Resumen Latinoamericano*, 28 de diciembre 2017.
Por Ana Hernández Hernández
Durante estos últimos días del año 2017 Estados Unidos volvió a quedar bastante mal parado tras la contundente derrota en las Naciones Unidas sobre la decisión de declarar a Jerusalén como capital de Israel, hecho que lo pudiera posicionar como una nación aislada, si no fuera por los gobiernos que se dejaron chantajear e intimidar.
Amenazas y chantajes que habían llegado en el tono descolocado del actual inquilino de la Casa Blanca, el señor Donald Trump, y que fueron reforzadas en la persona de la representante estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, quien advirtió” de manera siniestra” que EE.UU. “estaba tomando nota de los nombres”, y reiteró las mencionadas amenazas de Trump, de cortar la ayuda financiera a aquellas naciones que votaran en contra de la política de Washington.
Estas acciones de EE.UU. no son nueva para nadie y demuestran el descarado actuar y el doble rasero de su política en cuanto al manejo y tratamiento de los derechos democráticos, y “no parece reconocer” que el consenso en la ONU “es un reflejo de la democracia internacional.
La nación norteña, con el poco escrúpulo que ha caracterizado a sus sucesivas administraciones “ha atacado el consenso internacional y las resoluciones de la ONU con respecto al estatus neutral de Jerusalén”, y al parecer no sale del show luego de la aplastante derrota de hace pocos días.
Lo cierto es que con este rechazo a la política hegemonista de Washington con respecto a Jerusalén, la nación imperial se lleva en menos de dos meses par de cachetadas en la ONU, pues ya antes, el primero de noviembre, el mundo dijo NO al injusto e inhumano bloqueo contra Cuba y en cuanto a esto, la representante yanqui ante el organismo mundial, no pudo soportar los embates y salió del recinto como, a decir de mi abuela: “el perro que tumba la lata”.
Sin duda amenazas y chantajes no sirvieron de resortes para un eventual triunfo imperial en las Naciones Unidas, en ambas decisiones prevaleció la razón y la justicia, pero demostró una vez más que el imperio sigue siendo esclavo de su política arrogante y prepotente, lo que augura un venidero calendario no menos escabroso para la llamada “gran potencia mundial” en materia de relaciones, ¡! vivir para ver!! .
Mientras ellos andan sancionando, amenazando y chantajeando prefiero recordar a nuestro enorme José Martí cuando dijo:” Viví en el monstruo y le conozco sus entrañas y mi honda es la de David”, con el ideario martiano, guevariano y fidelista habrá que estar preparado, pues el pulpo, ahora más que nunca, tira bandazos y sus tentáculos parecen no tener rumbo fijo…. Y eso, créanme es ¡!Muy peligroso para la humanidad!! (Pensando Américas)
*Fuente: Razonesdecuba. Ana Hernández Hernández: Periodista cubana colaboradora de Pensando Américas)
Por Ana Hernández Hernández
Durante estos últimos días del año 2017 Estados Unidos volvió a quedar bastante mal parado tras la contundente derrota en las Naciones Unidas sobre la decisión de declarar a Jerusalén como capital de Israel, hecho que lo pudiera posicionar como una nación aislada, si no fuera por los gobiernos que se dejaron chantajear e intimidar.
Amenazas y chantajes que habían llegado en el tono descolocado del actual inquilino de la Casa Blanca, el señor Donald Trump, y que fueron reforzadas en la persona de la representante estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, quien advirtió” de manera siniestra” que EE.UU. “estaba tomando nota de los nombres”, y reiteró las mencionadas amenazas de Trump, de cortar la ayuda financiera a aquellas naciones que votaran en contra de la política de Washington.
Estas acciones de EE.UU. no son nueva para nadie y demuestran el descarado actuar y el doble rasero de su política en cuanto al manejo y tratamiento de los derechos democráticos, y “no parece reconocer” que el consenso en la ONU “es un reflejo de la democracia internacional.
La nación norteña, con el poco escrúpulo que ha caracterizado a sus sucesivas administraciones “ha atacado el consenso internacional y las resoluciones de la ONU con respecto al estatus neutral de Jerusalén”, y al parecer no sale del show luego de la aplastante derrota de hace pocos días.
Lo cierto es que con este rechazo a la política hegemonista de Washington con respecto a Jerusalén, la nación imperial se lleva en menos de dos meses par de cachetadas en la ONU, pues ya antes, el primero de noviembre, el mundo dijo NO al injusto e inhumano bloqueo contra Cuba y en cuanto a esto, la representante yanqui ante el organismo mundial, no pudo soportar los embates y salió del recinto como, a decir de mi abuela: “el perro que tumba la lata”.
Sin duda amenazas y chantajes no sirvieron de resortes para un eventual triunfo imperial en las Naciones Unidas, en ambas decisiones prevaleció la razón y la justicia, pero demostró una vez más que el imperio sigue siendo esclavo de su política arrogante y prepotente, lo que augura un venidero calendario no menos escabroso para la llamada “gran potencia mundial” en materia de relaciones, ¡! vivir para ver!! .
Mientras ellos andan sancionando, amenazando y chantajeando prefiero recordar a nuestro enorme José Martí cuando dijo:” Viví en el monstruo y le conozco sus entrañas y mi honda es la de David”, con el ideario martiano, guevariano y fidelista habrá que estar preparado, pues el pulpo, ahora más que nunca, tira bandazos y sus tentáculos parecen no tener rumbo fijo…. Y eso, créanme es ¡!Muy peligroso para la humanidad!! (Pensando Américas)
*Fuente: Razonesdecuba. Ana Hernández Hernández: Periodista cubana colaboradora de Pensando Américas)