Valeria Fariña, Resumen Latinoamericano, 5 de abril 2018.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una proclama que ordena a la Defensa enviar la Guardia Nacional a la frontera con México
A tono con las orientaciones políticas que viene ejecutando desde que asumió su gobierno en el 2017, el mandatario estadounidense firmó este pasado miércoles, una orden para que la Guardia Nacional se movilice a la frontera con México e impida el ingreso de inmigrantes.
La política basada en la xenofobia, el racismo y guerrerismo, que sostuvo Trump durante su campaña electoral, se hace realidad cada día que pasa.
Trump declaró que como aún no ha podido cumplir con su promesa de construir un muro en la frontera con México, enviará a la Guardia Nacional a la frontera sur, con el objetivo de militarizar la zona.
“El desgobierno que persiste en nuestra frontera sur es fundamentalmente incompatible con la protección, la seguridad y la soberanía del pueblo estadounidense”, declaró Trump, por lo cual, “no tenía otra opción más que actuar”, aseveró.
El presidente de EE.UU ordenó al Pentágono apoyar esta medida y dio un lapso de un mes al Pentágono, a la Fiscalía General de EEUU, así como a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, para la realización de un plan de acción que permita concretar la medida adoptada.
Por su parte, la secretaria Kirstjen Nielsen, afirmó que el departamento de Defensa y el departamento de Seguridad Interna, trabajarán con los gobernadores para efectivizar el movimiento de tropas lo antes posible.
Nielsen explicó que es un plan similar a la Operación Jump Start, dictada en el 2006 por el entonces presidente George W. Bush y por la cual se enviaron 6.000 efectivos a la frontera, así como también se hizo en el 2016 durante la administración Barack Obama con la Operación Phalanx, en la que se desplazaron unos 1.200 efectivos.
Tras esta orden, en un Comunicado Público la Secretaría de Relaciones Exteriores de México expresó que velará por la soberanía e intereses nacionales y que si el desplazamiento de la Guardia implica militarizar la frontera, se dañará “gravemente la relación bilateral”.
Asimismo afirmó que el gobierno de México “ha reiterado la importancia fundamental del respeto a la dignidad y los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos”, y agregó que “mantendrá comunicación permanente con el Departamento de Seguridad Interior, a efecto de dar seguimiento a esta medida y determinará las acciones apropiadas a seguir, velando en todo momento por la soberanía e interés nacionales”.
