Posted: 06 Feb 2018 07:54 AM PST
La
creación de un imperio de refinación de petróleo es muy importante para
el principal productor mundial de crudo. Saudi Aramco trata de
consolidar sus posiciones antes de lanzar una oferta pública de venta
que podría convertirse en la más grande de la historia.
Modernización a gran escala
Aramco emprende este paso, es decir, lanza una oferta pública de venta para contrarrestar las pérdidas derivadas de la toma de decisión por parte de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de reducir las extracciones de crudo.
A comienzos de 2018, Saudi Aramco fue reconfigurada y obtuvo el estatus de sociedad anónima. El cambio de su estatus jurídico está relacionado con el hecho de que próximamente lanzará una oferta pública de venta. Es decir, Aramco pondrá a la venta sus acciones.
Aramco tiene un valor de 60.000 millones de riyales —16.000 millones de dólares—, dividido en 200.000 millones de acciones, según los estatutos de la compañía publicados en el boletín oficial. Los fondos que serán reunidos a través de la venta de estos valores en el mercado bursátil serán invertidos en la exploración y el desarrollo de nuevos yacimientos.
Además, el príncipe lanzó importantes reformas sociales. Arabia Saudí ha empezado a permitir a las mujeres salir a la calle sin ser acompañadas por sus esposos, conducir vehículos y atender eventos deportivos, incluidos partidos de fútbol.
John Ross, analista estadounidense especializado en petróleo destacó, citado por la revista, que, mediante sus reformas económicas, "Arabia Saudí está marcando una línea política muy clara". Según Ross, el país necesita inversiones.
Las compañías estadounidenses y europeas pueden ayudar a Riad a desarrollar sus reservas de gas natural. Los vecinos de Arabia Saudí ya adelantan al país en cuanto al volumen de inversión extranjera. Este hecho empuja a las autoridades saudíes a abrir el acceso a sus depósitos de gas y petróleo.
Ventajas para Rusia
Los vientos de cambio también han soplado en la política exterior del país.
"Eso es crucial para Rusia", añade la publicación Expert.
Hay otro proyecto importante que las autoridades de ambos países planean realizar: la construcción de una superciudad que estará ubicada en los territorios fronterizos de tres países: Arabia Saudí, Jordania y Egipto. Esta localidad vivirá a cuenta de la producción de energías renovables, y principalmente de energía solar. Los promotores del proyecto ya han inventado incluso el nombre que se dará a la futura ciudad: Neom.
Aramco emprende este paso, es decir, lanza una oferta pública de venta para contrarrestar las pérdidas derivadas de la toma de decisión por parte de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de reducir las extracciones de crudo.
Durante
los últimos dos años, Arabia Saudí —el mayor productor y exportador de
petróleo en el mercado mundial— ha tenido que afrontar una dura
situación, directamente ligada a la caída de precios del oro negro. En
estas condiciones, las autoridades saudíes tuvieron que dar un giro a su
política petrolera.
La crisis amenazó a numerosas partidas del
presupuesto saudí, en primer lugar a los programas sociales. Tras esta
crisis, según informa la revista rusa Expert, llegaron los nuevos
tiempos, que obligaron a Riad a poner en marcha una segunda
modernización. Esta ha sido realizada en todos los ámbitos de la vida e
incluso en la propia compañía Saudi Aramco, que pertenecía íntegramente
al Estado.A comienzos de 2018, Saudi Aramco fue reconfigurada y obtuvo el estatus de sociedad anónima. El cambio de su estatus jurídico está relacionado con el hecho de que próximamente lanzará una oferta pública de venta. Es decir, Aramco pondrá a la venta sus acciones.
Aramco tiene un valor de 60.000 millones de riyales —16.000 millones de dólares—, dividido en 200.000 millones de acciones, según los estatutos de la compañía publicados en el boletín oficial. Los fondos que serán reunidos a través de la venta de estos valores en el mercado bursátil serán invertidos en la exploración y el desarrollo de nuevos yacimientos.
La
puesta en venta de las acciones de la petrolera más grande de Arabia
Saudí, así como otras profundas reformas de su economía y de su sociedad
patriarcal, forman parte de un gran plan de modernización del país, que
ha sido propuesto por el príncipe heredero Mohamed bin Salman, señala
el análisis realizado por los periodistas del medio Expert.
"Durante
años hemos pensado que podíamos diversificar la producción y encontrar
otras fuentes de ingresos. Sin embargo, el desplome de los precios del
crudo reveló que el proceso de diversificación no ha hecho más que
empezar", explicó a Expert Said Sheikh, principal economista del Banco
Nacional de Comercio en Yeda.
Para tapar los vacíos en el
presupuesto estatal formados tras la caída de los precios de petróleo,
el príncipe está efectuando reformas económicas de calado. La más
importante tal vez fue la que introdujo el impuesto sobre el valor
añadido. Actualmente, esta tasa alcanza el 5%.Además, el príncipe lanzó importantes reformas sociales. Arabia Saudí ha empezado a permitir a las mujeres salir a la calle sin ser acompañadas por sus esposos, conducir vehículos y atender eventos deportivos, incluidos partidos de fútbol.
John Ross, analista estadounidense especializado en petróleo destacó, citado por la revista, que, mediante sus reformas económicas, "Arabia Saudí está marcando una línea política muy clara". Según Ross, el país necesita inversiones.
Las compañías estadounidenses y europeas pueden ayudar a Riad a desarrollar sus reservas de gas natural. Los vecinos de Arabia Saudí ya adelantan al país en cuanto al volumen de inversión extranjera. Este hecho empuja a las autoridades saudíes a abrir el acceso a sus depósitos de gas y petróleo.
Ventajas para Rusia
Los vientos de cambio también han soplado en la política exterior del país.
"Eso es crucial para Rusia", añade la publicación Expert.
© Sputnik/ Valery Melnikov
Las
relaciones entre dos avanzadas potencias petroleras hace poco
adquirieron el carácter de colaboración estratégica, prosigue el
análisis. La llegada del rey saudí a Moscú y su encuentro con el
presidente ruso, Vladímir Putin, dieron un nuevo impulso a los lazos
bilaterales en otoño del año pasado.
"Tras esta reunión, las partes
apostaron por el desarrollo de las relaciones bilaterales, por la
implementación de varias iniciativas conjuntas y establecieron planes de
inversión, entre otros los relativos a inversiones extranjeras directas
en la economía de ambos países. Arabia Saudí y Rusia planean invertir
sus fondos en cinco sectores clave: energía solar, medicina, transporte e
infraestructura portuaria", destaca el medio saudí Maal.Hay otro proyecto importante que las autoridades de ambos países planean realizar: la construcción de una superciudad que estará ubicada en los territorios fronterizos de tres países: Arabia Saudí, Jordania y Egipto. Esta localidad vivirá a cuenta de la producción de energías renovables, y principalmente de energía solar. Los promotores del proyecto ya han inventado incluso el nombre que se dará a la futura ciudad: Neom.
"Teniendo
en cuenta la agenda global y la aprobación por parte de Saudi Aramco
del programa de transformación, es justo hablar sobre el establecimiento
de una colaboración energética [entre Rusia y Arabia Saudí], en
particular en el ámbito de extracción de gas natural. Gazprom ya
mantiene negociaciones sobre este tema con los saudíes. Los últimos
sucesos ponen de relieve que es fácil superar los factores que pudieran
impedir el desarrollo de la cooperación bilateral", concluyen los
autores del artículo publicado en Expert.