Con una tasa de 25,2 por cada 100.000 habitantes en el 2016, Colombia aún supera la tasa de homicidios en América Latina.
Con una tasa de 25,2 por cada 100.000 habitantes en el 2016, Colombia aún supera la tasa de homicidios en América Latina.
De acuerdo a una encuesta que la Fundación Ideas para la Paz (FIP) encargó al Centro Nacional de Consultoría la mayoría de los colombianos temen ser víctimas de homicidio.
Otro dato a destacar es que el 61 por ciento de los encuestados afirmó tener conocimiento de al menos un asesinato en su barrio durante los últimos 12 meses.
85 por ciento de los encuestados asociaron el temor a ser víctimas de homicidio a la delincuencia común, seguida por los conflictos entre grupos criminales con un 17 por ciento.
En cuanto a las respuestas del Estado frente a la tasa de homicidios , el 70 por ciento opinó que el gobierno debe invertir en prevención, mientras que una tercera parte señala que deben aumentar los castigos contra los delincuentes.
Teniendo en cuenta los resultados de la consulta, para la FIP resulta clave no sólo consolidar los impactos positivos de la desactivación progresiva del conflicto armado, sino responder a los desafíos vigentes, en especial a la inseguridad ciudadana y la delincuencia común.
El 28 por ciento de los preguntados respondió que su barrio ocurrió más de un homicidio durante el 2016, 20 por ciento una o dos veces al mes y 13 por ciento una dos veces a la semana. Los resultados muestran la cercanía de los ciudadanos con la violencia.
A la pregunta: “Pensando en su vida diaria, ¿cuánto temor siente de ser víctima directa de homicidio?”, el 30 por ciento de los encuestados respondió que “mucho”, el 26 por ciento “algo de temor” y el 22 “poco temor”.
En las principales ciudades de Colombia, el temor a ser víctima de homicidio por la delincuencia común (88 por ciento ) es mayor al del resto del país (82 por ciento).
La FIP revisó los registros de la Policía para saber qué relación hay entre el temor de los encuestados y la delincuencia común, y encontró que, del total de homicidios ocurridos en el 2016, solo 5,2 por ciento fueron resultado de un atraco.
Para la FIP Esto quiere decir que el temor de los encuestados no se corresponde con el escaso número de homicidios normalmente asociados con la delincuencia común.
Los resultados de la encuesta revelan que aun cuando el país ha logrado reducir significativamente su tasa de homicidios durante los últimos 27 años no se han tomado las políticas necesarias para la reducción drástica del fenómeno.
