El órgano que los representa a los informadores acusa al equipo de José Antonio Gundín de silenciar el referéndum de Catalunya y ofrecer una visión "parcial y sesgada"
Imagen de la redacción de TVE con periodistas protestando por la cobertura del 1-O con carteles de vergüenza y vergonya. /
Para argumentar tan grave acusación, los periodistas razonan que “solo así se puede explicar que casi todo el día el Canal 24 Horas fuera dedicado a tertulias de opinión y que durante la mañana La 1 sólo cortase su programación para un breve avance informativo a las 12.00 y para la declaración de la vicepresidenta del Gobierno (Soraya Sáenz de Santamaría) a las 13.45”. Lo ocurrido por la tarde, según la nota, vino a confirmar la “imprevisión absoluta” de sus jefes “con la emisión de una película que fue sucesivamente cortada para emitir las previsibles declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el líder de la oposición, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera”.
Cargas policiales ocultas
Pero la cosa no quedó ahí, porque “en el colmo de la incompetencia o la mala práctica”, ni TVE-1 ni el Canal 24 Horas “recogieron en directo las palabras del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en las que avanzó la posibilidad de una declaración unilateral de independencia”. Para los profesionales de la casa todo esto, con ser denunciable, no es lo peor: “Lo más grave es que en los informativos se minimizó la información sobre lo que estaba ocurriendo en las calles de Barcelona y otras localidades catalanas, con actuaciones de las fuerzas del orden público y votaciones que sí se vieron en otras cadenas”.El Consejo continúa su nota recordando que estas prácticas para silenciar en la televisión estatal el problema de Catalunya vienen ya de lejos. “Desde el pasado 11 de septiembre el Consejo ha constatado (como se comprobará en el informe detallado que publicará a lo largo de esta semana) una deriva caracterizada por la ocultación o reducción a la mínima expresión, de informaciones esenciales para comprender la realidad de lo que ocurre en Catalunya”. Tras exigir que en TVE, “como en cualquier espacio dentro de nuestro país”, se cumpla la ley, la nota concluye con la petición de dimisión: “La actual dirección de los Servicios Informativos de TVE no tiene legitimidad moral ni cumple con la letra y el espíritu de la Ley de RTVE, recientemente reformada en el Parlamento”. En dicha ley se vuelve al sistema de designación del presidente de RTVE por mayoría cualificada del Parlamento, lo que obliga al consenso entre los diferentes partidos.