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REUTERS/ Guadalupe Pardo
El
presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski será sometido a juicio
político el 21 de diciembre. Por los casos de corrupción las encuestas
muestran un descontento histórico por parte de la sociedad con la clase
dirigente de Perú.
La corrupción endémica ha minado la confianza del pueblo peruano en el régimen institucional. Este clima queda reflejado en la última encuesta de Ipsos que advierte que el 30% de la población no votaría por ningún candidato político si hubiera elecciones.

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REUTERS/ Mariana Bazo
Con 93 votos a favor, 17 en contra y cero abstenciones, el Congreso aprobó el 15 de diciembre la moción impulsada por la oposición para iniciar el proceso de remoción del presidente. PPK está acusado de haber obtenido ingresos económicos a partir de una empresa a su nombre que brindó asesorías a la firma brasileña Odebrecht cuando era funcionario de Alejandro Celestino Toledo Manrique (2001-2006).
"Ningún funcionario público puede impulsar
negocios privados valiéndose de la ventaja que tiene como tal", explicó
Prado. Por su parte el mandatario aseguró que no firmó contratos con la
constructora brasileña y dijo que considera que sus ingresos han sido
totalmente legales en tanto han tributado.
"El
presidente alega que el que manejó todo fue su socio pero eso no lo
exime de responsabilidad. Su defensa es muy débil. Puede que esta semana
el presidente actual ceda en sus funciones", señaló Prado.
Como parte del proceso de remoción, el 21 de diciembre el jefe de
Estado tendrá 60 minutos para defenderse ante los parlamentarios. PPK
podrá concurrir a esta sesión extraordinaria solo o con su abogado, o
enviar únicamente a su defensor.
Si el presidente es desplazado la ley peruana establece que
debe asumir el vicepresidente que hoy lo ocupa, Martín Vizcarra. Sin
embargo Prado explicó que este hombre "tiene acusaciones por haber
facilitado operaciones a un consorcio extranjero" y por ello hay riesgo
de que sea destituido.
En
ese caso la presidencia sería ocupada por la segunda vicepresidenta,
Mercedes Aráoz. Pero según el miembro del Comité Político Nacional del
Nuevo Perú sobre ella también penden sospechas de corrupción.
Lea más: Aniversario en Perú: balance de Gobierno a un año de la asunción de PPKTodos los expresidentes vivos de Perú están presos, prófugos o investigados. Dos de ellos están en la cárcel (Alberto Fujimori y Ollanta Humala), a otros dos (Alejandro Toledo y Francisco Morales Bermúdez) se les dictaron sentencias de prisión que aún no cumplen y un quinto (Alan García) es investigado por lavado de activos.
"Estamos atravesando una verdadera tormenta política que ha arremetido a todas las estructuras de poder. Ante este escenario creemos que lo mejor para Perú es un llamado a elecciones para que el pueblo sea quien decida cómo se resuelve esta crisis", concluyó.

