Posted: 14 Nov 2017 10:30 AM PST
“Orgías con menores, abuso de drogas y alcohol” – princesa saudí revela el lado oscuro del reino
Visto en http://www.fort-russ.com/2017/
Traducción: TM
Amira Bint Aidan Bin Nayef, la ex esposa del príncipe saudita Al Waleed bin Talal (que fue arrestado recientemente en el ámbito de las purgas contra la corrupción en el país), se lanzó contra el régimen saudí en sus declaraciones exclusivas al diario francés Le Monde, diciendo que aquellos que acusan a otros de corrupción y lavado de dinero, son de hecho los más corruptos.
La princesa dijo que convirtieron la ciudad de Jeddah en un mercado de esclavos donde se explota a niñas menores de edad para ruidosas fiestas sexuales con abuso de drogas y alcohol.
Ella dijo que una de las principales razones por las cuales esto continúa es que los miembros del “Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio” (policía de la Sharia saudí) tienden a mantenerse alejados del asunto, por temor a perder sus empleos en el caso de intervenir.
El periódico citó a la princesa diciendo que un evento de Hallowen se llevó a cabo recientemente en Jeddah, al que asistieron 150 personas, incluídos los empleados de los consulados. La escena era como en un club nocturno típico en cualquier lugar fuera del Reino, con vinos disponibles, parejas de baile en disfraces y un DJ.
Bint Aidan dijo que el precio del licor de contrabando en el país es muy alto. Por ejemplo, el precio del vodka Smirnoff es de 1500 Riyals ($ 400), a veces obligando a los organizadores de la fiesta a rellenar las botellas originales con un vino local llamado Siddiqui.
Ella dijo que la esclavitud en Arabia Saudita tiene diferentes formas, pero se hace en secreto y se permite solo entre los principales beneficiarios de los príncipes de la Casa de Saud.
Pero luego mencionó una de las cosas más repulsivas: compra y alquiler de niños, especialmente huérfanos, de países como Sri Lanka, Bangladesh, Filipinas, Djibouti, Somalia, Nigeria, Rumanía y Bulgaria.
Los niños se convierten en propiedad de quienes los compran y no pueden salir sin permiso.
Incluso las sirvientas asiáticas que vienen a trabajar a menudo se encuentran en una especie de posición de esclavas.
Las jóvenes se dividen en grupos pequeños y son explotadas para actos inmorales.
El tráfico de mujeres blancas y su explotación para prácticas sexuales también es relativamente común.
