Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 3 abril 2018
Bolivia “gusta”, Venezuela no. Israél es democrático, Siria no. Si los manifestantes atacan a la policía en Europa son “terroristas”, si queman vivas a las personas en Venezuela, son “manifestantes pacíficos”. Un exguerrillero que guía un país (el uruguayo Pepe Mujica) se vuelve maestro de ética, un exguerrillero italiano no tiene ni siquiera el derecho a la palabra… Y así podría continuar dando ejemplos análogos para la política italiana. Con qué brújula orientarse en el mundo, bajo cuáles lentes descubrir el complicado camino de la lucha de clases asumida por los pueblos sin una orilla fuerte en el corazón del capitalismo mundial?.
La “ligereza” del post-siglo XX, evidentemente no es aquella del pájaro, capaz de liberarse en vuelo sin las “limitaciones” de las llamadas grandes ideologías, sino aquella de la pluma, víctima de miles de corrientes. Encarar el conflicto por como se presenta en el sistema-mundo no sirve a copiar un “modelo”, sino, mejor a adivinar sin duda los términos de aquel que nos concierne. Por lo menos, sirve a no empujarse inutilmente para conquistar un puesto en primera fila…en el Titanic.
En este sentido, el socialismo bolivariano puede ser un caso de escuela, a menos de dos meses de las próximas elecciones presidenciales. Aquella que se desarrollará el 20 de mayo en Venezuela, será la número 25. Se puede considerar dictatorial un gobierno que, desde 1998, ha organizado 25 elecciones? Cada proceso electoral ha visto la participación de centenares de observadores, provenientes hasta de puestos hostiles.
En el 2015, cuando se han desarrollado las parlamentarias, ganadas por la oposición, un grupito de impresentables expresidentes latinoamericanos ha podido permitirse shows inimaginables en un país europeo. Y, fuertes por el apoyo de los Estados Unidos, aquel grupito estaba ya listo a desconocer los resultados, en el momento que no hubieran vencido las derechas, apoyadas por ellos. Apenas el CNE, la autoridad electoral, ha comunicado los resultados, el presidente, Nicolás Maduro, enseguida, ha reconocido la derrota. Y así había sucedido en uno de los Estados más importantes de Venezuela – el de Miranda – quando el candidato de oposción, Henrique Capriles, había ganado por un puñado de votos al adversario socialista, Elias Jaua.
En cambio, un comportamiento totalmente diferente ha tenido el señor Capriles cuando, derrotado con un márgen estrecho por Maduro en las presidenciales del 2013, ha invitado a sus partidarios a “descargar la arrechera”: o mejor dicho a quemar los consultorios públicos con los médicos cubanos adentro, a asesinar a los chavistas (11 muertos) y a provocar millones de daños a las estructuras públicas.
Desde el Parlamento en manos de las derechas, habría podido surgir una dialéctica democrática normal – hasta animada – pero dentro de las instituciones, votadas por las grandes mayorías luego de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999. En cambio ha iniciado una estrategia desestabilizante, con la complicidad (ignorante y neocolonial) de los medios occidentales.
Si la Constitución Bolivariana prevee un equilibrio de los 5 poderes (2 más respecto a los tres de aquella italiana) y uno quiere prevalecer sobre los otros (el Parlamento), es este poder a ponerse fuera de la ley, no las instituciones encargadas del control. En cambio, en Italia y en Europa, se ha decidido apoyar cualquier decisión del Parlamento de oposición, hasta aquella que requiere una intervención armada exterior contra Venezuela, que sería considerada alta traición en cualquier país de Europa.
Otro ejemplo. El sistema electoral venezolano, altamente informatizado y sujeto a múltiples verificaciones, antes y después del voto, siempre ha sido considerado a prueba de fraudes. El año pasado, en el pleno de la campaña contra el socialismo bolivariano, el jefe de la sociedad Smartmatic que administraba desde siempre aquel sistema ha escogido el “suicidio” comercial para no perder sus intereses en los Estados Unidos. Luego de haber escpado a Londres, ha declarado que su sistema no era tan seguro. La Smartmatic ha aperecido nuevamente en Italia para administrar el referedum de la Lega “por la autonomía en Lombardía y Veneto”…
El 20 de mayo, contra Nicolás Maduro – que se propone para un segundo mandato, apoyado por todas las izquierdas – se presentan 5 candidatos, sea de derecha que del llamado “chavismo critico”. También está un potente pastor evangélico. El candidato más opcionado de las derechas es el exgobernador del Estado de Lara, Henry Falcon, que ha prometido de “dolarizar” el país, que hasta hoy ha tenido como moneda nacional el bolívar. La derechas extremistas, sostenidas por los Estados Unidos y por las sanciones emitidas también desde Europa, invitan al boicot, luego de haber rechazado todas las soluciones ofrecidas para reconocer el registro electoral (aquel mismo que siempre utilizan para sus primarias internas y con el que han ganado diversas elecciones).
En qué país del mundo en el que existen instituciones reconocidas se gasta dinero y energías por un “proceso de paz” en el exterior como en un país en guerra sólo porque las oposiciones accepten y prometen no organizar un golpe? Y sinembargo sucede en Venezuela. Y al final las derechas no respetan los empeños tomados porque llega una llamada de Trump. Y cae en la trampa también la navegadísima Europa..
Un último ejemplo. A diferencia de lo que ocurre en nuestro país, la ley, en Venezuela, tutela las ocupaciones de tierra y de casas vacias. Pero, recientemente algunas organizaciones campesinas han sido encarceladas justo durante una ocupación, y liberadas solamente luego de la intervención del “poder popular” y del gobierno. En aquel caso, los jueces habían cedido a las presiones de los latifundistas que, en la democracia “participativa y protagonista” (e no representativa, como en Italia), no han sido expropiados, pero si deberían respetar la ley.
Una prueba más que la independencia de la magistratura existe, y de hecho, mucha de la corrupción y de la impunidad (para quien puede pagar), prospera justamente a la sombra de aquellas casta que protegen grandes intereses.
El socialismo bolivariano, que no ha puesto fuera de la ley la burguesía mediante una revolución del siglo XX, es todo lo contrario a “totalitario”. Gran parte de los problemas que presenta son debidos, en todo caso, justamente a la apuesta de construír “el socialismo humanista” vaciando desde adentro la vieja estructura del Estado burgués: que esta jugando su partido, dentro al país y dentro al continente. Y sobretodo a nivel internacional. Venezuela “es una amenaza extraordinaria para la seguridad de los Estados Unidos”. Así el democrático Obama ha motivado las sanciones contra el gobierno bolivariano, luego renovadas y endurecidas por Trump con un bloqueo económico-financiero igual a aquella impuesta a Cuba.
La amenaza del ejemplo: porque si Maduro aumenta el salario y las pensiones dos veces del año y mas, si a pesar de la caída del precio del petróleo continúa a destinar más del 70 % de los recursos a los sectores populares, el mensaje a erradicar es que esto es posible. Es posible hacer pagar la crisis a los patrones. En Italia, en cambio, no hay dinero para las pensiones, pero más del 1.5% del PIB se gasta en armas y soldados. Italia es el primer en Europa en aumentar el gasto militar…
Traducción Gabriela Pereira