Cervantes

Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.

MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.

28 de octubre de 2017

VENEZUELA: ¿Por qué es importante para la revolución bolivariana haber recuperado el estado Miranda?

El antichavismo cae en estado de coma: cronología de un quiebre irreparable

Resumen Latinoamericano/Misión Verdad, 27 de octubre 2017.
Un estado estratégico que estuvo en manos de la oposición durante mucho tiempo, ahora su gobernación está bajo la dirección de Héctor Rodríguez. En claves, las razones por las que es trascendente que la Revolución Bolivariana haya rescatado Miranda de Primero Justicia (PJ).
La gobernación del estado Miranda estuvo al mando de Henrique Capriles Radonsky, dirigente de PJ, durante dos periodos seguidos (2008-2012, 2012-2017). Durante este tiempo la entidad ha estado signada por la desidia gubernamental regional y el aumento y expansión de los focos de violencia irregular en álgidos momentos políticos y electorales.
Este estado representa en sí uno estratégico para la estabilidad general de la región central-norte de Venezuela, es decir, es el nodo por donde circulan diariamente mercancías y personas de oriente a occidente y viceversa, viven y conviven millones de personas y representa un eje fundamental en lo político-jurídico debido a la cercanía con el Distrito Capital, donde se reúnen las sedes de los poderes públicos venezolanos.
En términos de seguridad nacional, estabilidad económica y rentabilidad política, es de suma importancia el significado de la recuperación de Miranda por parte del chavismo. A continuación las claves que permiten entender la trascendencia de dicha victoria electoral.

Vida geoeconómica y superficie poblacional

Miranda ha sido históricamente un estado en el que convergen varias facetas económicas de gran estímulo al interés nacional, sobre todo en lo agrícola, industrial y turístico. Al norte, entre montañas (como El Hatillo) y costas caribeñas como las de Barlovento, el movimiento recreativo conlleva una afluencia de visitantes de otros estados e incluso de extranjeros bastante asidua. En esas mismas coordenadas y hacia el oeste y sur del estado, las haciendas, grandes huertos y fundos campesinos proveen a las ciudades y pueblos mirandinos, así como a Caracas y otros estados aledaños, cacao, frutas, flores, hortalizas varias y cereales por toneladas.
Los sectores industriales de manufactura, por otro lado, se encuentran focalizados en distintos municipios donde concentran la mayor cantidad de población pobre y sectores de clase media baja, por lo que comprende zonas populares como barrios y residencias para nada opulentas. Por ejemplo, los municipios Sucre (Petare), Plaza (Guarenas), Guaicaipuro (Los Teques), Cristóbal Rojas (Charallave), Lander (Ocumare del Tuy). Precisamente, en estos tramos de Miranda fue donde el chavismo aumentó y consolidó la mayoría de votos que dieron como gobernador electo a Rodríguez el pasado 15 de octubre.
El último censo (2011) realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) registra una población residente de más de 2 millones 600 mil, y se estima que habría aumentado hasta 2017 a casi 3 millones. Miranda es el estado más poblado de Venezuela, luego de Zulia.
Asimismo, de los 21 municipios que componen el estado Miranda, cuatro de ellos pertenecen al Distrito Metropolitano de Caracas: Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre, que juntos suelen denominarse “Este de Caracas”. Sobre todo en los tres primeros mencionados se concentran los sectores más adinerados no sólo del estado sino del país, y que históricamente han representado, desde una perspectiva clasista, el bloque poblacional que enfrenta al chavismo, cuya mayoría social es pobre y de clase media baja.

Petare: el barrio más grande de Latinoamérica

Luego de 396 años desde su fundación, la parroquia Petare es la más voluminosa de América Latina debido a la concentración poblacional del barrio homónimo. Como todo “cordón miseria”, como eran conocidos los barrios durante las décadas de desplazamiento campesino hacia los grandes centros urbanos (1960-1970), la planificación urbanística de Petare estuvo signada por el acorralamiento entre la autopista Francisco Fajardo, la avenida Boyacá también llamada Cota Mil, zonas opulentas como Terrezas del Ávila, los centros residenciales de Palo Verde y el río Guaire, lo que significa aproximadamente el 70% del territorio del municipio Sucre.

En la imagen: vista satelital de Petare
Petare se compone asimismo de unos 50 sectores, con altos índices de violencia criminal y problemas críticos en los servicios públicos, y una población que, según el INE, está cerca de los 400 mil habitantes, es decir, aproximadamente un 46% de la población del municipio Sucre. Otros cálculos no oficiales dan a Petare una población mayor a los 500 mil habitantes en su seno, incluyendo a los no censados, entre ellos extranjeros, sobre todo colombianos, peruanos, chinos.
Múltiples reportajes, la mayoría de sesgo opositor, han reseñado la vida en Petare como una distopía hiperviolenta cuya responsabilidad principal recae sobre el Gobierno nacional, sin embargo, desde que Carlos Ocariz se hizo de la alcaldía del municipio Sucre (2008-2017) y Henrique Capriles de la gobernación de Miranda, ambos dirigentes de PJ y principales administradores de esta zona, los índices delictivos han ascendido escandalosamente, dato que no menciona la mediática antichavista.
La importancia de este barrio no sólo es por la cantidad de gente que acumula y la paraeconomía que se desarrolla en su seno, así como por la violencia criminal e incluso irregular gestadas, sino también por su dominio territorial estratégico, ya que representa el punto más al este de Caracas y la principal salida hacia Guarenas, Santa Lucía y el oriente del país.

Enlace de oriente y occidente al norte de Venezuela

Así como Petare resulta un enlace directo hacia el oriente del país, la capital del estado Miranda (Los Teques) es uno hacia el occidente de Venezuela. Miles de personas circulan todos los días por las carreteras estratégicas de la región, entre las montañas y veredas que componen la simetría natural del estado, para a ir un lado y otro de Venezuela así como para laburar en los variados centros (comerciales, industriales, agropecuarios, turísticos) que hacen vida económica en su territorio.
Miranda está ubicado en el centronorte del país, en la llamada Región Capital. Limita al norte con el estado Vargas, el Distrito Capital y el Mar Caribe (desembocadura al Océano Atlántico); al este con el estado Anzoátegui (ahora en manos de la oposición adeca), al sur con el estado Guárico y al suroeste con el estado Aragua. Su extensión de 7 mil 950 km² es tan transitada por habitantes de este y otros estados como densamente poblada.
Por ahora, tiene como medios de transporte el Sistema Ferroviario Central Ezequiel Zamora (Línea Caracas-Cúa), el Metro de Los Teques (cinco estaciones) y las vías superficiales como carreteras y las autopistas Francisco Fajardo, Prados del Este y Avenida Boyacá (Cota Mil).
Como se describe, las vías de comunicación terrestres fueron pensadas para el transporte de mercancías y personas desde las distintas ciudades y poblados del estado Miranda hacia la centralidad urbana de Caracas, donde trabajan y hacen vida comercial la mayoría de los mirandinos.
Asimismo, las carreteras sirven de comunicación directa y relativamente rápida entre los estados aledaños, Miranda y Caracas. Este factor es clave con relación a la violencia irregular por parte de bandas criminales paramilitarizadas denunciadas, documentadas y desmovilizadas por el Estado venezolano.

Corredores paramilitares y sus conexiones con dirigentes opositores en Miranda

Las capturas y desmantelamientos de grupos, individuos y campamentos involucrados en actividades criminales paramilitarizadas por parte de los cuerpos de seguridad e inteligencia del Estado venezolano han sido las muestras más clara de inserción de este tipo de violencia, visibilizada gracias a la labor estatal.
Si bien los grupos criminales paramilitarizados han emprendido sus prácticas debido a una suerte de inserción extranjera que viene desde el año 2002 aproximadamente, en el estado Miranda se han visto cómodos a los fines de enclavarse y expandirse, bajo la omisión (y a veces involucramiento) cómplice de la ex gobernación encabezada por PJ y otros actores de la dirigencia opositora.
Resaltan los siguientes hechos que fueron denunciados por el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz desde el año 2015 hasta el presente:
  • El entonces ministro Gustavo González López anunció en mayo de 2015 que estaban identificados los financistas de la banda criminal paramilitar “Gamma”, que operaba en La Dolorita, municipio Sucre. “Desde el 8 de mayo fue desarticulada la banda. El paramilitarismo se ha querido mostrar como hampa común y no se trata de eso”, dijo en su momento. Agregó que “el paramilitarismo es básicamente una respuesta, una estructura de una élite económica, de una élite financiera, de una élite política que busca sostener, de manera grosera y persistente, el poder de cualquier medio o forma”.
  • El asesino de Liana Hergueta, José Pérez Venta, quien también fue militante de Voluntad Popular (VP), admitió en agosto de 2015 haber recibido entrenamiento paramilitar en Cúcuta (Colombia) por instrucciones de Antonio Rivero. Henrique Capriles, entonces gobernador mirandino, fue vinculado por el mismo Pérez Venta con sus acciones delictivas en territorio venezolano.
  • En octubre de ese año, González López informó que habían capturado a 10 efectivos paramilitares en una granja en los Valles del Tuy, que a su vez formaban parte de una banda que traficaba drogas desde Colombia hasta las islas del Caribe y África: “Tenemos las conexiones confirmadas por los narcotraficantes detenidos”.
  • González López informó a través de su cuenta Twitter en abril de 2016 que los cuerpos de seguridad del Estado detectaron y se enfrentaron con grupos que mantenían “campamentos improvisados de estructura paramilitar” en los municipios Páez y Andrés Bello, en Barlovento.
  • En julio de 2016, González López aseguró que el estadounidense Joshua Holt y su pareja venezolana, cuyo apartamento era un reducto de armas militares para fines privados, estaban relacionados a factores que involucran al gobernación de Miranda, en ese entonces en poder de PJ. Misión Verdad dijo en su momento: “(…) el papel que delata a la oposición política con respecto a esta infiltración de agentes de fuerzas especiales (como Holt) fue revelado por el ministro González López según la pesquisa de inteligencia y seguridad de rigor: ‘Según las investigaciones ambos sujetos establecieron ‘una extraña y sospechosa relación por internet’. A los pocos meses se conocieron en persona en República Dominicana y cinco días después del arribo del norteamericano a Venezuela, contrajeron nupcias en la parroquia Leoncio Martínez, perteneciente a la Alcaldía del municipio Sucre del estado Miranda que está gobernada por Carlos Ocariz del partido Primero Justicia’. Otro dato a resaltar: en el estado Miranda ‘gobierna’ Henrique Capriles Radonsky”.
    Y sigue: “‘Las investigaciones han determinado que se violó el protocolo administrativo correspondiente al matrimonio civil efectuado entre ambos ciudadanos. Las autoridades del municipio Sucre efectuaron el convenio, bajo la inobservancia de lo establecido en el Código Civil venezolano y otras leyes’, reveló González López. El amparo de la bachaquerizada alcaldía del municipio Sucre contra el Código Civil es una conexión directa entre la infiltración que describe la fase 3 del Manual de Guerra No Convencional del Ejército de los Estados Unidos y las instituciones en poder de operadores políticos de la MUD. La irregularidad gubernamental fue descrita por el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz”.
  • Para aquella fecha y en rueda de prensa, al hablar del caso Holt, González López había descrito el paisaje paramilitarizado en Venezuela de la siguiente manera: “Este accionar se corresponde con actividades propias de Bandas Criminales Paramilitarizadas, que estarían asentándose en el territorio nacional con el auspicio de sectores de oposición cuya estrategia se dirige a legitimar la inserción en territorio venezolano de estas organizaciones criminales a través de la mimetización, con miras a ejecutar actividades terroristas, utilizando diversos tipos de fachadas”.
Con la información recabada, se puede registrar que hubo corredores asentados en las adyacencias de Petare (La Dolorita, municipio Sucre) que desembocan hasta Barlovento, es decir, desde el este de Caracas hasta el oriente del estado Miranda, y otro que tenía como punto nodal los Valles del Tuy, hacia el sur de Miranda. Todo entre montañas, venas fluviales y asentamientos agrícolas: los llamados “caminos verdes”, lejos de la presencia estatal pero cerca de los ejes policiales de municipios y gobernación entonces dominados por la oposición más ultra, referenciada en PJ y VP.
Cabe destacar también que el corredor que comienza, tomando como punto de partida el norte, desde el municipio Sucre hasta los Valles del Tuy, desembocan hacia el sur y el suroccidente con otros corredores que ya fueron desmantelados por el Estado venezolano, donde operaban las bandas de “El Juvenal” y “El Picure”, personajes que pretendían erigirse como una suerte de copias de Pablo Escobar en Guárico y Aragua.

El “Este de Caracas”: capital de las revoluciones de color en Venezuela

En términos de antipolítica, las manifestaciones violentas del antichavismo entre abril y julio de este año 2017 fueron el clímax “natural” de las expresiones opositoras en las zonas más opulentas del estado Miranda. Los municipios Chacao, Baruta y Sucre, además de los Altos Mirandinos (allí donde se concentran las clases altas y medias mirandinas), fueron el escenario donde se dieron los picos más altos del laboratorio social de beligerancia política convocada por la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD). Esto dejando de lado los estados fronterizos con Colombia.
Las marchas, protestas, disturbios, ataques a edificios administrativos del Estado, plantones, trancazos, sabotajes a servicios públicos, entre otras tácticas usadas en todas las revoluciones de color en distintos escenarios globales, y que tienen un componente violento con tendencia a la insurrección armada, fueron usadas durante los tres meses en distintos municipios, de las cuales los habitantes de Miranda formaron parte y a su vez, como consecuencia, de las que fueron rehenes.
Por antonomasia, las clases más altas de la sociedad, no importa en qué país ocurran, son las más activas en este tipo de manifestaciones. En Venezuela, son éstas las más reactivas tanto a lo que representa el chavismo como cultura raigal y política como a lo que el Gobierno Bolivariano mantiene en cuanto a dirección de Estado.
Precisamente, el ex gobernador de Miranda, Henrique Capriles, representa a esas clases que manifestaron violentamente durante esos meses, por su abolengo y genealogía. Bajo su complicidad, la oposición venezolana logró unos activos logísticos que de no tener la gobernación del estado en su poder, las cosas habrían sido un poco diferentes en las calles de su jurisdicción. Lo mismo sucedió en 2014, durante el plan “La Salida” de Leopoldo López y María Corina Machado.
Una muestra de ello es que con la anuencia de los cuerpos policiales de los mencionados municipios, en connivencia con la Policía de Miranda (Polimiranda), la violencia en las calles fue aupada desde la cúpula opositora en gobierno.
Anteriormente, en mayo de 2016, la Policía de Chacao (Polichacao) fue intervenida por el Ministerio de Interior, Justicia y Paz debido a una red de sicariato inserta en ese cuerpo, involucrada en diversos delitos ya procesados, incluido el asesinato político del periodista chavista Ricardo Durán. Sin embargo, efectivos policiales identificados con la oposición respaldaron los actos de mercenarios y manifestantes violentos.
En junio de este año, en el marco de la descrita fallida revolución de color que intentó impulsar un golpe de Estado contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro y que asimismo promovió la intervención extranjera de los Estados Unidos, el ministro Néstor Reverol oficializó la intervención de Polimiranda debido a la existencia de “suficientes elementos de convicción que conllevan a la participación de funcionarios (de ese cuerpo policial) en violaciones de DDHH y redes delictivas”.
A su vez, la negligencia de la gobernación en la estabilidad y seguridad de los ciudadanos que habitan el estado Miranda se expresó también en la inhabilitación de Capriles por 15 años para ejercer cargos públicos en Venezuela, por ilícitos administrativos.
Habría que condimentar las acciones de los gobernadores y alcaldes de PJ, la labor que ha llevado a cabo el fundador de esa tolda, Julio Borges, como promotor de las sanciones estadounidenses contra Venezuela, ya que significan la oficialización del bloqueo financiero y el ataque crítico al corazón económico de nuestro país.
Con la asunción de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), vino la estabilidad política que aplacó por completo el plan insurreccional del antichavismo nacional e internacional y tuvo como consecuencia la convocatoria a elecciones regionales, que concluyeron en la derrota del candidato opositor Carlos Ocariz y la victoria del chavista Héctor Rodríguez.
Fue de importancia vital y estratégica haber recuperado para el chavismo el estado Miranda, ya que éste representa la seguridad y la estabilidad como proyecto histórico que necesita la región en función del desarrollo general de Venezuela. De lo contrario, el caos, el pretendido quiebre estatal y el golpismo abierto estuvieran aún campantes en el mapa político de la nación.

El antichavismo cae en estado de coma: cronología de un quiebre irreparable

La crisis inédita que hoy arropa a la oposición venezolana venía cocinándose desde principios de 2016, a tan sólo una semana de haber conquistado el parlamento nacional. La habilidad política del alto mando chavista en medio del conflicto se encargó de dar los toques necesarios para quitarle definitivamente el velo de “unidad”. Poner las cosas finalmente en su sitio es un mérito que debe reconocerse, con nombre y apellido: Nicolás Maduro.
Todo el mundo elogia la victoria en la batalla,
pero lo verdaderamente deseable es poder ver el mundo de lo sutil y darte cuenta del mundo de lo oculto,
hasta el punto de ser capaz de alcanzar la victoria donde no existe forma.
La fuerza es la energía acumulada o la que se percibe.
Esto es muy cambiante.
Los expertos son capaces de vencer al enemigo
creando una percepción favorable en ellos,
así obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza.
El Arte de la Guerra de Sun Tzu

Round 1. Al matadero Henry Ramos Allup y una fallida propuesta de revocatorio

Las elecciones parlamentarias de 2015 configuraron un mapa de poder a lo interno de la oposición que dirigiría el curso de sus acciones y posturas durante el año 2016.
Primero Justicia (PJ) se posicionó como la principal fuerza política con 33 diputados electos, mientras que Acción Democrática (AD) se ubicaba como la segunda con 25 curules. Detrás estaba Un Nuevo Tiempo (UNT) con 18 diputados y Voluntad Popular (VP) con 14.
Así quedaba estructurada la cadena de mando, las jerarquías y en consecuencia lo que cada partido podía imponer o aceptar acorde al capital político y electoral logrado.
Henry Ramos Allup asume la presidencia del Parlamento. En nombre de “la unidad” y con su respaldo como segunda fuerza opositora se instala el clima de choque total contra el Estado venezolano, patente de VP y PJ.
En su primer discurso se le pone tiempo y fecha a “la salida de Maduro”: seis meses, ni más ni menos. La famosa “Ley de Amnistía” (pensada a modo de indulto para Leopoldo López) es el segundo acto que consagraba a Ramos Allup como intermediario entre la agenda de Voluntad Popular y la vitrina política del parlamento.
Luego de varios meses intentando demarcar en una sola ruta aquello de los “seis meses” para sacar a Maduro, VP y PJ imponen el revocatorio para cobrar políticamente los resultados de las parlamentarias.
Sin embargo, el centro de la maniobra no estaba en el mero procedimiento. A sabiendas de que los tiempos no daban para su realización, el revocatorio fue utilizado como medio para iniciar un ciclo de ruptura y desconocimiento del Estado venezolano desde el parlamento, para luego buscar su propagación en instancias internacionales.
Ramos Allup tratando de deslindarse de su condición de conserje de VP, da dos pasos hacia atrás y reconoce que el revocatorio es complicado y que la ruta más efectiva era la aplicación de varias enmiendas constitucionales que recortaran los períodos de Nicolás Maduro y del resto de los poderes del Estado.
Pero el problema no era el revocatorio en sí ni su realización, mucho menos la “ruta alternativa” de Ramos Allup, sino los efectos políticos que produciría. Pensado como un mecanismo para trancar el juego, creó las condiciones para que Luis Almagro (en nombre de la OEA), el ala radical del Sur de La Florida (piense en Marco Rubio), el Departamento de Estado y sus lobbys subsidiarios (piense en el Grupo IDEA) se erigieran como jefes de la oposición con voz y voto, todos a la vez y en simultáneo, por encima de todos los demás liderazgos.
VP y PJ en su condición de intermediario de estos lobbys extranjeros, y principalmente de los que a lo interno de EEUU tienen la voz cantante con respecto a Venezuela, aplacaron al resto de la dirigencia en función de los intereses corporativos, energéticos y financieros que presionaban por su sacrificio. VP hizo que Ramos Allup fuera el gran derrotado de 2016.
La negación de todo signo de soberanía y determinación propia que le han querido imponer a Venezuela -guerra económica y financiera mediante-, también se cuenta por ese lado: delegar la última palabra y la autoridad política en agentes extranjeros, si bien es un síntoma de entreguismo, recalca a su vez la debilidad y dependencia de quien la promueve; la poca confianza en sus propias capacidades.
Esa nueva camada de políticos globalizados, sin identidad propia, sin nada que defender más que sus cuentas en Instagram y Twitter, encuentra en VP y PJ su máxima expresión. Y en esos esclavos políticos del siglo XXI que no critican ni cuestionan, EEUU no pierde su oportunidad para apostar.
La pelea intraopositora se planteó entre los ninguneados y los ungidos por EEUU

Round 2. La breve venganza de los ninguneados y el diálogo de 2016

Con las presiones de Luis Almagro para activar la Carta Democrática Interamericana de la OEA “si el Gobierno no permitía el revocatorio”, el alto mando chavista decidió apegarse a los tiempos estrictos de la Constitución, unificar sus fuerzas a lo interno a favor del diálogo como alternativa a la injerencia y apoyarse en el bloque caribeño para impedir que se desconociera internacionalmente al Estado venezolano.
La estrategia emprendida da resultados. No se activa la Carta Democrática, el asedio diplomático no alcanza mayores daños, el chavismo se fortalece políticamente a lo interno y las fases que quedaban para activar el revocatorio son suspendidas por 600 mil firmas irregulares presentadas por la oposición.
Utilizando a su favor la poca influencia demostrada por Almagro en la OEA, Maduro logra imponer el diálogo como único escenario político para finales de 2016. Los ninguneados y aplastados por VP, quienes distribuyen a toda la dirigencia el costo político del revocatorio, asisten a par de reuniones con dirigentes del chavismo, los acompañantes internacionales de aquel entonces (los ex presidentes Zapatero, Torrijos y Fernández con el apoyo de El Vaticano y Unasur) y en última instancia con el presidente Maduro.
Ramos Allup manda a su emisario Luis Aquiles Moreno, asiste Carlos Ocariz (regañado después por Borges y Capriles), Henri Falcón (Avanzada Progresista) y Timoteo Zambrano (UNT). La oposición inmediatamente se estremece, pierde capital político y credibilidad y como resultado salen a relucir dos bloques nítidos: quienes ven en el liderazgo de VP y PJ una apuesta al suicidio político, y VP y PJ quienes utilizan su cualidad de ungidos por EEUU para subordinar a toda la dirigencia.
El electorado opositor sufre de esta forma su primera grieta existencial de gran profundidad que lo divide entre sentimientos de rechazo, confusión y ánimos de abstención, al no saber si un escenario de negociación o electoral con el Gobierno es una traición o una acción efectiva.

Round 3. El tiempo de las sanciones y la venganza de los niños-bomba

Aunque en apariencia Luis Almagro tuvo que tragar amargo y países de peso e instancias multilaterales (Unión Europea, OEA, Celac, entre otros) apoyaron la Mesa de Diálogo, las presiones que ejerció EEUU a través de VP y PJ logran su cometido: el diálogo se suspende y los incipientes avances de negociación son revertidos.
Pero las derrotas del revocatorio y del diálogo, que hacen mella en “la unidad”, no son suficientes para quebrarla definitivamente. Todavía quedaba tiempo -año 2017- para un último intento bajo la égida del partido de la guerra contra Venezuela. Una última oportunidad para un “todo o nada”.
Asume una nueva Administración en EEUU de la mano de Donald Trump, que da mayor peso a la vocería en política exterior hacia Venezuela a personajes como Marco Rubio y el resto de congresistas del Sur de La Florida, patrocinadores de VP y PJ.
La influencia ganada por estos sectores radicales es visible al ritmo en que avanzó la agenda de intervención en cuestión de semanas. De repente comenzamos a ver a Donald Trump, sin apoyarse en el Departamento de Estado, hablando sobre Venezuela con Mauricio Macri, Pedro Pablo Kuczynski y otros subordinados de la región.
Julio Borges, Luis Florido, Freddy Guevara y Lilian Tintori se despliegan internacionalmente semanas antes del inicio de un nuevo intento de revolución de color, con especial énfasis en Washington. Las fotos de Tintori con Trump, de Julio Borges con los golpistas en Brasil, entre otras donde posaron Freddy Guevara y Luis Florido con Luis Almagro y Marco Rubio, eran un preludio de lo que se venía: la operación de “cambio de régimen” en su variante de violencia extrema con respaldo y financiamiento de EEUU.
Luis Almagro reapareció para tratar de cumplir con la tarea no acabada en 2016. El año 2017 tampoco era el de la prometida y cabildeada Carta Democrática.
PJ y VP hicieron de las sanciones financieras su medio y fin
El plan ya estaba listo y sólo faltaba elevar el perfil de quienes en el terreno asumirían la conducción del conflicto. Ese dato por sí solo despeja el mito de que la violencia comenzó por dos sentencias del TSJ donde asumían algunas competencias de la AN. Si bien sirvió como excusa para el pitazo inicial, es falso que fuera una maniobra espontánea.
A esa violencia extrema y altamente destructiva le acompañó una ronda de sanciones cada vez más agresivas contra la estabilidad y la economía del país, ya bastante afectada por la guerra económica y la caída de los precios internacionales del petróleo. La foto de Borges con el general H.R. McMaster, asesor de seguridad nacional de EEUU, es suficiente prueba de que lo coordinado allí no tenía ningún fin benéfico para el país.
El alto mando chavista, hábil como en 2016, atacó sus flancos débiles a lo interno potenciando un sistema de seguridad alimentaria (los CLAP), desactivó una nueva amenaza desde la OEA, empleó el uso de la fuerza con autoridad donde debía hacerlo y acentuó el descontento por las guarimbas en bastiones de la oposición, enfrentando a los dirigentes con su propia base. Cohesionó al chavismo en torno a las sanciones y movilizó al país en función de la defensa nacional.
PJ y VP hicieron de las sanciones financieras su medio y fin, prometiendo que si seguían escalando junto con la violencia en las calles el fin del chavismo estaba a la vuelta de la esquina. Ante ese clima político los ninguneados de 2016 y 2017 tenían poco margen de maniobra, pero a medida que se acercaba el fin del trayecto -30 de julio, día de la elección a la ANC- las distancias comenzaron a hacerse presente. Ya la foto de Tintori con Trump o de Freddy Guevara con Luis Almagro perdían capacidad de chantaje.
Desde Henry Ramos Allup, pasando por Henri Falcón, hasta dirigentes de UNT como Manuel Rosales y Enrique Márquez, sabiendo que el chavismo no mostraba símbolos de debilidad, cuidaban las formas esperando el colapso, y sobre todo, buscando no ser arrastrados por el mismo.
Se instala la ANC y sólo quedan las sanciones como demostración de fuerza, ya no solo ante el chavismo, sino a quienes ya marcaban distancia y criticaban las gestiones de VP. La ANC convoca a elecciones regionales y en las primarias de la oposición entre tiros y botellazos, las diferencias salen a relucir.
Llega el temido día de las elecciones regionales. El alto mando chavista logra llevar a las urnas el centro del conflicto: caos vs. estabilidad, ingobernabilidad vs. orden. La agenda de “todo o nada” utilizada en su contra el traslado al seno de la dirigencia opositora, colocándola en desventaja ante sus votantes que también fueron afectados por las sanciones y la violencia.
VP y PJ coparon a toda la oposición bajo un único mensaje de ruptura y de deslegitimación del CNE, previendo que el golpe sería rápido y fulminante y no tendrían que medirse electoralmente contra el chavismo. La consecuencia fue la desestimulación del voto opositor, pasando factura a todos los sectores del antichavismo e incidiendo en la caída dramática del apoyo electoral. Producto de estos errores de cálculo, de una narrativa disociada de la realidad, las elecciones pasaron de ser la mejor apuesta de la oposición a un escenario favorable para el chavismo.
Ramos Allup y otros dirigentes que tienen capacidad de conquistar cuotas de poder, distinto a VP y PJ que cayeron en su propia trampa de deslegitimar al árbitro electoral para luego medirse bajo sus reglas, están cobrando con sus críticas y quiebre de “la unidad” los coletazos de la abstención propiciada por los radicales. Allí entra también el plebiscito del 16 de julio y el nombramiento del TSJ paralelo sin capacidad política real.
El chavismo manejó el conflicto hasta lograr el quiebre de la MUD

¿Round definitivo?

La juramentación de los gobernadores de AD ante la ANC fue la gota que derramó el vaso.
VP, PJ y sus jefes en el extranjero han demostrado que con su agenda de sanciones financieras y violencia, más allá de los inmensos costos financieros y humanos que siguen dejando, afectan su capital político más que al chavismo.
Ante esa realidad objetiva y medible por los resultados en las regionales, los ninguneados por dos años seguidos hoy tienen como bloque casi 50 parlamentarios y cuatro gobernadores con los cuales reclaman la jefatura de la oposición. Esos son los activos que plantean usar para imponerse, mientras que VP y PJ (el primero sin gobernadores, el segundo ya veremos), arrasados en las primarias internas y en las regionales, echan mano de lo único que tienen: el respaldo de los lobbys y grupos de presión antes comentados. Y algo también les juega en contra: el quiebre entre una percepción internacional de triunfo estimulada por ellos y su poco respaldo electoral en las elecciones regionales.
Por esta razón, los autonombrados jefes en el extranjero avanzan por su cuenta tratando de ser la vocería que unifique a lo interno: Luis Almagro con su TSJ paralelo, el Grupo de Lima y lobbys asociados con sus comunicados, EEUU y UE amenazando con aumentar la presión vía sanciones.
Después de los resultados de las regionales, es altamente costoso volver a aguantar callados y sin cuestionar las líneas que vienen de afuera. Por eso, sin temor a nada, Ramos Allup arremete contra Luis Almagro y Henri Falcón describe la decisión de separarse de la MUD de Henrique Capriles con la siguiente frase: “No podemos dejar a una muchachera que dirija la oposición”. El quiebre parece no tener reparo.
El odio que puede sentir un dirigente chavista hacia Nicolás Maduro o Diosdado Cabello, hoy quizás es idéntico al que siente Henrique Capriles por Henry Ramos Allup, Julio Borges por Laidy Gómez o Freddy Guevara por Henri Falcón. El “todo o nada” de las guarimbas se trasladó con exactitud a sus propias relaciones personales, agrandando las brechas y diferencias que parecen irreconciliables.
Y lo esencialmente humano adquiere una importancia vital: la lógica de Henry Ramos Allup frente a Freddy Guevara, o viceversa, es de supervivencia pues el poder de uno pasa irremediablemente por la destrucción del otro. Eso sí es exclusiva responsabilidad de ellos.
No en balde Julio Borges y Luis Florido se volvieron a desplegar por el extranjero para intentar mostrar el músculo suficiente que haga al bloque “moderado” de Henry Ramos Allup, Henri Falcón y otros, subordinarse por temor a represalias en el futuro.
Allí también se da un fenómeno generacional que configura cómo se hace política: mientras los viejos políticos experimentados reclaman ser jefes, los jóvenes acatan la línea desde afuera y se subordinan con una sonrisa.
Por más que las condiciones de este conflicto interno estaban dadas, sin que el chavismo manejara el conflicto como lo hizo, la oposición no hubiera alcanzado tal nivel de ruido.
El alto mando chavista supo leer a su adversario en su esencialidad política, de clase, su historia: la codicia de Henri Falcón, el apetito de venganza y de ser jefe absoluto de Henry Ramos Allup, la desesperación de Freddy Guevara que ve venir su carrera política hacia el abismo, los complejos políticos y el miedo de desaparecer de dirigentes como Henrique Capriles y Julio Borges, la baja autoestima de Luis Florido, el desprecio al que han sido sometidos dirigentes de UNT y otros partidos pequeños del antichavismo. Maduro le dio un marco político para que la colisión de sus adversarios fuera su propia arma de desgaste.
Midió cuándo avanzar y cuándo no, cuándo jugaban con las apariencias y la presión psicológica (la intervención militar extranjera) para atemorizar y cuándo sí eran voceros de verdaderas amenazas (el bloqueo financiero).
Al final del día la lección política que nos va dejando este cierre de 2017, es que aún en un año complejo y difícil, altamente peligroso para la existencia del país en sí, el alto mando chavista no tuvo que meter preso a ningún alto dirigente opositor para voltearles el escenario. Utilizó las elecciones en las que tanto se daba por victorioso al antichavismo, como un mecanismo sutil para descolocar al adversario (interno y externo) en su propio terreno.
El chavismo sigue haciendo uso de su inteligencia y habilidad política para sostenerse, ese es un activo mucho más valioso que los más de 300 mil millones de barriles que reposan bajo nuestros pies.

Alerta Venezuela

No dejen de ver este conmovedor video

LatinoAmérica Calle 13

The American Dream

Facebook, Israel y la CIA











La Revolucion de la Clase Media


Descontento en el corazon del capitalismo: el Reino Unido

Descontento en el corazon del capitalismo: el Reino Unido

La Ola se extiende por todo el mundo arabe : Bahrein

La Caida de un Mercenario

La Revolucion no sera transmitida (I)

(II) La revolucion so sera transmitida

(III) La Revolucion no sera transmitida

(IV) La Revolucion no sera transmitida

(V) La Revolucion no sera transmitida

(VI) La Revolucion no sera transmitida

(VII) La revolucion no sera transmitida

(VIII) La Revolucion no sera transmitida

Narcotrafico SA

La otra cara del capitalismo...

Manuel Rosales mantenia a la oposicion con el presupuesto de la Gobernacion del Zulia...

El petroleo como arma segun Soros

Lastima que se agacho...

El terrorismo del imperio

Promocional DMG

Uribe y DMG