Posted: 19 Apr 2018 07:20 AM PDT
Ingenieros del MIT han creado un casco que es capaz de escuchar los pensamientos y de transcribirlos en una pantalla. Se llama Alter Ego, permite la comunicación entre personas sin palabras habladas y es portátil y ligero. Se basa en las señales de la subvocalización, conocida también como hablar con uno mismo
Una vez detectadas, estas señales se transmiten al procesador principal del casco que contiene una red de neuronas. Esta red neuronal extrae y trata las informaciones sintácticas necesarias para la clasificación, la organización y la interpretación de las palabras no pronunciadas, a partir de las señales de subvocalización.
La voz interior (también conocida como subvocalización) es un hábito muy común entre los lectores. Se trata de las palabras que muchas personas pronuncian en su mente durante la lectura. La subvocalización popularmente se conoce también como hablar con uno mismo.
La producción de palabras en el ser humano implica la intervención de determinados sistemas psicológicos complejos. Cuando las palabras o los pensamientos a expresar se generan en el cerebro, se codifican como instancias lingüísticas por el área de Broca, una sección del cerebro humano involucrada en la producción del lenguaje.
Eficacia del 92%
A continuación, el área motora del cerebro transforma esas palabras o pensamientos en señales neuromusculares destinadas a la articulación vocal. Todas las etapas previas a la vocalización se denomina asimismo subvocalización.
Los ingenieros han probado el prototipo en algunas personas que han entrenado al programa informático que regula el casco a reconocer algunas órdenes mentales, como "llamar", "responder", "separar", etc.
De esta forma, el casco ha conseguido identificar, interpretar y responder a las palabras subvocalizadas con una precisión del 92%, según cuentan los investigadores en un artículo publicado en la revista Proceeding of the IUI '18 23rd International Conference on Intelligent User Interfaces, la conferencia internacional de los interfaces inteligentes, celebrada el mes pasado en Japón.
Además, el casco permite que dos personas puedan mantener una conversación sin pronunciar palabra alguna, ya que los canales de conducción ósea del cuerpo humano pueden vincularse al interfaz y responder discretamente a cualquier mensaje recibido, sin que la comunicación pase por el sentido del oído.
Los investigadores destacan que se trata de un prototipo no invasivo, ya que no necesita de la implantación de electrodos en el cerebro. Además es portátil y ligero. Y lo más importante para la intimidad de las personas: no puede leer los pensamientos cerrados, es decir, los que no están destinados a ser verbalizados.
Aplicaciones diversas
La principal aplicación, además de facilitar la comunicación discreta entre personas, será controlar la domótica de una habitación (sistemas de seguridad, gestión energética) e incluso los dispositivos electrónicos: permite por ejemplo enviar SMS o whatsapps a otras personas, efectuar operaciones en una calculadora conectada, encender la chimenea o apagar la luz, todo ello sin mediar una palabra. Será muy útil particularmente para las personas ciegas o mudas.
De todas formas, se trata de una tecnología incipiente que necesita ser perfeccionada. En primer lugar la ergonomía (adaptación a cada persona) y la estética son todavía provisionales.
Otra limitación: no puede realizar muchas tareas simultáneas, lo que le impide procesar muchos pensamientos al mismo tiempo. Y la seguridad del dispositivo todavía no se ha desarrollado, por lo que su actual uso está expuesto al pirateo de la intimidad personal de los usuarios.
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Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts han desarrollado un casco capaz de escuchar los pensamientos, de interpretarlos y de transcribirlos en cualquier pantalla o dispositivo de comunicación.
Al casco lo han llamado Alter Ego. Está compuesto de siete electrodos situados alrededor de la boca y de la mandíbula que detectan la presencia de las señales neuromusculares que sirven de base al lenguaje hablado.Una vez detectadas, estas señales se transmiten al procesador principal del casco que contiene una red de neuronas. Esta red neuronal extrae y trata las informaciones sintácticas necesarias para la clasificación, la organización y la interpretación de las palabras no pronunciadas, a partir de las señales de subvocalización.
La voz interior (también conocida como subvocalización) es un hábito muy común entre los lectores. Se trata de las palabras que muchas personas pronuncian en su mente durante la lectura. La subvocalización popularmente se conoce también como hablar con uno mismo.
La producción de palabras en el ser humano implica la intervención de determinados sistemas psicológicos complejos. Cuando las palabras o los pensamientos a expresar se generan en el cerebro, se codifican como instancias lingüísticas por el área de Broca, una sección del cerebro humano involucrada en la producción del lenguaje.
Eficacia del 92%
A continuación, el área motora del cerebro transforma esas palabras o pensamientos en señales neuromusculares destinadas a la articulación vocal. Todas las etapas previas a la vocalización se denomina asimismo subvocalización.
Los ingenieros han probado el prototipo en algunas personas que han entrenado al programa informático que regula el casco a reconocer algunas órdenes mentales, como "llamar", "responder", "separar", etc.
De esta forma, el casco ha conseguido identificar, interpretar y responder a las palabras subvocalizadas con una precisión del 92%, según cuentan los investigadores en un artículo publicado en la revista Proceeding of the IUI '18 23rd International Conference on Intelligent User Interfaces, la conferencia internacional de los interfaces inteligentes, celebrada el mes pasado en Japón.
Además, el casco permite que dos personas puedan mantener una conversación sin pronunciar palabra alguna, ya que los canales de conducción ósea del cuerpo humano pueden vincularse al interfaz y responder discretamente a cualquier mensaje recibido, sin que la comunicación pase por el sentido del oído.
Los investigadores destacan que se trata de un prototipo no invasivo, ya que no necesita de la implantación de electrodos en el cerebro. Además es portátil y ligero. Y lo más importante para la intimidad de las personas: no puede leer los pensamientos cerrados, es decir, los que no están destinados a ser verbalizados.
Aplicaciones diversas
La principal aplicación, además de facilitar la comunicación discreta entre personas, será controlar la domótica de una habitación (sistemas de seguridad, gestión energética) e incluso los dispositivos electrónicos: permite por ejemplo enviar SMS o whatsapps a otras personas, efectuar operaciones en una calculadora conectada, encender la chimenea o apagar la luz, todo ello sin mediar una palabra. Será muy útil particularmente para las personas ciegas o mudas.
De todas formas, se trata de una tecnología incipiente que necesita ser perfeccionada. En primer lugar la ergonomía (adaptación a cada persona) y la estética son todavía provisionales.
Otra limitación: no puede realizar muchas tareas simultáneas, lo que le impide procesar muchos pensamientos al mismo tiempo. Y la seguridad del dispositivo todavía no se ha desarrollado, por lo que su actual uso está expuesto al pirateo de la intimidad personal de los usuarios.
Referencia AlterEgo: A Personalized Wearable Silent Speech Interface. 23rd International Conference on Intelligent User Interfaces (IUI 2018), pp 43-53, March 5, 2018. ACM Digital Library. DOI:10.1145/3172944.3172977