Cervantes

Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.

MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.

8 de febrero de 2018

PALESTINA: ONU alerta de desastre humanitario en Gaza y de que queda combustible para diez días

Hizbulah condena asesinato del mártir palestino Ahmad Nasser Jarrar / Cientos de palestinos marchan en el funeral de Khalid al-Tayeh, de 22 años de edad / Hebrón: Crónica de una ciudad milenaria / Poesía: Palestina rinden homenaje a Fadwa Tuqan

Resumen Latinoamericano* / 07 de febrero de 2018 –

ONU alerta de desastre humanitario en Gaza y de que queda combustible para diez días

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió hoy de una inminente “catástrofe humanitaria” si no se envía de inmediato combustible a la Franja de Gaza, y asegura que solo queda para mantener en marcha servicios críticos durante diez días.
FOTO: Una mujer palestina lleva a su hijo enfermo por el pasillo a oscuras del hospital de Durra en Gaza, hoy. MOHAMMED SALEMREUTERS
“La crisis eléctrica lleva a Gaza al borde del desastre”, aseguró este organismo en un comunicado, en el que añadió que “se necesita desesperadamente financiación para (enviar) combustible de emergencia”.
“Los hospitales ya han empezado a cerrar. Sin fondos, más proveedores de servicios se verán forzados a suspender sus operaciones durante las próximas semanas y la situación se deteriorará drásticamente, con un potencial impacto sobre toda la población. No podemos permitir que esto pase”, asegura en la nota el coordinador de OCHA en los territorios ocupados, Roberto Valent.
La ONU coordina el envío de fuel de emergencia que mantenga en marcha los generadores de reserva y los vehículos “para garantizar un nivel mínimo de servicios de salud, agua y saneamiento en medio de la grave crisis de electricidad a la que hace frente Gaza”.
Según datos de este organismo, los más de dos millones de personas que viven en la Franja, la mitad de ellos mujeres y niños, no reciben más de ocho horas de electricidad al día.
Y estima que para este año son necesarios 6,5 millones de dólares para proporcionar 7,7 millones de litros de combustible de emergencia, “el mínimo indispensable para evitar el colapso de los servicios”.
Hasta el momento, diecinueve centros médicos de Gaza han dejado de ofrecer servicios a sus pacientes debido a la falta de electricidad, tres de ellos hospitales y el resto pequeñas clínicas y ambulatorios, según datos del Ministerio de Salud.
Según la ONU, los principales servicios de emergencia y diagnosis que están en riesgo son las radiografías, resonancias magnéticas,tomografías, unidades de cuidados intensivos, quirófanos en trece hospitales públicos, además de 55 depósitos de aguas fecales, 48 plantas desalinizadoras y la capacidad de recolección de basuras.

Hizbulah condena asesinato del mártir palestino Ahmad Nasser Jarrar

La Resistencia libanesa condenó enérgicamente el crimen atroz cometido por los soldados de la ocupación contra un resistente digno Ahmad Nasser Jarrar, y felicitó a la familia del mártir, a los hermanos en Hamas y al pueblo palestino por la muerte de ese heroico luchador.
El combatiente palestino Ahmad Nasser Jarrar fue asesinado por las fueras sionistas en Cisjordania.
El combatiente palestino Ahmad Nasser Jarrar fue asesinado por las fueras sionistas en Cisjordania.
El comunicado de Hizbulah señaló que Jarrar, al igual que sus compañeros caídos en el camino, demostró un verdadero espíritu jihadista profundamente enraizado que no se detendrá hasta la lograr la plena liberación.
Las continuas operaciones de la Resistencia y el continuo levantamiento del pueblo palestino en todas las ciudades y provincias, y la sangre de los mártires que ha regado la tierra pura, son los signos de la próxima victoria. Enfatizó que la sangre del mártir Jarrar llama a toda la conciencia viviente en nuestro mundo árabe e islámico y hace un llamado a todos para que apoyen al pueblo palestino en su resistencia, y su levantamiento, a solidarizarse con él y brindar todo el apoyo posible para ello.
Como se conoce, las fuerzas israelíes asesinaron al combatiente palestino Ahmad Nasser Jarrar durante una operación militar a gran escala en la ciudad de al-Yamoun, en el distrito de Jenin, al oeste de Cisjordania, el martes al amanecer.
Desde que un colono israelí fue asesinado a tiros el mes pasado mientras conducía cerca de Nablus, las fuerzas israelíes se embarcaron en la búsqueda de Jarrar, el presunto principal sospechoso del tiroteo, que había logrado evadir la captura durante semanas.
En enero, durante una redada en busca de Jarrar, las fuerzas israelíes mataron a tiros a su primo Ahmad Ismail Jarrar cerca de la casa de la familia Jarrar en el barrio Wadi Bruqin de la ciudad de Jenin.
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Cientos de palestinos marchan en el funeral de Khalid al-Tayeh, de 22 años de edad


NABLUS (Ma’an) – Miles de palestinos marcharon en el funeral de Khalid Walid al-Tayeh, de 22 años, en la aldea iraquí de al-Tayeh, al este de Nablus, en el norte de Cisjordania ocupada el miércoles.
Al-Tayeh murió el martes por la noche después de sucumbir a una herida de bala en el pecho, que sufrió durante los enfrentamientos con las fuerzas israelíes en la ciudad de Nablus a primera hora de la tarde.
Durante la procesión fúnebre, los dolientes corearon consignas que condenan la ocupación israelí, ya que la gente llevaba fotos de al-Tayeh y banderas nacionales y faccionales palestinas.
La marcha partió del Hospital al-Jamia hacia la casa de la familia de al-Tayeh, donde se dijeron adiós antes de llevar su cuerpo a la mezquita del pueblo para oraciones, y luego al cementerio del pueblo para su entierro.



Hebrón: Crónica de una ciudad milenaria

Hebrón se dibuja como un precioso cúmulo de ajetreo, una explosión casi artística de intensos colores y una conjunción de lo tradicional y las formas más modernas que no deja al ávido turista indiferente.

Dicen que Hebrón es una de las ciudades cisjordanas que más merece la pena visitar. Más allá de las manifestaciones por las que ha encontrado un hueco en la primera plana de los grandes medios internacionales, Hebrón se dibuja como un precioso cúmulo de ajetreo, una explosión casi artística de intensos colores y una conjunción de lo tradicional y las formas más modernas que no deja al ávido turista indiferente.
Después de quince shekels y un viaje de dos horas sorteando check points en un autobús decorado como me imagino que sería el cuarto de la Bella Durmiente, llego a la ciudad más antigua del West Bank. El bullicio reina por doquier, es hora punta y el mercado central está a rebosar de gente local regateando y vendedores que fruncen el ceño, haciendo cálculos de cuántos días comerán menos de lo esperado este mes si siguen bajando el precio.

Camino por las calles con la única intención de perderme para encontrar lo que se escapa del ojo del turista con prisas, ese que llega para besar el santo, inmortalizar el momento con sus cámaras de ocho objetivos y se vuelve al hotel con un shawarma y la sonrisa de satisfacción del que ha cumplido con el mínimo requerido.
A diferencia de Ramallah, Hebrón se perfila como una ciudad dominada por la gente joven, esos que me observan bajo lupa cual biólogo maravillado por el descubrimiento de un insecto raro, mientras sostienen su quinto café de la mañana en una mano y su septuagésimo cigarro en la otra. A veces creo que aquí cuando naces en vez de palmadas en la espalda de dan un trago de café y las instrucciones ilustradas de cómo empezar a fumar.

A medida que abandono lo que presumo que es el centro, con su destartalado mercado y su ajetreo matutino, las miradas de los locales pasan a ser de soslayo, del repetido “you are welcome my friend” a la desconfianza, como si creyeran que mirarte significara una rebelión silenciosa, pero, ¿una rebelión contra qué?, me pregunto mientras me afano en mi tarea por sacar fotos de hasta lo más insignificante, como si una papelera fuera algo diferente a las miles que me encuentro por Madrid. De repente se me acerca un grupo de hombres con cara de pocos amigos y comienzan a interrogarme sobre el porqué de mis fotos. “Soy una turista y me han contado que eso hacen los turistas”, respondo con una sonrisa algo nerviosa intentando quitarle un poco de hierro al asunto. “¿De dónde eres?” me preguntan a su vez sin muchas ganas de bromear mientras sus miradas barren la calle buscando no sé el qué.
Al decirles que soy española veo que se empiezan a relajar notablemente- me pregunto cuál habría sido su forma de actuar ante alguien que les dijera que es americano por ejemplo- y vuelven a sentarse en las mismas sillas donde deben de llevar horas postrados, me dan un caramelo como felicitándome por mi respuesta y me hacen la pregunta que más he escuchado desde que estoy aquí, “¿Madrid o Barcelona?”. Aunque pensándolo bien, mejor que nos conozcan por el fútbol que por la corrupción o nuestras famosas siestas.

Después de reírnos un rato- no sé muy bien si yo con ellos o ellos de mí- me indican por dónde se va a la ciudad vieja, lo que en este país equivale al centro neurálgico donde confluyen la verdadera esencia de una ciudad y su tradición más ancestral. A medida que me voy acercando, se aproxima una maraña de comerciantes que, en menos de diez minutos, me intentan vender cinco coranes versión española, ocho falafels e innumerables túnicas y alfombras. Hablando con un comerciante poco después, me cuenta que las ventas han decaído bastante, que la mala prensa que les está dando el conflicto ha hecho caer en picado las visitas de los turistas que prefieren lo malo conocido que lo bueno por conocer. “Pero la cosa no está tan mal”, me dice Abu con una sonrisa de resignación. Empiezo a tener la sensación de haber viajado a un Hebrón paralelo, rebosante de la antigüedad que rezuman sus paredes de piedra y sus tejados improvisados, de comerciantes casi centenarios que te miran como si no les importara vender, sino apreciar el tiempo efímero que fluye con calma a sabiendas de que lo importante de la vida ya lo tienen hecho.
Algunos de ellos te observan con extrañeza, como si supieran igual que tú que este no es tu sitio, tu ciudad, mientras te sonríen para trasladarte un poco de la entereza vital que a ellos les sobra. Uno de ellos me da otro caramelo y me vuelve a decir que soy bienvenida, ya no importa de donde sea. Como siga así voy a salir de aquí como de una cabalgata de reyes y sin haberme dado codazos con ninguna señora mayor ansiosa. Todo son ventajas.

Entonces me encontré a Gandhi, o al menos una versión de él no tan pacífica y sin bigote. Mientras me salvaba de un comerciante que intentaba venderme una alfombra por el precio de dos, me explicó que, a sus escasos 22 años, se dedicaba a hacer de guía turístico a cambio de la voluntad, una voluntad que ascendía a cientos de shekels si se topaba con turistas americanos- aquellos que viajaban a Palestina como para demostrar que las ideas de su presidente no les representaban– o menos si los objetos de sus explicaciones provenían de Europa.
Gandhi me lleva a los sitios típicos que todo palestino se empeña en enseñar, los asentamientos. Cierto es que Palestina cuenta con un gran número de ellos extendidos en las afueras de los pueblos, pero su ubicación en Hebrón me sorprendió ya que comparten el mismo espacio que las casas palestinas. Con sus grandes tanques de agua en los tejados- que triplican el tamaño de los palestinos- las casas de los asentamientos se erigen, modernas e imponentes, rompiendo la armonía tradicional de la ciudad vieja. Mi compañero de viaje improvisado me enseña desde la terraza de una casa las numerosas bases militares que rodean, cual fortificación del Medievo, la ciudad y me cuenta que la familia que allí vive, amigos suyos, han sido víctimas de numerosos asaltos israelíes, en uno de los cuales, la madre embarazada de 6 meses perdió a su bebé por las patadas que le propinaron los soldados.

Mientras seguimos caminando por las estrechas y laberínticas calles de la ciudad- que respetan hasta el extremo las construcciones de la vieja cultura árabe- me para y me hace mirar arriba, donde un techo de alambre improvisado sostiene numerosas piedras y me explica que en esa calle tienen dos bases militares en cada extremo desde donde los soldados se dedican de vez en cuando a apedrear a los transeúntes palestinos y de ahí la necesidad del techo alambrado.
Después, supongo que por su interés por hacer algo más de dinero, me lleva a la casa de otros amigos a los que describe como si fueran sus padres. Al entrar, el padre me recibe como si fuera la primogénita perdida que ha vuelto al hogar mientras me lleva a un gran salón donde su mujer se afana por darme té y vuelve a su máquina de coser que se encuentra en mitad de la sala, mientras me fijo en que todas las paredes están cubiertas con las cosas que ella sola cosa y que pone a la venta a precios que le harían la competencia a cualquier tienda de barrio. Mi breve mirada de agradecimiento y su “you are welcome” que me dedica con la boca chica será el único contacto que tendré con la mujer de la casa, a pesar de que ella fue la que le enseñó a su marido el inglés que sabe, algo que cada vez me va dejando más claro que representa una tradición en el país.

Me siento en uno de los grandes sofás con mi nuevo amigo Gandhi mientras Abdel– el padre-, que también es guía turístico, nos abastece de tabaco y se tira en el sillón de enfrente mientras nos cuenta que su casa tiene 800 años, que funciona de hotel gratis e improvisado para turistas y que fue donde su primera mujer murió por los disparos de los israelíes durante un asalto. Mientras se yergue en su sitio por la excitación que le produce su propia argumentación, nos explica enfadado que los soldados encima tuvieron la poca vergüenza de intentar comprarle la casa para extender sus asentamientos, aunque por lo menos le pagaban, “quisieron darme cuatro millones de dólares americanos”, me dice mientras se ríe, “pero yo no la pienso vender. Nací aquí y me voy a morir aquí. Da igual lo que tenga que hacer”, añade orgulloso de sí mismo mientras se vuelve a repantingar en el sofá.
Según Abdel, los soldados han puesto vallas hasta en el cementerio donde les controlan la entrada y “cuando mejor les parece nos prohíben el paso. Ya ves tú, no podemos ni honrar a nuestros muertos en paz”, dice con tristeza. Pero también controlan el acceso a la ciudad e incluso a las escuelas, “hay días que los niños vuelven a casa porque no les han dejado entrar en la escuela. Como eso todo lo que te cuente. Nos tiran piedras, se burlan de nosotros y nos cierran los comercios porque les apetece. ¿Y qué podemos hacer?, pues resignarnos hija. Estamos rodeados”, añade con tristeza.

Cuando empieza a intentar venderme a Gandhi como el perfecto futuro marido, idea que creo que al muchacho tampoco le desagrada, decido que es hora de volver si quiero llegar hoy a Ramallah, así que mientras me levanto les doy las gracias por todo prometiendo volver y Gandhi me acompaña a la estación y de camino me dice que ahora seremos novios y rehúsa que le pague la visita guiada.
Esa noche me dormí sonriendo mientras pensaba en mi promesa a Gandhi de volver en cinco años para casarme con él, mientras de lejos se oía el sonido estridente de una automática. Con suerte solo será una celebración.
Fuente: Megan Álvarez, Diario16

Poesía: Palestina rinden homenaje a Fadwa Tuqan

Los palestinos conmemoran el centenario de su gran poetisa, Fadwa Tuqan, una gran luchadora por su país y sus derechos como mujer.

Fadwa Tuqan en su casa en Nablus, Cisjordania, en una foto sin fecha. Foto: AFP
Para muchos palestinos, Fadwa Tuqan es más que una poetisa: es el símbolo de la resistencia y el orgullo palestino. Ella es la encarnación de la fuerza espiritual de Palestina a pesar de las pérdidas que han sufrido.
Tuqan, nació en 1897 en Nablus, Cisjordania, vivió la Nakba (Catástrofe) de 1948, la guerra de 1967 y la primera Intifada de 1987. Su participación en la lucha nacional fortaleció su escritura, convirtiéndola en una de las poetisas más famosas de Palestina y del mundo árabe.
En uno de sus poemas más conocidos, “Anhelo”, expresó su sensación de pérdida e ira en un estilo que el general israelí, Moshe Dayan, describió como capaz de crear 10 combatientes de la resistencia con un solo poema.
La famosa poetisa nació en una familia prominente pero tradicional, donde las costumbres palestinas le impidieron continuar su educación después del quinto grado. Entonces estudió en casa, junto con su hermano, el famoso poeta  Ibrahim Tuqan. Publicó su primer libro de poesía cinco años después de la muerte de su hermano en 1941 y lo llamó “Mi Hermano, Ibrahim”, un homenaje al gran poeta y devoto hermano, quien mediante cartas había continuado enseñándole desde Beirut, donde trabajó como profesor.
Continuó publicando sus libros de poesía durante las siguientes dos décadas, en su estilo enérgico y cargado de emociones que reflejaba su propia experiencia de lo que los palestinos estaban pasando: pérdida, tristeza, soledad, ira, resistencia y orgullo palestino. En la década de 1960, se convirtió en una estudiante una vez más, estudió literatura inglesa en la Universidad de Oxford. Sus obras fueron traducidas al inglés en la década de 1980, obteniendo fama internacional y premios literarios como el Premio Al Owais de poesía de los Emiratos Árabes Unidos   en 1988-89. Publicó “Una autobiografía: un viaje montañoso” en 1990.
Tuqan murió el 12 de diciembre de 2003, durante el apogeo de la intifada de Al-Aqsa, mientras que Nablus, su ciudad natal, estaba sitiada. Su último poema, “Anhelo”, citado anteriormente, fue escrito mientras estaba postrada en cama y con una profunda tristeza por su ciudad natal.
La autora al-Mutawakkil Taha, que ha publicado libros tanto sobre Ibrahim como de Fadwa, explicó a Al-Monitor que su vida era su trabajo y viceversa: “La vida de Fadwa se asemeja a la vida del pueblo palestino y la revolución palestina, en su capacidad para ponerse de pie una y otra vez para exigir los derechos de los palestinos”.
Añadió que: “Ella vivía en una sociedad conservadora que prohibía a las jóvenes obtener una educación y participar plenamente en la vida, pero pudo educarse y aprender a través de sus propios esfuerzos, demostrando su excepcional capacidad para romper barreras sociales y políticas”.
Entre marzo de 2017 y marzo de 2018, los ministerios de cultura y educación de Palestina, junto con diversos grupos culturales y literarios, organizaron y planificaron una serie de eventos para conmemorar el  centenario de Tuqan. Los eventos del Ministerio de Cultura alcanzaron su clímax en noviembre, ya que la poetisa nació antes de la Declaración Balfour en noviembre de 1917.
Al conmemorar el centésimo año del nacimiento de Tuqan, el ministerio espera llamar la atención sobre otros pensadores, escritores y poetas de su época, explicó Huda Hajju,  jefe del comité que conmemora el centenario. Describen el proyecto como “una forma de honrar a los pioneros palestinos de la cultura y la iluminación”.
Hajju agregó que, “durante los próximos 15 años dedicaremos cada año a un poeta, escritor o pensador nacido hace más de 100 años que influyó en la vida cultural y literaria de Palestina”
La elección de Tuqan como la primera que se celebra se debe tanto a su fama como poetisa, como que el año 2017 coincide con la celebración del 100 aniversario de su cumpleaños. Añadió que Tuqan era una poetisa que desafió todos los obstáculos sociales y políticos que enfrentaba, demostrando que la poesía, la literatura y la cultura eran formas efectivas de resistencia.
Los ministerios de cultura y educación organizaron estos eventos en cooperación con organizaciones de la sociedad civil de diferentes municipalidades y gobernaciones y con centros literarios y culturales de varias ciudades, destacó Hajju.
El Ministerio de Educación ha organizado varios eventos para contar la historia de Tuqan a los estudiantes. El titular de actividades estudiantiles y portavoz del ministerio, Sadeq al-Khadour, indicó que el ministerio organizó una serie de eventos en cada uno de los establecimientos educacionales en noviembre. “Designamos el día de la poesía en cada escuela, dedicada a la poesía de Tuqan”, explicó. “Se realizaron foros en cada escuela secundaria que incluían charlas de escritores y críticos que analizaban su vida, así como también viajes estudiantiles a la casa y el vecindario donde vivía y tour a los lugares mencionados en su poesía”.
El ministerio también hizo grabar dos poemas de Tuqan en un CD junto con un libro infantil sobre su vida.
Taha recalcó que es importante arrojar luz sobre las vidas de escritores y poetas  como una forma de revivir la cultura palestina y resistir a los intentos de eliminarla o tergiversarla. La atención a los poetas de generaciones pasadas muestra que Palestina tiene raíces profundas y que las falsas afirmaciones de Israel no pueden aniquilar a esta gente y su cultura, comentó.
“Las generaciones jóvenes no conocen muchas de sus propias historias y parece que tienen poco conocimiento de las generaciones pasadas”, dijo. “Estos esfuerzos son una forma de revivir la memoria colectiva palestina, para que los palestinos conozcan su herencia cultural, lo que les ayudará a permanecer y resistir a la ocupación y sus intentos de disolver la identidad y personalidad palestinas”.
También reconoció la importancia de los esfuerzos del ministerio y otras instituciones para contar la historia de Tuqan, y subrayó que se necesitan más iniciativas de este tipo. “Necesitamos muchos mecanismos diferentes para elevar y mostrar la  creatividad y el patrimonio palestinos y llevar nuestros modelos creativos a la corriente principal”, concluyó Taha.
Ver Biografía y poemas aquí
Sobre el autor: Aziza Nofal es periodista de Nablus. Vive y trabaja en Ramallah como reportera independiente para sitios web árabes y regionales. Se graduó en el año 2000 del departamento de medios y periodismo en la Universidad Nacional de Al-Najah y recibió su maestría en estudios israelíes en 2014 de la Universidad Al-Quds. Ahora trabaja en el campo del periodismo de investigación en Palestina y en cooperación con los Reporteros Árabes para el Periodismo de Investigación (ARIJ), una organización con sede en Amman, Jordania.
Fuente: Palestinians pay homage to poet Fadwa Tuqan
Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al original inglés y a la traducción de Palestinalibre.org
Fuente: Aziza Nofal, Al Monitor / Traducción: Palestinalibre.org

*Con información de PalestinaLibre, Al Mayadeen y Maan News

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