Resumen Latinoamericano *, 27 de abril de 2018
Por Ibis Frade, corresponsal Jefa de Prensa Latina en Naciones Unidas.
Naciones Unidas (PL) Aunque hace 70 años las naciones del mundo
reconocieron la existencia de principios fundamentales para todos los
seres humanos que debían ser respetados, todavía se hace muy poco para
defender los derechos de la Madre Tierra.
Precisamente, ese fue el llamado del
presidente boliviano Evo Morales en el Foro Permanente de Naciones
Unidas para las Cuestiones Indígenas pues a su juicio, tal vez ya sea
hora de adoptar un manifiesto semejante a la Declaración de Derechos
Humanos que vele por la integridad de la tierra.
Tal reclamo fue respaldado por el quórum reunido el 16 de abril en la
sede de la ONU en Nueva York: grupos originarios procedentes de
diversas latitudes, pero conectados en su sabiduría ancestral de
reverencia a la naturaleza.
Morales, el único presidente invitado al evento, también recordó la historia de más de 500 años de resistencia de los indígenas en América Latina.
Después de la invasión europea de 1942, comenzó ‘la dura lucha de nuestros abuelos’ y su defensa del continente al que llamaban Abya Yala, rememoró.
El movimiento indígena resultó la fuerza social más grande en los años de la colonia y jugó un rol decisivo en las luchas por la independencia y en la fundación de las repúblicas, añadió el mandatario de origen aymara.
Dicen que el futuro de este movimiento está en peligro, pero en realidad peligra la vida y toda la humanidad si continúan las políticas capitalistas que destruyen el planeta, alertó.
Todos somos hijos de la Madre Tierra, entonces todos somos hermanas y hermanos. Algunos en Occidente no entienden esta filosofía y nos miran con desprecio, observó.
A pesar de las políticas de exterminio del pasado, el movimiento indígena está en todo el mundo y ahora nos toca garantizar el derecho a la vida y salvar el futuro de las próximas generaciones, recalcó el mandatario.
Las políticas orientadas a acumular el capital en pocas manos no respetan a la Madre Tierra, que no puede ser tratada como una mercancía ni continuar siendo humillada por el capitalismo, insistió.
‘Nuestra lucha no es solo la lucha del movimiento indígena, es una lucha por todos los seres humanos que habitan el planeta, así hicieron nuestros antepasados y así nos toca a nosotros ahora’, remarcó.
El movimiento indígena necesita transitar de la resistencia al poder con el objetivo de garantizar su participación en el Gobierno y en la toma de decisiones. Debemos organizarnos socialmente, comunalmente, para recuperar el poder político, señaló el dignatario.
Asimismo, expresó satisfacción porque finalmente los pueblos originarios llegaron hasta Naciones Unidas, no solo para exigir reivindicaciones, sino para defender el derecho a la vida.
Otro asunto al cual el presidente boliviano confirió suma importancia fue el acceso al agua, porque ‘esto no puede ser solo un negocio privado’, sino un derecho humano fundamental.
Morales también ofreció detalles sobre cómo las políticas públicas de los últimos años en Bolivia han contribuido a bajar los niveles de pobreza, lo cual ha tenido un fuerte impacto en las comunidades indígenas, ya sean del campo o la ciudad, aseveró.
Por supuesto, hay inconformidad y muchas cosas por hacer, pero mientras en los países capitalistas los pueblos buscan cambios estructurales, el desafío para Bolivia es potenciar las estrategias de inclusión y las políticas que beneficien a todos, declaró el mandatario boliviano a Prensa Latina.
En ese sentido -consideró- la unidad del pueblo, el diálogo y la participación de cada uno de los sectores resulta fundamental: lo importantes es vivir en armonía con la Madre Tierra.
Foro indígena, espacio de denuncias y confluencias
Para Otilia Lux, quien desde inicios de los años 2000 ha participado en el Foro Permanente de Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, este resulta un espacio político donde las comunidades pueden presentar sus agendas, intercambiar experiencias, hacer denuncias y hablar sobre buenas prácticas.
Así declaró a Prensa Latina la activista guatemalteca de origen maya-quiché y ofreció detalles sobre algunas de las principales demandas presentadas en el evento, como la defensa de la Madre Tierra y el respeto a los territorios.
Las comunidades indígenas profesamos un profundo respeto a la naturaleza, sin embargo, la invasión a nuestras tierras pone en peligro recursos tan valiosos como los bosques o la fauna autóctona, denunció.
De hecho, durante los últimos años, las empresas mineras y de generación de electricidad penetran con mayor frecuencia en territorios ancestrales, criticó.
También manifestó profunda preocupación por la contaminación desmedida ocasionada por la voracidad del capital, que genera desastres ambientales con severas repercusiones para la salud.
El tema de derechos humanos de los pueblos indígenas resultó otro de los puntos más abordados en el foro, lo cual no solo permite plantear la situación dramática de muchos países de América Latina y el mundo, sino constatar cómo se repiten los mismos patrones en diferentes latitudes, señaló Lux.
‘La situación de pobreza, la desigualdad, el racismo son factores que muestran cómo los pueblos indígenas están en desventaja y necesitan mayor participación en la toma de decisiones y en lo concerniente a su desarrollo.’
Pedimos respeto para nuestros idiomas, cultura y espiritualidad, e información transparente y objetiva para nuestros líderes: ya no queremos un colonialismo disfrazado de oveja, ni tampoco un patriarcado que menosprecie a las mujeres, enfatizó.
Todas las recomendaciones surgidas al calor del foro se llevan al Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (Ecosoc), encargado de trasladar a los países esas inquietudes con el objetivo de implementar acciones.
En ese sentido, Lux insistió en la importancia de la participación de los pueblos indígenas en el diseño y creación de las políticas públicas que le atañen: mujeres, jóvenes… todos los integrantes de las comunidades deben estar representados para evitar imposiciones, dijo.
Toca a los Estados velar por ello y establecer en los presupuestos nacionales un fondo para los pueblos indígenas, así como incluir en los censos la recopilación de datos sobre esas poblaciones, detalló.
Hasta la fecha, Bolivia es el único país de América Latina que ha ratificado como una ley nacional los derechos de los pueblos indígenas, evocó.
Por ello, el presidente boliviano Evo Morales llamó a repasar los términos incluidos en legislaciones internacionales y nacionales: ‘no somos etnias, somos nacionalidades; no tenemos dialectos, tenemos idiomas’, insistió el mandatario.
Además, abogó por cambiar la denominación del foro porque no se trata sólo de ‘cuestiones indígenas, como si fuera un asunto particular de unos pocos’. El nombre exacto sería el de defensa del derecho de los pueblos indígenas, dijo y la propuesta fue acogida con aplausos y exclamaciones.
El Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas sesionó del 16 al 27 de abril en la sede de Naciones Unidas en Nueva York con la presencia de activistas, dirigentes y expertos de distintos continentes. Evo Morales fue el único presidente que asistió al evento.
*Corresponsal Jefa de Prensa Latina en Naciones Unidas.
Morales, el único presidente invitado al evento, también recordó la historia de más de 500 años de resistencia de los indígenas en América Latina.
Después de la invasión europea de 1942, comenzó ‘la dura lucha de nuestros abuelos’ y su defensa del continente al que llamaban Abya Yala, rememoró.
El movimiento indígena resultó la fuerza social más grande en los años de la colonia y jugó un rol decisivo en las luchas por la independencia y en la fundación de las repúblicas, añadió el mandatario de origen aymara.
Dicen que el futuro de este movimiento está en peligro, pero en realidad peligra la vida y toda la humanidad si continúan las políticas capitalistas que destruyen el planeta, alertó.
Todos somos hijos de la Madre Tierra, entonces todos somos hermanas y hermanos. Algunos en Occidente no entienden esta filosofía y nos miran con desprecio, observó.
A pesar de las políticas de exterminio del pasado, el movimiento indígena está en todo el mundo y ahora nos toca garantizar el derecho a la vida y salvar el futuro de las próximas generaciones, recalcó el mandatario.
Las políticas orientadas a acumular el capital en pocas manos no respetan a la Madre Tierra, que no puede ser tratada como una mercancía ni continuar siendo humillada por el capitalismo, insistió.
‘Nuestra lucha no es solo la lucha del movimiento indígena, es una lucha por todos los seres humanos que habitan el planeta, así hicieron nuestros antepasados y así nos toca a nosotros ahora’, remarcó.
El movimiento indígena necesita transitar de la resistencia al poder con el objetivo de garantizar su participación en el Gobierno y en la toma de decisiones. Debemos organizarnos socialmente, comunalmente, para recuperar el poder político, señaló el dignatario.
Asimismo, expresó satisfacción porque finalmente los pueblos originarios llegaron hasta Naciones Unidas, no solo para exigir reivindicaciones, sino para defender el derecho a la vida.
Otro asunto al cual el presidente boliviano confirió suma importancia fue el acceso al agua, porque ‘esto no puede ser solo un negocio privado’, sino un derecho humano fundamental.
Morales también ofreció detalles sobre cómo las políticas públicas de los últimos años en Bolivia han contribuido a bajar los niveles de pobreza, lo cual ha tenido un fuerte impacto en las comunidades indígenas, ya sean del campo o la ciudad, aseveró.
Por supuesto, hay inconformidad y muchas cosas por hacer, pero mientras en los países capitalistas los pueblos buscan cambios estructurales, el desafío para Bolivia es potenciar las estrategias de inclusión y las políticas que beneficien a todos, declaró el mandatario boliviano a Prensa Latina.
En ese sentido -consideró- la unidad del pueblo, el diálogo y la participación de cada uno de los sectores resulta fundamental: lo importantes es vivir en armonía con la Madre Tierra.
Foro indígena, espacio de denuncias y confluencias
Para Otilia Lux, quien desde inicios de los años 2000 ha participado en el Foro Permanente de Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, este resulta un espacio político donde las comunidades pueden presentar sus agendas, intercambiar experiencias, hacer denuncias y hablar sobre buenas prácticas.
Así declaró a Prensa Latina la activista guatemalteca de origen maya-quiché y ofreció detalles sobre algunas de las principales demandas presentadas en el evento, como la defensa de la Madre Tierra y el respeto a los territorios.
Las comunidades indígenas profesamos un profundo respeto a la naturaleza, sin embargo, la invasión a nuestras tierras pone en peligro recursos tan valiosos como los bosques o la fauna autóctona, denunció.
De hecho, durante los últimos años, las empresas mineras y de generación de electricidad penetran con mayor frecuencia en territorios ancestrales, criticó.
También manifestó profunda preocupación por la contaminación desmedida ocasionada por la voracidad del capital, que genera desastres ambientales con severas repercusiones para la salud.
El tema de derechos humanos de los pueblos indígenas resultó otro de los puntos más abordados en el foro, lo cual no solo permite plantear la situación dramática de muchos países de América Latina y el mundo, sino constatar cómo se repiten los mismos patrones en diferentes latitudes, señaló Lux.
‘La situación de pobreza, la desigualdad, el racismo son factores que muestran cómo los pueblos indígenas están en desventaja y necesitan mayor participación en la toma de decisiones y en lo concerniente a su desarrollo.’
Pedimos respeto para nuestros idiomas, cultura y espiritualidad, e información transparente y objetiva para nuestros líderes: ya no queremos un colonialismo disfrazado de oveja, ni tampoco un patriarcado que menosprecie a las mujeres, enfatizó.
Todas las recomendaciones surgidas al calor del foro se llevan al Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (Ecosoc), encargado de trasladar a los países esas inquietudes con el objetivo de implementar acciones.
En ese sentido, Lux insistió en la importancia de la participación de los pueblos indígenas en el diseño y creación de las políticas públicas que le atañen: mujeres, jóvenes… todos los integrantes de las comunidades deben estar representados para evitar imposiciones, dijo.
Toca a los Estados velar por ello y establecer en los presupuestos nacionales un fondo para los pueblos indígenas, así como incluir en los censos la recopilación de datos sobre esas poblaciones, detalló.
Hasta la fecha, Bolivia es el único país de América Latina que ha ratificado como una ley nacional los derechos de los pueblos indígenas, evocó.
Por ello, el presidente boliviano Evo Morales llamó a repasar los términos incluidos en legislaciones internacionales y nacionales: ‘no somos etnias, somos nacionalidades; no tenemos dialectos, tenemos idiomas’, insistió el mandatario.
Además, abogó por cambiar la denominación del foro porque no se trata sólo de ‘cuestiones indígenas, como si fuera un asunto particular de unos pocos’. El nombre exacto sería el de defensa del derecho de los pueblos indígenas, dijo y la propuesta fue acogida con aplausos y exclamaciones.
El Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas sesionó del 16 al 27 de abril en la sede de Naciones Unidas en Nueva York con la presencia de activistas, dirigentes y expertos de distintos continentes. Evo Morales fue el único presidente que asistió al evento.
*Corresponsal Jefa de Prensa Latina en Naciones Unidas.
* Fuente: PRENSA LATINA