Resumen Latinoamericano*, 23 de mayo 2018.
La Misión de Observación Electoral (MOE) considera que el sistema electoral es vulnerable a fraudes por parte de funcionarios públicos o partidos políticos.
En medio denuncias realizadas sobre la vulnerabilidad del sistema electoral de Colombia, la nación neogranadina vivirá un nuevo proceso comicial este 27 de mayo para elegir al próximo presidente, quien ejercerá el cargo durante el período 2018-2022.
El expresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Antonio José Lizarazo, ha manifestado que considera la existencia de amenazas al proceso tanto en lo interno como en lo externo.
“Hay unas amenazas que están por fuera del alcance de las autoridades electorales, que son aquellas asociadas a la criminalidad, a la corrupción, como la compra de votos, la utilización de excesivas sumas de dinero en las campañas”.
Vulnerabilidad del sistema
La directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), Alejandra Barrios, explicó que el sistema colombiano es vulnerable a hechos fraudulentos de organizaciones políticas, jurados de votación o funcionarios públicos.
Barrios aseguró que la organización electoral debe “reformar por completo el CNE, porque la forma como es elegido lo que hace es favorecer a los partidos que ganan las elecciones”.
Tras la publicación del Código Electoral en 1986 se han realizado unos 80 intentos para su modificación, según la MOE. Sin embargo, estas gestiones no avanzaron en el Congreso.
Desconfianza institucional
En las pasadas elecciones legislativas del 11 de marzo fueron registradas varias denuncias sobre la falta de tarjetones para sufragar, lo que ha generado aún más desconfianza en la población a asistir a las urnas electorales, según especialistas.
El analista colombiano Jairo Estrada, en entrevista para teleSUR, afirmó que “el descreimiento en las instituciones políticas explicado, entre otras cosas, en el alto nivel de corrupción y los delitos electorales, generan desconfianza en una porción importante del electorado”.
Además, refirió que “el carácter recurrente de ciertos tipos de delitos electorales minan la legitimidad del proceso democrático”, hechos que influyen en “mantener unos altos índices de abstención electoral”.
Compra de votos
El presidente de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia, advirtió el pasado 15 de mayo que existe un negocio para la venta de votos denominado “colchón electoral”, el cual consiste en “si faltan dos mil votos, se colocan a última hora (…) y eso lo vendían en 3.700 o 2.500 millones de pesos”.
Asimismo, alertaron sobre posibles riesgos de corrupción en la elección de jurados y en los escrutinios de los comicios presidenciales de este domingo.
En febrero pasado, el Consejo de Estado anuló la elección de tres congresistas y ordenó la acreditación a los candidatos por el Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA), quienes habían denunciado un fraude en los comicios de 2014.
Según el tribunal, luego de realizar un nuevo conteo de votos, fue demostrado que Alexandra Moreno Piraquive, Manuel Antonio Virgúez Piraquive y Carlos Alberto Baena López habían sido vencedores de la contienda, lo que demostró “la impropiedad de los servicios informáticos con los que cuenta la organización electoral”.
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