Posted: 20 Apr 2018 01:01 PM PDT
Un
niño, que aparecía en el vídeo de los llamados Cascos Blancos junto a
otras personas como víctimas de un supuesto ataque químico en la
localidad siria de Duma (Guta Oriental), ha revelado a unos periodistas
la verdad sobre la grabación, que sirvió como pretexto para que los matones EE.UU., Reino Unido y Francia atacaran recientemente Siria violando el derecho internacional.
"Estábamos en el sótano. Mamá me dijo 'hoy no tenemos nada para comer, ¿qué comeremos mañana?'. Escuchamos un grito afuera, que decía 'id al hospital'. Corrimos al hospital y tan pronto como entré, me agarraron y me comenzaron a verter agua", relata Hasan Diab.
Su padre añade que él estaba en su trabajo cuando escuchó que su hijo estaba en el hospital. Corrió al hospital y encontró a su familia allí en buen estado de salud, se dirigió a la calle y se puso a fumar, y asegura que no se sentía ningún arma química. Conforme a sus declaraciones, los milicianos les dieron comida a todos los participantes (dátiles, galletas y arroz) y luego los liberaron.
Los Cascos Blancos, financiados por varios países occidentales, están asociados con la organización y la grabación de ataques químicos de falsa bandera y han sido vistos varias veces trabajando con grupos terroristas en Siria.
EE.UU., Francia y el Reino Unido, sin presentar pruebas válidas y basándose solo en este tipo de grabaciones o fotos que circulan en las redes sociales para acusar al Gobierno sirio del supuesto ataque, llevaron a cabo una ofensiva contra Siria el pasado 14 de abril.
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El canal de televisión Rossiya 24 emitió el miércoles una entrevista en
exclusiva con un niño que participó en la filmación del vídeo, que fue
presentado como evidencia del ataque químico de falsa bandera en Duma
por parte de los Cascos Blancos.
En la entrevista, Hasan Diab dice
que él y su madre escucharon fuertes voces en la calle que llamaban a
todos a correr hacia los hospitales. Cuando Hasan ingresó al hospital,
personas desconocidas lo agarraron, le echaron agua encima y luego lo
pusieron junto a otros pacientes. "Estábamos en el sótano. Mamá me dijo 'hoy no tenemos nada para comer, ¿qué comeremos mañana?'. Escuchamos un grito afuera, que decía 'id al hospital'. Corrimos al hospital y tan pronto como entré, me agarraron y me comenzaron a verter agua", relata Hasan Diab.
Su padre añade que él estaba en su trabajo cuando escuchó que su hijo estaba en el hospital. Corrió al hospital y encontró a su familia allí en buen estado de salud, se dirigió a la calle y se puso a fumar, y asegura que no se sentía ningún arma química. Conforme a sus declaraciones, los milicianos les dieron comida a todos los participantes (dátiles, galletas y arroz) y luego los liberaron.
Los Cascos Blancos, financiados por varios países occidentales, están asociados con la organización y la grabación de ataques químicos de falsa bandera y han sido vistos varias veces trabajando con grupos terroristas en Siria.
EE.UU., Francia y el Reino Unido, sin presentar pruebas válidas y basándose solo en este tipo de grabaciones o fotos que circulan en las redes sociales para acusar al Gobierno sirio del supuesto ataque, llevaron a cabo una ofensiva contra Siria el pasado 14 de abril.