Cervantes

Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.

MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
La Colmena no se hace responsable ni se solidariza con las opiniones o conceptos emitidos por los autores de los artículos.

20 de diciembre de 2017

La sirvienta como esclava

Por Ilka Oliva Corado
La servidumbre, la sirvienta, la criada, la muchacha, la ayuda, la nana, la cholera, la chacha, la gata, la mucama; a la empleada doméstica se le conoce con infinidad de nombres, despectivamente. Sin embargo es la empleada más importante, paradójicamente también es la mal pagada, la explotada y la esclavizada en un modelo de sociedad que utiliza a los parias como trampolín; como escalera, como el soporte más importante para sostener la explotación de unos para beneficio de otros.
 
Infinidad de teorías, estudios, conceptos y definiciones se pueden escribir en tomos de tomos, para justificar la existencia de la sirvienta, sin embargo este trabajo no tiene justificación alguna; es la explotación de una mujer para que otra logre el beneficio de la realización profesional y personal. Un sistema que milenariamente ha mantenido el modelo funcional a las minorías.
 
Gracias a que estructuralmente se he la negado el acceso a la educación a los parias y a las mujeres en particular, miles de niñas, adolescentes y mujeres se ven obligadas a trabajar en el servicio doméstico, situación que beneficia a muchas familias de la clase media, la burguesía y la oligarquía a quienes en muchos casos les importa un comino la equidad y laigualdad social, porque la inexistencia de éstas las beneficia.
 
Y así es como vemos, a feministas y a defensoras de derechos humanos, que no están excluidas del sistema y forman parte de éste muchas veces adrede porque “qué culpa tienen ellas si ya estaba así cuando nacieron y para qué ponerse a pelear con él” , las vemos asistiendo a conferencias, dictando seminarios sobre la equidad y los derechos de la mujer, sobre el acceso a la educación, mientras en sus casas hay otras; cuidando a sus hijos, limpiando su casa, planchando su ropa, limpiando sus baños y trapeando sus pisos. Otra que gracias al sistema de la explotación no gana ni el salario mínimo y una carencia de beneficios laborales.
 
Y vemos cómo milenariamente, familias completas logran el desarrollo, la oportunidad de acceso a la educación superior, mientras otras les sirven de soporte, de piso, de almohada. Esa almohada suave que las cobija y les cuida el sueño a cambio del dolor de ser explotada, insultada, tratada como un mueble viejo, no como persona. Una sirvienta que no se cansa nunca, que no llora nunca, a la que no le duele nada, una sirvienta que no piensa, no ve, no escucha y no habla, solo cuando tiene que decir: sí, señora, sí patrona. Porque si siente, si escucha, si habla, si interactúa comopersona será despedida; por abusiva, por salida, por igualada. Por eso existe la sirvienta, por eso existe el trabajo de laservidumbre, porque son tumbas que además limpian la porquería de sus empleadores. Y si vamos más allá, también son la cama para enfriar las calenturas del patrón, sus amigos y sus hijos.
 
Mientras la patrona y sus hijas logran asistir a la escuela, a la universidad, desenvolverse profesionalmente, la empleada doméstica se pudre entre cuatro paredes, se pudre entre los pisos sucios y las ollas por lavar. Una empleada doméstica que también tiene sueños, que también anhela, que también siente. Una niña, una adolescente y una mujer que sueñan con asistir a la escuela, a la universidad, con cambiar de vida. Madres que tienen hijas que también serán sirvientas, muchas veces de las hijas y de las nietas de sus patronas. Una cadena de injusticia social que beneficia a unas y explota a otras.
 
¿Por que quién en sus cinco sentidos, quisiera trabajar de sirvienta en lugar de tener acceso a la universidad y realizar sus sueños? ¿Quién cambiaría un escritorio de universidad por un cepillo de lavar baños? ¿Quién cambiaría un salario justo por la explotación de no tener derechos laborales?
 
Y vemos a través de la historia del tiempo el avance que ha tenido la mujer como género cuando se coloca en el foco a las profesionales y que han salido del hogar para desarrollarse profesionalmente, pero quedan en la oscuridad las miles de parias que son el soporte en la invisibilidad de la explotación. ¿Existe realmente el avance en derechos de género? Tal vez para unas, dependiendo su condición social. Porque el paria, será paria en cualquier lugar.
 
Con esto no quiero decir en ningún momento que el trabajo del hogar corresponda exclusivamente a la mujer, no se trata de alimentar estereotipos, pero aquí el punto es otro.
 
Y vemos doctoras, ingenieras, docentes, periodistas, feministas, escritoras, artistas, deportistas de alto rendimiento, empresarias muy exitosas y reconocidas por su humanidad y la excelencia en su trabajo, éxito logrado por esfuerzo propio y el soporte de una niña, adolescente y mujer que no pudo desarrollarse porque su condición de paria la obligó a trabajar en la servidumbre. ¿Injusticias de la vida, del sistema? ¿Cómo una mujer puede desarrollarse profesionalmente, hablar de humanidad y luchar en teoría por los derechos de género teniendo a una empleada doméstica en su casa? ¿Cosas del feminismo burgués? ¿Cosas del aprovechamiento del sistema? ¿Cosas de doble moral?
 
Y como sabemos que en los males de la sociedad, el del servicio doméstico es perenne, es también urgente que se legislen leyes que las beneficien laboralmente. Que estas mujeres tengan el derecho a un salario justo, de vacaciones pagadas, de los bonos de los que gozan los empleados de cualquier empresa, de los días de enfermedad, del servicio médico. Del horario de entrada y salida con horas extras. Que tengan todos, todos los beneficios laborales. Es lo mínimo que se puede hacer con personas tan importantes en la sociedad. Y es urgente también que deje de existir la explotación infantil, estas niñas y adolescentes no deberían estar trabajando en casas, deberían estar estudiando.
 
¿Qué sucedería con estas mujeres profesionales el día que quede abolido el trabajo de la servidumbre? ¿Se organizarán en casa con sus familias y ellos mismos limpiarán su propia mierda? Dudo que esto llegue a suceder, porque de laservidumbre se aprovecha el chucho y el coche, ¿ y quién en su sano juicio quiere perder privilegios? Ojalá, algún día, en la memoria familiar y en la memoria colectiva se recuerde quiénes desde las sombras fueron el soporte para el desarrollo de tantas mujeres a través del tiempo.

La serva come schiava
Tradotto da Monica Manicardi
 
La servitù, la serva, la domestica, la ragazza, l’aiutante, la tata, la gatta, la cameriera, la bambinaia; l’impiegata domestica si riconosce con un infinità di nomi, in modo sprezzante. Tuttavia è l’impiegata più importante, paradossalmente è anche sottopagata, sfruttata e schiavizzata in un modello di società che utilizza i paria come trampolino di lancio; come una scala, come il supporto più importante per sostenere lo sfruttamento di alcuni a beneficio di altri.
 
Un infinità di teorie, studi, concetti e definizioni si possono scrivere in più libri, per giustificare l’esistenza della serva, comunque questo lavoro non ha alcuna giustificazione; è lo sfruttamento di una donna affinché un’altra raggiunga il beneficio della realizzazione professionale e personale. Un sistema che nel millennio ha mantenuto il modello funzionale alle minoranze.
 
 
Grazie al fatto che strutturalmente si è negato l’acceso all’educazione ai paria e alle donne in particolare, migliaia di bambine, adolescenti e donne si vedono obbligate a lavorare nel servizio domestico, situazione che beneficiano molte famiglie della classe media, della borghesia e della oligarchia a coloro che in molti casi non gliene frega niente della equità e della uguaglianza sociale, perché l’inesistenza di queste vanno a loro vantaggio.
 
E così è come vediamo, femministe e sostenitrici dei diritti umani, che non sono escluse dal sistema e formano parte di questo molte volte di proposito perché “che colpa hanno loro se sono così dalla nascita e perché fare polemiche”, le vediamo partecipare a conferenze, dettando seminari per l’equità e dei diritti della donna, per l’accesso all’educazione, mentre nelle loro case ce ne sono delle altre; prendendosi cura dei loro figli, pulendo la casa, stirando la roba, pulendo i bagni e ripulendo i pavimenti. Un’altra che grazie al sistema dello sfruttamento non guadagna nemmeno un salario minimo e manca di benefici lavorativi.
 
E vediamo come nei millenni, famiglie complete raggiungano lo sviluppo, l’opportunità dell’accesso all’educazione superiore, mentre altre le servono da supporto, da esposizione, da cuscino. Questo cuscino morbido che le copre e le protegge il sonno a cambio del dolore di essere sfruttata, insultata, trattata come un mobile vecchio, non come una persona. Una serva che non si stanca mai, che non piange mai, non sente alcun dolore, una serva che non pensa, non vede, non ascolta e non parla, solo quando deve dire: sì, signora, si padrona. Perché se sente, se ascolta, se parla, se interagisce come persona sarà licenziata; perché ha abusato, si è messa alla pari. Per questo esiste la serva, per questo esiste il lavoro della servitù, perché sono tombe che inoltre puliscono le porcherie dei loro datori di lavoro. E se andiamo oltre, ci sono le camere per raffreddare i bollori del padrone, dei suoi amici e dei suoi figli.
 
Mentre la padrona e le sue figlie riescono a frequentare la scuola, l’università, si muovono professionalmente, l’impiegata domestica marcisce fra quattro pareti, marcisce fra il pavimento sporco e le pentole da lavare. Un’impiegata domestica che ha anche dei sogni, che ha anche dei desideri, che pensa. Una bambina, un’adolescente, una donna che sognano di frequentare la scuola, l’università, per cambiare vita. Madri che hanno delle figlie che anche loro saranno serve, molto spesso delle figlie e delle nipoti delle sue padrone. Una catena di ingiustizia sociale che beneficia ad alcune e sfrutta altre.
 
Perché chi è sano di mente, vorrebbe lavorare come serva invece di avere accesso alla università e realizzare i propri sogni? Chi cambierebbe una scrivania dell’università con uno scopino da lavare il bagno? Chi cambierebbe una retribuzione equa con lo sfruttamento per non avere diritti lavorativi?
 
E vediamo attraverso la storia del tempo i progressi che ha ottenuto la donna come identità di genere quando si colloca come fulcro a livello professionale e che hanno lasciato la famiglia per svilupparsi professionalmente, ma rimangono nell’oscurità le migliaia di paria che sono il sostegno nell’invisibilità dello sfruttamento. Esiste realmente il progresso dei diritti di genere? Forse per alcune, dipende dalla sua condizione sociale. Perché il paria, sarà paria in qualsiasi parte.
 
Con questo non voglio dire in nessun momento che il lavoro domestico corrisponda esclusivamente alla donna, non si tratta di alimentare stereotipi, ma qui il punto è un altro.
 
E vediamo dottoresse, ingegnere, docenti, giornaliste, femministe, scrittrici, artiste, sportive ad alte prestazioni, imprenditrici di successo e riconosciuta per la loro umanità e l’eccellenza nel loro lavoro, esito raggiunto dalle proprie forze ed il sostegno di una bambina, di una adolescente e donna che non ha potuto realizzarsi perché la sua condizione di paria l’ha obbligata a lavorare nella servitù. Ingiustizia della vita, del sistema? Come può una donna realizzarsi professionalmente, parlare di umanità e lottare in teoria per i diritti di genere avendo un’impiegata domestica in casa sua? Sono cose del femminismo borghese? Sono cose che utilizza il sistema? Sono cose di doppia morale?
 
E siccome sappiamo che tra i mali della società, quello del servizio domestico è perenne, è anche urgente che si legiferano leggi che traggano vantaggi sul lavoro. Che queste donne abbiano un salario giusto, vacanze pagate, dei bonus di cui godono gli impiegati di qualsiasi impresa, dei giorni di malattia, del servizio medico. Dell’orario di entrata e di uscita con lo straordinario. Che abbiano tutto, tutti i benefici lavorativi. E’ il minimo che si possa fare con persone così importanti nella società. Ed è anche urgente che non esista più lo sfruttamento infantile, queste bambine e adolescenti non dovrebbero lavorare nelle case, dovrebbero studiare.
 
Cosa succederebbe con queste donne professionali il giorno in cui si abolirà il lavoro della servitù? Si organizzeranno in casa con la propria famiglia e loro stressi puliranno la propria merda? Dubito che questo possa accadere perché chiunque si approfitta della servitù, e chi con un po’ di cervello vuole perdere questo privilegio? Magari un giorno, nella memoria familiare e nella memoria collettiva saranno ricordati coloro che stando nell’ombra sono stati il sostegno per lo sviluppo di tante donne attraverso il tempo.

The maidservant as a slave
Translated  by Marvin Najarro 
 
The maidservant, the maid, the domestic help, the nannie, the cholera (Guat.), the handmaid, the chacha, and the gata (Mex.) are some of the countless names the domestic worker is known, disparagingly. However, she is the most important employee, but she is also, paradoxically, the most poorly paid, exploited and enslaved in a model of society that uses the outcast as a springboard; as a ladder, as the most important support to sustain the exploitation of some for the benefit of others.
 
Myriad of theories, studies, concepts and definitions can be written to justify the existence of the maidservant, however this work has no justification; it is the exploitation of a woman so that another woman obtains the benefits of professional and personal fulfillment. A system that for thousands years has maintained a model functional for certain minorities.
 
 
Thanks to the structural neglect of access to education for the outcasts and women in particular, thousands of girls, adolescents and women are forced to work in the domestic service, a situation that benefits many middle class families, the bourgeoisie and the oligarchy who in most of the cases do not care about fairness and social equality, because its absence benefits them.
 
And this is how we see feminists and human rights defenders, who are not excluded from the system and often consciously becoming part of it because “how can they be guilty if everything was already in place when they were born, and why to get into a fight with it”. We see them attending conferences, giving seminars on equality and women’s rights, and on access to education, while at their homes other women are taking care of their children, cleaning their houses, ironing their clothes, cleaning their bathrooms and mopping their floors; others that thanks to the system of exploitation do not earn the minimum wage, and lack labor benefits.
 
And we see how since time immemorial, entire families achieve development, and the opportunity to access to higher education, while others serve as a prop, doormat, and as a pillow. That soft pillow that caress   them and takes care of their sleep in exchange for the pain of being exploited, insulted, treated like an old piece of furniture, not as a person. A maidservant who never tires, never cries, and feel no pain; a maid who does not think, does not see, does not listen and does not speak, only when she has to say: yes Mrs., yes boss. Because if she feels, listens, speaks, interacts as a person, she will be fired for crossing the line, for being cheeky and a climber. That’s why the maidservant exists as well as the occupation of domestic servants, because they are close-mouthed who also clean the crap of their employers. And if we go further, they are also the bed to satisfy the sexual desires of the boss, his friends and his children.
 
While the lady of the house and her daughters can attend school, college, or grow professionally, the domestic worker rots between four walls, and the dirty floors and the pots to be washed. A domestic worker, who also has dreams, yearns, and who also feels. A girl, an adolescent, a woman who dream of going to school, to college, and with changing their lives. Mothers who have daughters, who will also turn out to be maidservants, many times of their masters’ daughters and granddaughters. A chain of social injustice that benefits some and exploits others.
 
Why does any woman in her right mind would like to work as a maidservant instead of having access to college and achieve their dreams? Who would change a student desk for a bathroom cleaning brush? Who would change a fair wage for the exploitation by not having labor rights?
 
And we see through history the advance woman has accomplished as a gender when the female professionals, who have put aside their housework to develop professionally are placed in the spotlight, however the thousands of pariahs who are the support remain in the dark, in the invisibility of exploitation. Is there really advancement in gender rights? Maybe for some, depending on their social condition, because the pariah will be pariah anywhere.
 
With this I do not mean at all that the housework corresponds exclusively to the woman, it is not about feeding stereotypes, but here the point is another.
 
And we see how female doctors, engineers, teachers, journalists, feminists, writers, artists, high performance athletes, and very successful businesswomen, all of them recognized for their humanity and excellence at their work, succeed by their own efforts, but also by the support of a girl, adolescent and woman, who could not develop herself because her status as a pariah forced her to work in servitude. Life’s injustice or the system’s? How can a woman develop professionally, talk about humanity and fight in theory for gender rights while at the same time having a maid in her house? Have this to do with bourgeois feminism things, with taking advantage of the system, or with double standard things?
 
And since we know that among the ills of society, domestic service is a chronic one, it is urgent to pass laws that benefit them with full labor rights, so that these women have the right to a fair wage, paid holidays, bonuses enjoyed by employees of any company, overtime pay, days of sickness, and medical care. It is the least that can be done for the benefit of such important people in society. On the other hand, it is also urgent that child exploitation stops, these girls and adolescents should not be working as servants, they should be in school.
 
What would happen to these professional women the day the domestic servitude be abolished? Will they organize themselves at home with their families and, will they clean up their own shit? I doubt it will happen, because everybody takes advantage of it, and who in their right mind wants to lose privileges? Hopefully, one day, the family and the collective memory will bring to mind those who from the shadows served as the support for the development of so many women over time.

A doméstica como escrava
Tradução do Revista Diálogos do Sul 
 
Serviçal, empregada, criada, doméstica, babá, diarista; a empregada doméstica é conhecida por uma infinidade de nomes. No entanto é a empregada mais importante e paradoxalmente a mais mal paga, a explorada e a escravizada em um modelo de sociedade que utiliza parias como trampolim; como escada, como o suporte mais importante para sustentar a exploração de uns para benefício de outros.
 
Infinidade de teorias, estudos, conceitos e definições podem ser escritos em tomos e mais tomos para justificar a existência da doméstica, mas esse trabalho não tem qualquer justificação; é a exploração de uma mulher para que a outra consiga o benefício da realização profissional e pessoal. Um sistema que milenarmente tem mantido esse modelo funcional para as minorias.
 
 
Graças a que estruturalmente tem-se negado o acesso à educação a parias, e a mulheres em particular, milhares de meninas, adolescentes e mulheres se vêem obrigadas a trabalhar no serviço doméstico, situação que beneficia muitas famílias da classe média, da burguesia e da oligarquia que em muitos casos não se importam com a equidade e a igualdade social, porque a sua ausência as beneficia.
 
E assim é como vemos feministas e defensoras de direitos humanos, que não estão excluídas do sistema e formam parte dele dizendo: “que culpa tem elas se já era assim quando nasceram; e para que lutar contra o sistema?” As vemos assistindo conferências, fazendo seminários sobre a equidade e os direitos da mulher, sobre o acesso à educação, enquanto em suas casas há outras cuidando seus filhos, limpando sua casa, passando sua roupa, limpando seus banheiros e lavando seu chão. Outra que graças ao sistema de exploração não ganha nem o salário mínimo e é carente dos benefícios trabalhistas.
 
E vemos como milenarmente, famílias completas conseguem se desenvolver, têm oportunidade de acesso à educação superior, enquanto outras lhes servem de suporte, de chão, de cobertor. Essa coberta suave que as cobre e vela seu sonho em troca da dor de ser explorada, insultada, tratada como um móvel velho, não como pessoa. Uma serviçal que não se cansa nunca, que nunca chora, que não tem dor alguma, uma empregada que não pensa, não vê, não escuta e não fala, só quando tem que dizer: sim senhora, sim patroa. Porque se sentir, escutar, falar, interagir como pessoa será despedida; por abusiva, por intrometida, por pensar que é igual. Por isso existe a empregada, por isso existe o trabalho das serviçais, porque são tumbas que além do mais limpam a sujeira de seus empregadores. E se vamos além, também são camas para esfriar os calores dos patrões, seus amigos e seus filhos.
 
Enquanto a patroa e suas filhas conseguem frequentar a escola, a universidade, desenvolver-se profissionalmente, a empregada doméstica apodrece entre quatro paredes, apodrece entre os pisos sujos e as panelas por lavar. Uma empregada doméstica que também tem sonhos, que também deseja, que também sente. Uma menina, uma adolescente e uma mulher que sonham em frequentar a escola, a universidade, mudar de vida. Mães que têm filhas que também serão empregadas domésticas, muitas vezes das filhas e das netas de suas patroas. Uma cadeia de injustiça social que beneficia umas e explora outras.
 
Por que quem, de posse dos seus cinco sentidos, quer trabalhar como empregada em lugar de frequentar a universidade e realizar seus sonhos? Quem trocaria uma sala de faculdade por uma escova para lavar banheiros? Quem trocaria um salário justo pela exploração de não ter direitos trabalhistas?
 
E vemos através da história do tempo o avanço que teve a mulher como gênero quando se coloca no foco as profissionais e as que saíram de casa para se desenvolver profissionalmente, mas ficam na obscuridade milhares de parias que são o suporte na invisibilidade da exploração. Existem realmente avanços em direitos de gênero? Talvez para umas, dependendo de sua condição social, Porque pária será pária em qualquer lugar.
 
Com isto não quero dizer em nenhum momento que o trabalho doméstico corresponda exclusivamente à mulher, não se trata de alimentar estereótipos, mas aqui o ponto é outro.
 
E vemos doutoras, engenheiras, docentes, jornalistas, feministas, escritoras, artistas, esportistas de alto rendimento, empresárias de sucesso e reconhecidas por seu humanismo e a excelência em seu trabalho, sucesso conseguido por esforço próprio e o suporte de uma menina, adolescente ou mulher que não pode se desenvolver porque sua condição de pária a obrigou a trabalhar no serviço doméstico. Injustiças da vida? do sistema? Como pode uma mulher se desenvolver profissionalmente, falar de humanismo e lutar em teoria pelos direitos de gênero tendo uma empregada doméstica em sua casa?Coisas do feminismo burguês? Coisas do aproveitamento do sistema? Coisas de dupla moral?
 
E como sabemos que nos males da sociedade, o do serviço doméstico é perene, é também urgente que se façam leis que as beneficiem no aspecto trabalhista. Que essas mulheres tenham o direito a um salário justo, férias pagas, todos os direitos que gozam os empregados de qualquer empresa, das licenças por doença, assistência médica. Do horário de entrada e saída com horas extras. Que tenham todos, todos os benefícios trabalhistas. É o mínimo que se pode fazer com pessoas tão importantes na sociedade. E é urgente também que deixe de existir a exploração infantil; essas meninas e adolescentes não deveriam estar trabalhando nas casas, deveriam estar estudando.
 
O que aconteceria com essas mulheres profissionais no dia em que for abolido a trabalho doméstico? Vão se organizar em casa com suas famílias e limparão sua própria merda? Duvido que isso chegue a acontecer, porque do serviço doméstico se aproveitam todos. E quem, em seu juízo perfeito quer perder privilégios? Oxalá algum dia na memória familiar e na memória coletiva sejam recordadas aqueles que nas sombras foram o suporte para o desenvolvimento de tantas mulheres através dos tempos.

Alerta Venezuela

No dejen de ver este conmovedor video

LatinoAmérica Calle 13

The American Dream

Facebook, Israel y la CIA











La Revolucion de la Clase Media


Descontento en el corazon del capitalismo: el Reino Unido

Descontento en el corazon del capitalismo: el Reino Unido

La Ola se extiende por todo el mundo arabe : Bahrein

La Caida de un Mercenario

La Revolucion no sera transmitida (I)

(II) La revolucion so sera transmitida

(III) La Revolucion no sera transmitida

(IV) La Revolucion no sera transmitida

(V) La Revolucion no sera transmitida

(VI) La Revolucion no sera transmitida

(VII) La revolucion no sera transmitida

(VIII) La Revolucion no sera transmitida

Narcotrafico SA

La otra cara del capitalismo...

Manuel Rosales mantenia a la oposicion con el presupuesto de la Gobernacion del Zulia...

El petroleo como arma segun Soros

Lastima que se agacho...

El terrorismo del imperio

Promocional DMG

Uribe y DMG