Kruger, Süddeutsche Zeitung, 12 y 20 de septiembre de 2017.