Por Ana Carolina Caldas/*Resumen Latinoamericano/ 8 de mayo 208.
“Un acto autoritario nunca visto. Siempre pudimos visitar presos y eso desde la dictadura “, dijo el diputado Marcon.
Hace unos días, el diputado Luiz Couto (PT-PB), presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Minorías de la Cámara (CDHM), envió un comunicado a la jueza de la 12ª Vara Federal de Curitiba, Carolina Lebbos, sobre la diligencia que se realizó este martes 8 de mayo para averiguar las dependencias en las que el ex presidente Luis Inacio Lula da Silva está siendo mantenido.
Una comitiva de parlamentarios vino a Curitiba y llegó a entrar en la Superintendencia de la Policía Federal, pero fueron impedidos de ver a Lula por orden de la magistrada. Para Couto, el judicial del Paraná una vez más no respeta la autonomía del Parlamento brasilero.
“Vamos a apelar al presidente de la Cámara para que el mismo denuncie el total irrespeto a la autonomía de esta Comisión que tiene la competencia de visitar presos sin comunicado a la justicia”, dice Couto al salir de la sede de PF.
Estuvieron presentes en Curitiba, la Diputada María de Rosario (PT-RS), la diputada Luizanne Lins, el diputado Dionilso Marcon (PT-RS)y el presidente de la Comisión.
Al recibir la segunda negativa, Couto dijo a la prensa que denunciará el acto de la Jueza paranaense a la Comisión Nacional de Justicia (CNJ).
Ping Pong de responsabilidades
La visita que debería haber ocurrido esta tarde cumple requerimientos aprobados por unanimidad por el colegiado el pasado 18 de abril, de autoría de los diputados Marcon, vicepresidente de la CDHM, y Paulão (PT-AL). La indefinición de cual autoridad tiene hoy 8 de mayo, la competencia de liberar el acceso de visitantes a las dependencias de la Superintendencia de la PF es una de las causas de la segunda negativa a la Comisión.
El 26 de abril, el diputado Luiz Couto ofició a la jueza Carolina Lebbos con el objetivo de dar ciencia sobre la llegada de la comitiva a Curitiba. En respuestas la magistrada afirmó que eventuales nuevas solicitudes al ex-presidente deberían ser direccionadas a autoridades policiales responsables de la custódia.
El 2 de mayo, el presidente de la CDHM hizo entonces solicitud al Superintendente de la Policía Federal en Paraná, Mauricio Leite Valeixo.
“El viernes fui sorprendido con respuesta del delegado en el sentido de que las dirigencias para averiguar la situación de los custodios deberían ser sometidas al Poder Judicial. Un ping pong, cada uno y cada una le tira la responsabilidad al otro y a la otra”, explicó Couto.
“Cuando tenemos los requerimientos aprobados y una jueza, en cualquier justificación plausible, nos impide hacer esa visita, siendo señal clara de que el poder judicial está tratando esa prisión como política “, dijo Couto.
Indignación
Al dejar la superintendencia, las y los parlamentarios explicaron lo ocurrido a las y los militantes que permanecen en vigilia permanente por la libertad de Lula en las intermediaciones de PF. El tono fue de indignación.
“Fuimos elegidos y elegidas por el pueblo, y votamos esta diligencia en el plenario de la Casa, en el régimen natural de la democracia. Entonces no vamos a doblarnos a la dictadura del concurso y de la toga”, resaltó Luizianne Lins. “La fiscalización es prerrogativa del Legislativo. Cuando una jueza intenta impedir que esta función funcione, estamos viviendo realmente en un estado de excepción”, completó.
“Nosotros queremos que Lula quede libre inmediatamente y para que sea candidato porque él es inocente, el lidera todas las elecciones, él es presidente que el pueblo desea, pero hoy es un preso político. No será la primera vez que un preso político se convertirá en presidente con la misión de conciliar el pueblo de su país, así como Mandela” dijó la diputada María de Rosario.
La parlamentaria gaúcha agradeció y elogió a las y los cientos de militantes que permanecen en vigilia en Paraná: “Ustedes tienen los corazones más generosos de este país, tienen amor por Brasil y confianza en Lula. Ustedes hacen hoy por Lula lo que él hace décadas hace por el pueblo de nuestro país”.
Edición: Diego Sartorato
*Fuente: Brasil de Fato