Resumen Latinoamericano / 27 de abril de 2018 / RT
El actual presidente de Brasil, investigado por presuntamente haber recibido dinero de una empresa a cambio de un decreto, habría utilizado ese pago para comprar inmuebles.
La Policía Federal de Brasil pidió al Supremo Tribunal Federal un plazo de 60 días más para seguir investigando al presidente Michel Temer por un presunto delito de lavado de dinero. La causa fue abierta hace seis meses ante la sospecha de que el mandatario recibió un soborno a cambio de un decreto sobre el sector portuario. Ahora los investigadores presumen que ese dinero podría haber sido utilizado para hacer reformas en casas de familiares y disimulado en transacciones inmobiliarias a nombre de terceros.
Según la información difundida hasta el momento, la empresa Rodrimar habría sido favorecida con el llamado Decreto de Puertos 9.048/2017, que aprobó un paquete de licitaciones para incentivar a empresarios nacionales y extranjeros a invertir en zonas portuarias de Brasil. En concreto se aumentó el plazo de las concesiones de las áreas portuarias de 25 años a 35 años, con posibilidad de prórroga por hasta 70 años.
Esta compañía sería la responsable de haber entregado dinero al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) liderado por Temer, a cambio de que sancione esta legislación.
En marzo se ordenó levantar el secreto bancario de Temer, justamente para indagar sobre movimientos de dinero sospechosos.
De acuerdo a Folha de Sao Paulo, se presume que Marcela Temer, su mujer, y el hijo de la pareja, son dueños de algunos de esos inmuebles comprados gracias al soborno. Mientras que las reformas hechas en las propiedades de su hija Maristela Temer y su suegra, Norma Tedeschi, formarían parte de la misma acción de lavado de dinero.
El actual presidente de Brasil, investigado por presuntamente haber recibido dinero de una empresa a cambio de un decreto, habría utilizado ese pago para comprar inmuebles.
La Policía Federal de Brasil pidió al Supremo Tribunal Federal un plazo de 60 días más para seguir investigando al presidente Michel Temer por un presunto delito de lavado de dinero. La causa fue abierta hace seis meses ante la sospecha de que el mandatario recibió un soborno a cambio de un decreto sobre el sector portuario. Ahora los investigadores presumen que ese dinero podría haber sido utilizado para hacer reformas en casas de familiares y disimulado en transacciones inmobiliarias a nombre de terceros.
Según la información difundida hasta el momento, la empresa Rodrimar habría sido favorecida con el llamado Decreto de Puertos 9.048/2017, que aprobó un paquete de licitaciones para incentivar a empresarios nacionales y extranjeros a invertir en zonas portuarias de Brasil. En concreto se aumentó el plazo de las concesiones de las áreas portuarias de 25 años a 35 años, con posibilidad de prórroga por hasta 70 años.
Esta compañía sería la responsable de haber entregado dinero al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) liderado por Temer, a cambio de que sancione esta legislación.
La causa
Tal como señala O’Globo, desde que comenzó la investigación, fueron detenidas temporalmente personas vinculadas a Temer, como el exasesor presidencial José Yunes y el coronel retirado de la Policía Militar, Juan Bautista Lima Filho. Este último sería el intermediario que hizo llegar el dinero –equivalente a dos millones de reales (576.000 dólares)– al jefe de Estado.En marzo se ordenó levantar el secreto bancario de Temer, justamente para indagar sobre movimientos de dinero sospechosos.
De acuerdo a Folha de Sao Paulo, se presume que Marcela Temer, su mujer, y el hijo de la pareja, son dueños de algunos de esos inmuebles comprados gracias al soborno. Mientras que las reformas hechas en las propiedades de su hija Maristela Temer y su suegra, Norma Tedeschi, formarían parte de la misma acción de lavado de dinero.