Por: Reinaldo Tamaris*
En días
pasados el economista José Guerra, en entrevista realizada en un canal de
televisión indicó que la problemática del efectivo que actualmente existe en el
país, era producto de la falta de billetes y que el nuevo cono monetario
implementado por el Gobierno no había logrado resolver la situación. Entre
otras cosas, habló acerca de las malas políticas económicas del Gobierno y que
para acabar con la falta de efectivo era necesario incrementar la cantidad de
billetes para cubrir la demanda del mismo, incluso hasta dio unas cifras de la
cantidad necesaria.
Ahora
bien, esto resulta una gran contradicción ya que este economista es uno de los
que mantiene su posición en cuanto a que la problemática de la inflación
obedece a la existencia de una liquidez monetaria muy alta, para Guerra y
otros, el incremento en la masa monetaria distorsiona la economía y ocasiona el
problema de inflación, pero resulta ahora que según este mismo economista, es
necesario imprimir más billetes para resolver el problema del efectivo; y al
hacer eso ¿no se está incrementando la masa monetaria?, como diría un conocido
profesor; misterios de la ciencia¡¡¡¡¡
Hay que
acotar que para esa fecha, Guerra no fue el único economista que conversó sobre
el tema, en esa misma fecha y en espacios radiales fueron entrevistados otros
economistas y por las redes sociales también se generó esa matriz de opinión;
criticando las políticas monetarias que implementa el Gobierno, hablando de
otra posible reconversión, de la falta de efectivo, en conclusión, tratando de
desviar la atención para que no se vea el éxito que la creación e
implementación del Petro ha generado para el país. Para la fecha ya hay una
intención de compra de aproximadamente cinco MM de US$.
Pero del
Petro se conversará en otra oportunidad, por ahora es necesario hacer una
aclaratoria con respecto a la problemática de la falta de efectivo. La escasez
de efectivo es una situación que está generando graves dificultades a la
población y en consecuencia agudiza el problema económico. Para nadie es un
secreto que los bancos; públicos y privados, mantienen una especie de corralito
financiero muy ortodoxo, al crear mecanismos para entregar efectivo de manera
muy controlada. Esta situación posiblemente obedece a una política monetaria
que busca mitigar la salida del efectivo venezolano a otras latitudes; caso
específico Colombia.
Es
de
conocimiento público, que el efectivo es actualmente todo un negocio
especulativo, en el cual unos pocos se lucran ofreciéndolo a cambio de
una
comisión; muchas veces extremadamente alta. Este negocio se realiza
tanto para
la venta como para la compra, si una persona necesita de efectivo, debe
pagar a
veces hasta un 100% sobre el monto solicitado (venta) y por otro lado
están quienes compran efectivo a cambio de una comisión, el efectivo se
lleva a un
lugar convenido, dejan el efectivo y a cambio le hacen una transferencia
(compra); monto más comisión, esta última modalidad es la usada para
sacar el
efectivo de nuestras fronteras.
Esta situación
descrita arriba de manera muy sencilla, es producto del quiebre que sucede al
no completarse el circuito económico financiero, modelo que explica como las
transacciones financieras entre los tres agentes económicos y la banca se
relacionan. A través de este modelo se puede observar que el dinero cumple un
ciclo al pasar entre las manos de los tres agentes económicos; Gobierno,
empresas y familias, y regresa nuevamente a su punto de origen; el banco. Los
bancos entre sus funciones cumplen con la de reciclar o reutilizar el dinero en
efectivo, y para cumplir con esta función, este efectivo debe regresar al banco
a través de la transacción del depósito bancario.
Cuando
las familias perciben sus ingresos; ya sea a través de la venta de su fuerza de
trabajo o mediante la inversión social del estado, ésta la reciben mediante las
transacciones que hacen los bancos; públicos o privados, a las diferentes
cuentas que poseen las personas. Ya con el dinero en sus cuentas, estas
personas se dirigen a los bancos a solicitar efectivo para poder pagar bienes o
servicios que son en efectivo. Es aquí en donde comienza el problema; los
comercios, personas (buhoneros), servicio de transporte, entre otros, quienes
reciben este efectivo no cumplen con el circuito; ya que no hacen los
respectivos depósitos de ese efectivo, sino al contrario, se quedan con el
efectivo para contribuir al negocio ya antes descrito.
Sería
despectivo decir que estas personas son conscientes de esta situación, muy
posiblemente esto obedece a las consecuencias de la guerra psicológica y
económica a la que el pueblo está expuesta, y que ha generado en la gran
mayoría una respuesta en donde el uso de la razón está limitado y solo se
piensa visceralmente, solo se responde en función de sobrevivir a la mala
situación que se está viviendo. La necesidad motiva a los pueblos a buscar la
solución a sus problemas, el individualismo se acrecienta y no se miden las
consecuencias de los actos.
Es
necesario que el Gobierno a través de las instituciones correspondientes;
Sudeban, primero determine cómo los depósitos en efectivo han disminuidos; y
además en cuánto porcentaje ha bajado. Por otro lado, deben generar mecanismo
de control para que estas personas, naturales y jurídicas, no desvíen este
efectivo que reciben en pago por los bienes y servicios que ofrecen, hacia
otras corrientes, y que las mismas retornen al sistema financiero como debe ser
lo adecuado. Y por supuesto se debe informar y formar al pueblo acerca de todas
estas malas prácticas que solo benefician a unos pocos en perjuicio de la gran
mayoría.
(*) Lic.
Economía Social