
POR GERALDINA COLOTTI, Resumen Latinoamericano / 1 de marzo 2018
Estamos en el barrio 23 Enero. Con nosotros están Edwin y Ronald, dos compañeros del Ministerio de Relaciones Exteriores y del PSUV. Somos un grupo de internacionalistas compuesto por mexicanos, argentinos, hondureños, guatemaltecos, colombianos. Entramos en una habitación con alguna computadora y dinero sobre la mesa. Es la sede de Banpanal, el nuevo Banco de la Comuna Panal 2021 Alexis Vive. Aquí ya esta funcionando una moneda alternativa, con billetes de tres diversas denominaciones, el Panalito. “Un kilogramo de arroz – nos explica Andrés – en los negocios cuesta 15.000 bolívares, aquí corresponde a tres Panales. Cada Panal equivale a 5 bolívares. Regulamos los precios en base a una estructura de costos determinada por el hecho que aquí producimos parte de lo que consumimos. En la comunidad hemos instituído también un sistema de control social: un ente de control comunitario para evitar el bachaqueo que azota en el país. Aquí un comerciante no puede especular sobre el precio porque llega un comunero y le pide las cuentas: debe tener un registro en el que los precios deben ser transparentes”.
El Panal – explica Andrés – surge como una propuesta alternativa en un período de guerra económica y escasez de bienes alimentarios, que golpean a los sectores menos favorecidos. Y promete ponerse en relaciones también con el Petro, la criptomoneda lanzada por el gobierno para evitar las sanciones de Estados Unidos y golpear la hegemonía del dólar. Continúa Andrés : “Antes con la creación del banco, luego con el Panal, queremos generar un flujo de moneda interna en la comuna, poniendo en práctica las indicaciones que ya nos dió Chávez en el 2010. Es el resultado de un estudio que estamos cumpliendo desde hace años en base a la necesidad de nuestra economía. El Panalito saca valor de la producción comunitaria, principalmente basada en la agricultura y en el comercio de nuestros productos”. Dentro del gran mercado local, donde se encuentra Banpanal, hay diversos laboratorios artesanales. “La propiedad es colectiva, y sólo la Asamblea Patriótica decide el empleo y los fines de la producción”.
Aquí viven 13.000 personas, 3.300 núcleos familiares en 3 hectáreas de tierra cultivada. Andrés nos explica que los comuneros de la Fuerza Patriótica Alexis Vive participan a una estructura nacional que se llama ELN Comunal Panal 2021 y esta federada con experiencias análogas en diversos Estados (Carabobo, Sucre, Lara, Cojedes…) en base a una plataforma compartida. “Chávez -recuerda Andrés- nos ha impulsado a multiplicarnos por todos los barrios. Así hemos difundido en todo el oeste de Caracas los Panalitos por la Patria, núcleos de la comuna que crecen en las zonas populares para aplicar la consigna de Chávez: Comuna o nada”.
Cuánto se ha avanzado en estos años sobre este tema y cuáles son las dificultades que encuentra el proyecto de un Estado basado sobre las comunas? Según Andrés, las comunas crecen, pero “lamentablemente son pocas aquellas realmente productivas y que ejercen una función de autogobierno, que es el poder del pueblo. Sobre esta base, invitamos a las compañeras y compañeros que se encuentran en otras partes del país a sumarse al proyecto: pero sin convertirse en apéndices del Estado o de los empresarios. Pretendemos ejercer el control sobre un espacio utilizado a fines comunitarios del poder popular”.
Preguntamos a Andrés: Cuál es su idea de autodefensa? Responde: “Aquella de seguridad preventiva, que prevee la participación de toda la población. Respondemos así a las especulaciones sobre colectivos armados que serían usados por el gobierno para tareas de represión. La filosofía del Panal es, en cambio, la siguiente: se tocan a uno, tocan a todos. Como las abejas, donde nosotros todos los comuneros deben defender este espacio autogestionado que nos ha costado tanto y que existe gracias a la Revolución Bolivariana”.
Juan Contreras, Coordinadora Simón Bolívar.
Siempre en el 23 de Enero encontramos a Juan Contreras, figura histórica de la Coordinadora Simón Bolívar. “Pónganse cómodos – bromea – normalmente hablo mucho”. Palabras, pero que capturan. Con él, escuchamos una lección de historia desde el punto de vista de vanguardia nacida y vivida en este barrio. Un importante pedazo de historia de las clases populares. “Este barrio – cuenta – fue contruído desde el año 1953 al 1957. En plena dictadura militar de Marco Pérez Jimenez fueron construídos 56 edificios grandes de 14 pisos y 42 edificios pequeños de 4 pisos para una población de entonces 60.000 personas”.
El hablar de Juan es tranquilo y preciso, basado sobre pregunta y respuesta. Cuál es la idea que a guiado este complejo urbanístico? La idea nacionalista que movía la dictadura, cuyo intento era el de transformar el ambiente construyendo casas en lugar de pequeños ranchitos insalubres. Y Pérez qué hace? Lo llama “Unidad residencial 2 de Diciembre”. Y Por qué? “En homenaje al día en el cual tomó el poder, el 2 de diciembre de 1952, mediante un fraude electoral. Desde entonces, tomó la costumbre de bautizar las obras y así ha hecho con este complejo urbanístico”.
Y cuándo comenzó a llamarse 23 de Enero? “El día en el que cayó la dictadura”. El 23 de Enero de 1958, “la gente que, según aquella lógica existencialista, habría debido estar agradecida por haber tenido un techo, salió a las calles, comenzó a quemar cauchos y a lanzar piedras y avanzó hacia el palacio presidencial. Aquí, estamos a dos cuadras de Miraflores, el palacio presidencial”. El 23 de enero es un barrio estratégico por la cercanía con el máximo símbolo del poder en esta república presidencial, pero ahora también porque allí reposan los restos de Hugo Chávez.
Un barrio diseñado por sectores. Los edificios que se encuentran en la parte este ya habían sido asignados. Pero. El 23 de Enero del 58, los manifestantes fueron hasta la zona en la que no habían asignaciones, “tumbaron la puerta y expropiaron los apartamentos”. Juan Contreras pero recuerda otros dos elementos determinantes para la historia del 23 de Enero. Primero de todo la Revolución Cubana que inflamó a toda la América Latina y el Caribe y que estimuló la insurgencia armada: la guerrilla urbana y de montaña que ha tenido su centro en este barrio a partir de los años sesenta del siglo pasado. “Hemos crecido en este enfrentamiento armado entre la guerrilla y las fuerzas del órden – dice Juan -, este ha sido bastión de la izquierda desde 1957 hasta hoy”.
El otro elemento, tiene que ver con el diseño de los bloques. “Observando algunos países latinoamericanos o europeos, se ve que los edificios son construídos en modo de no favorecer el conocimiento, muchas veces vives en torres enormes donde no sabes ni siquiera quién es tu vecino, ni de un piso a otro. El arquitecto francés Carlos Raúl Villanueva ha diseñado este barrio basándose, en cambio, en un modelo diverso. Aquí nos conocemos todos, yo conozco a cada habitante de los 150 apartamentos que tengo cercanos, mientras esto no sucede en los edificios modernos donde el individualismo se premia sobre la vida colectiva. Esta forma arquitectónica favorece, en cambio, la vida comunitaria, no está construída en vertical. Tal vez también esto tiene que ver con la historia de rebeldia que caracteriza al 23 Enero”.
Luego hay una historia que pocos conocen, también entre quienes viven aquí “Los bloques pequeños – explica Juan -, van desde el 1 al 42, pero los bloques grandes no: van desde el 1 al 7 y luego desde el 9 al 56. No hay el bloque 8”. La dictadura lo ha construído? “Sí, pero el bloque 8 esta en Colombia, en la ciudad de Cali. Entonces, allí hubo un accidente grave, la explosión de una caravana del ejército debido a un error en la manipulación del explosivo. Pérez Jimenez envió entonces la misma escuadra de técnicos y de ingenieros y obreros empleados en el 23 enero para construír allí la Unidad del Bloque 8. El hecho curioso es que justo en aquellos edificios de Cali, que son una copia de aquellos del 23 de Enero, nacieron los primero núcleos de combatientes que darán lugar al ELN, la guerrilla colombiana guervarista que ahora esta tratando de negociar con el gobierno, como las FARC. Todos los matices de la izquierda – desde aquella radical a aquella light- han hecho vida aquí. Desde el Partido Comunista, que se ha formado en Venezuela en los años 30, al PSUV”.
HISTORIA DE LA IZQUIERDA RADICAL
Juan Contreras recapitula para nosotros también la historia de la izquierda radical venezolana. Explica que nace de dos grandes secciones: el PCV surgido en los años Treinta y el MIR, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, una división del Partido Acción Democrática. Un partido socialdemócrata que va al poder a la caída de la dictadura y que luego en los años sesenta se divide, dando lugar a una fracción más radical y las organizaciones político-militares de los años sesenta vienen desde allí y han hecho vida política en el 23 de Enero. Por esto, sesenta años después, el barrio continúa a ser un bastión de izquierda y un referente para el país”.
Para los visitantes internacionales, Juan Contreras recapitula la historia de algunas organizaciones. En los años Sesenta, el PCV que había participado en la lucha armada, invita a un repliegue táctico, dice que la lucha armada ha terminado y que es necesario participar en la democracia burgués. Por esto, sufre una división entre el 1964 y el 1965. En 1966 nace el PRV, el Partido de la Revolución Venezolana, dirigido por Douglas Bravo. Juan precisa: “Podremos decir que, luego del Che y luego de su muerte, fue el guerrillero más conocido. Hoy esta todavía vivo, pero lamentablemente esta contra el proceso revolucionario”.
El PRV se forma en el 66 y el MIR llama al repliegue táctico al final del 69. En 1970 naces, por eso, otras dos organizaciones político-militares: Bandera roja o la OR, la Organización de los Revolucionarios. “Digamos – continúa Juan – que estas son las últimas organizaciones de carácter político-militar que piensan tomar el poder con las armas, y han hecho vida aquí. Mi generacion, aquella más cercana a la década de los 60, ha recibido esta formación y ha militado en una de estas tres organizaciones”.
Cuál era la concepción de estas tres organizaciones – PRV, OR y Bandera Roja? A más de las organizaciones militares tenían una estructura abierta. Aquella del PRV se llamaba Ruptura y tenía un periódico con el mismo nombre. Bandera Roja era constituída por tres secciones legales: el Comité de lucha estudiantil revolucionaria (CLER), dirigida a los estudiantes; los Comités de lucha obrera para los trabajadores en las fábricas (CLOR); y el Comité de Lucha Popular (CLP) para los barrios. El periódico de bandera Roja se llamaba Que Hacer.
La OR tenía un brazo legal que se llamaba Lega socialista, fundado por Jorge Rodriguez padre. En la Lega socialista ha militado también Nicolás Maduro. Jorge Rodriguez muere bajo tortura el 26 de julio de 1976, luego del secuestro de un industrial estadounidense del que fue acusado la Lega socialista en cuanto brazo legal de la OR: “Por qué cuento todo esto? Se pregunta Juan, y así se responde: porque la historia de este barrio está estrictamente conectada a nuestra historia reciente. Todo aquel camino de lucha armada contra la democracia camuflada que ha gobernado desde 1958 al 1998 es indisolublemente ligado a este barrio. Por ejemplo hoy reposan aquí los restos de Chávez. El 4 de Febrero, cuando Chávez organiza la rebelión cívico-militar, donde implanta su Estado Mayor para dirigirla? Aquí, en el barrio que hoy se llama justamente 4F. Cuartel de la Montaña”.
Era el viejo barrio Cipriano Castro, construído en 1903 e inaugurado en 1907. Desde aquel año hasta 1950 hospedó la escuela militar de Venezuela, en la que se formaban los cadetes. Entre el 50 y el 81 se convierte en el Ministerio de Defensa. Desde el 5 de Marzo del 2013, luego de la muerte de Chávez, se convierte en el Museo Histórico Militar. Aquí – dice Juan una vez más – se concentra nuestra historia. Una historia de lucha y de resistencia”.
LOS MILITARES PROGRESISTAS
Treinta años antes del 4 de febrero del 92, había ya ocurrido el Carupanazo y el Portonazo, dos insurrencciones cívico-militares progresistas ligados a la izqueirda: como ha sucedido en el Carupanazo, que ha evidenciado una alianza entre PCV, MIR y militares progresistas, o en la insurrección cívico-militar del 4 de Mayo del 62; o el 2 de Junio del 62 en Puerto Cabello, el Portonazo que también fracasó. Muchos militares han dirigido frentes guerrilleros en el PRV de Douglas Bravo. “Donde nosotros hay una tradición de militares insurgentes, que han escogido de alinearse en aquellos escenarios políticos. Ente ellos han estado también los desaparecidos”.
Contreras analiza todavía aquel período. El PCV, en 1957, lanza una teoría: la única manera de tomar el poder aquí es la unidad de fuerza armada y el pueblo, la unión cívico-militar. El PCV dice que se debe trabajar en los cuarteles, Douglas Bravo es uno de los mentores del Comandante Chávez. Klever Ramires, Alfredo Maneiro de la Causa R, Pablo Medina que ahora esta de la parte de la oposición, han “entrenado” a Chávez y una generación de militares progresistas hasta construír la insurrección cívico-militar”. Otro elemento importante es el rol de los próceres, de los predecesores independentistas. Venezuela tiene el único ejército que ha liberado 5 naciones, que no ha invadido ni se ha aprovechado de la riqueza de los países, sino que al contrario los ha liberado. Este patriotismo se ha mantenido en los militares. En Venezuela, a diferencia de lo que ha ocurrido en América Latina, por ejemplo en Chile o en Argentina, cualquier persona del pueblo puede hacer carrera militar en las Fuerzas Armadas como ha sucedido a Chávez. En Chile o en Argentina, en cambio, primero vienen las élites, que normalmente tienen apellidos alemanes o italianos. También por esto, en Venezuela, los militares podían tambièn ser formados en la academia militar de los Estados Unidos, pero luego terminaban por ser de izquierda.
“Aquí en el 23 de Enero – recuerda ahora Juan – entre el 58 y el 98 hemos tenido aproximadamente 120 compañeros asesinados en las protestas. En este barrio hemos tratado de copiar exactamente el esquema guerrillero de los años 60. En la década de los 70, hemos crecido bajo el signo de una brutal represión. Nuestra vida ha transcurrido más en la calle que en la casa. La policía disparaba a la muchedumbre. Nos golpeaban con cascos en la cabeza, con bastones aunque si no hacías nada, sólo porque tenías el pelo largo. Te cogían de los cabellos, te pedían la carta de identidad, la hacían caer y cuando te agachabas para recogerla te golpeaban salvajemente. Su consigna era: primero dispara y luego….aquella represión nos ha formado. La gente que continúa a pensar a la revolución y milita aquí, viene de aquella generación rebelde de los años 70 que poco a poco ha tomado conciencia y se ha organizado en la izquierda. Ha sido como un reflejo condicionado. Antes corríamos y quien caía era capturado. Luego la gente ha comenzado a organzarse, a tirar botellas y piedras y en los varios pasajes donde se detiene el ascensor, en los intermedios, nuestra generación tiraba piedras a la Guardia Nacional. La infancia, la adolescencia….ha transcurrido como una especie de instinto de sobrevivencia. Me recuerdo un amigo de infancia, Carlo Alberto Vielma Blanca. Era un colegial, tenía 15 años, lo asesinaron el 17 de febrero del 76, durante las protestas por la visita de Kissinger que se estaba desarrollando en las principales ciudades, en la universidad y en los colegios. Una guardia lo ha asesinado en el 23 de Enero con un fusil Fal. Aquella muerte nos ha marcado. Yo tenía 14 años, no se piensa a la muerte a aquella edad. Pero aquella tragedia nos ha dado más fuerza para organizarnos en la izquierda revolucionaria”.
Sobre el 23 de enero se experimentaba la reacción a todo tipo de aumento y privatización. “Eramos como un termómetro social: si una medida pasaba aquí, ok, se habían disturbios, la detenían. Hasta los años 80 y 90, el 23 enero ha sido nuestra pequeña Cuba, porque mientras entraban enormes riquezas en el país, aquí se protestaba por los servicios, por la falta de agua y por la cantidad de muertos pagadas por las protestas. Hemos sido una pequeña Cuba porque como Cuba ha sido el bastión revolucionario de América Latina, el 23 enero ha sido un faro de resistencia en Venezuela”.
Contreras toma aliento y cuenta aún: “En centenares, encapuchados y con las molotv, nos hemos enfrentado con la policía, hemos organizado nuestra Intifada como en Palestina, tirando piedras a los carros blindados. Apenas fuera de aquí, había una caseta de la policía metropolitana, un comisariato en el que en los años 70 se torturaba, y cerca había una más grande: pertenecían a la DISIP, Dirección general de los organismos de represión, y al DIM, el Departamento de inteligencia militar. Buscaban a los guerrilleros y a las personas de izquierda, concentraban aquí la mayoría de los efectivos y cacheaban a los dirigentes deportivos, a los líderes sociales y progresistas y culturales porque aquí todos eran guerrilleros. Fue un modelo de represión por treinta años. Diego Arria, que vive en los Estados Unidos, ha sido el promotor de este tipo de planteamiento”.
Poco distante, está la radio comunitaria Al Son del 23. En el barrio hay otras cuatro: La Piedrita, El Panal, Arsenal y Combatir Libertario. “Una situación impensable antes de Chávez – dice Juan -. Donde antes estaba un comisariato y un parqueadero para la policía ahora hay una sala de computadoras gratuita, a disposción de la población. Tenemos oficinas de registro civil, clínicas veterinarias gratuitas, una librería del Sur, una biblioteca. Sabemos que pueden dominarnos más con la ignorancia que con la fuerza y que la batalla va librada también sobre el plano cultural. Luego está el club de los abuelos en el que trabajan sea cubanos que venezolanos para organizar las actividades de los ancianos y su relación con la juventud a través de debates y foros. Cuando Chávez ha ganado las elecciones, habían sólo 250.000 jubilados pensionados. Hoy casi el 95% de los ancianos se beneficia de una pensión aunque si no ha contribuído o ha trabajado en la economía informal. Y la pensión es equivalente al salario mínimo. Mientras en los países neoliberales como Argentina las pensionas son recortadas, aquí aumentan porque el nuestro es un modelo alternativo”.
La Coordinadora Simón Bolívar ha nacida en el 93 luego de un viaje a Cuba de un grupo de estudiantes del 23 enero. “Enseguida – recuerda Juan – hemos sido criminalizados, se dijo que habíamos ido allí para adiestrarnos. La Coordinadora se basa en tres lineas estratégicas y un principio fundamental: primero, la construcción del poder local, desde cada espacio del barrio construír poder popular sumando el trabajo organizativo. Chávez ha logrado llevar a sítesis todas las luchas del país desde el 59 al 98. La Constitución Bolivariana establece que un grupo organizado en un espacio territorial puede ocupar también un comisariato de policía para hacer un uso diverso. Nosotros aquí lo hemos hecho sin pedir permiso. Hemos sacado a la policía, rescatado los espacios abandonados al degrado en la ausencia de políticas públicas.
Inundar nuestros barrios de droga a bajo precio había sido una política de los gobiernos precedentes para distraer a las jóvenes generaciones de la lucha. Nos hemos enfrentado hasta con aquellos que una vez eran de izquierda pero luego han escogido la vida fácil traficando con la droga. Algunos de nuestros compañeros han sido asesinados. Un segundo eje de nuestro trabajo ha sido el de rescatar las tradiciones. Las diversas fiestas culturales han sido un puente para comunicar con las comunidades, para hablar de política, contruír participación.
Hemos entendido que la participación no se decreta, porque la gente participa donde se siente cómoda, a gusto. El tercer elemento estratégico tiene que ver con el deporte, un gran antídoto contra el alcohol y la droga. Ahora la Coordinadora esta presente en 13 Estados del país y acompaña al proceso bolivariano”.
Y Juan enfatiza en precisar: “No crean que no hemos tenido dudas respecto a Chávez y a los militares. Somos hijos de una América latina que ha producido Stroessner en Paraguay, Pinochet en Chile, pero a cada insurgencia hemos estado presentes y quedamos en primera fila contra esta guerra no convencional que golpea Venezuela: que esconde los alimentos, que hace subir los precios, crea alarmas a través de las redes sociales. Hemos cometido errores, cierto, porque las revoluciones las hacen los hombres, no las máquinas, pero resistimos y los resultados existen. Pueden constatarlo directamente”.
Traducido por Gabriela Pereira