
Resumen Latinoamericano, 21 de mayo de 2018.-
El presidente de EE.UU. ha firmado este lunes un decreto que restringe la capacidad de Venezuela de liquidar activos estatales, informa Reuters, citando a altos funcionarios del Gobierno estadounidense.
Donald Trump aprobó una orden ejecutiva en la que limita las operaciones al Gobierno venezolano la venta de deuda y activos públicos en territorio estadounidense. La medida fue adoptada como represalia ante las elecciones celebradas este domingo en las que Nicolás Maduro fue reelecto como presidente.
Entre las disposiciones de la resolución de Washington aparece el impedimento para liquidar activos estatales, así como cobrar saldos de cuentas relacionadas con el petróleo. De esta forma, se busca atacar la principal fuente de ingresos del país sudamericano.
Previamente, el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, adelantaron que Washington tomaría medidas tras los comicios, a los que calificaron de “farsa”. Según los funcionarios preparan acciones “económicas y diplomáticas inmediatas” para “apoyar el reestablecimiento de la democracia“.
Esta acción ha sido coordinada con la adoptada por los países del Grupo de Lima, que más temprano habían anunciado el llamado a consulta de sus embajadores en Caracas. Asimismo, emitieron un comunicado en el cual informaron una serie de acciones contra Venezuela, la mayoría de ellas de carácter económico.
Última operación de bloqueo financiero ejecutada por Estados Unidos contra Venezuela
– En respuesta a la contundente victoria del chavismo el día de ayer, la Administración Trump vuelve a tomar la batuta del liderazgo opositor y mediante Orden Ejecutiva del 21 de mayo ha reforzado el bloqueo financiero contra la principal industria nacional, PDVSA.
– El texto en sí es una extensión de la Orden Ejecutiva firmada por Donald Trump en agosto de 2017, enmarcada dentro de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que incluye a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” desde el año 2015.
– Esta nueva sanción reafirma, por un lado, la prohibición a PDVSA y otras empresas nacionales de emitir deuda o negociarla dentro del mercado de capitales estadounidense, una acción dirigida a limitar la entrada de recursos frescos para la recuperación económica del país.
– Por otro lado, se agregan nuevas restricciones: se incluyen la prohibición de adquirir o pagar las cuentas por cobrar de PDVSA por sus exportaciones, medida que podría derivar en un embargo selectivo de recursos financieros venezolanos dentro de EEUU y que deberían ingresar a Venezuela.
– Asimismo se prohíbe la transferencia o venta de activos del Estado venezolano en EEUU, así como el uso de los mismos como garantías colaterales y la negociación de deuda para obtener, siempre y cuando se hayan realizado estas operaciones después de la entrada en vigencia de la Orden Ejecutiva en cuestión.
– El texto publicado por el Departamento del Tesoro, no dice expresamente que se prohíbe la compra de petróleo venezolano (embargo) por parte de refinadoras estadounidenses, recordemos que cuando se sugirió esta medida las refinadoras argumentaron que podría traer graves costos económicos a sus operaciones, debido a que están adaptadas para procesar crudo venezolano.
– Sin embargo, en el desarrollo de las últimas sanciones contra Venezuela, una cosa es lo que dice el texto y otra muy distintas las tenazas que se terminan aplicando.
– Justamente la mención a las cuentas por cobrar por PDVSA en EEUU, sugiere que habrá fuertes presiones para que las refinerías no paguen sus deudas con la estatal.
– Una acción que podría interpretarse de la siguiente manera: prohibir la emisión de cartas de crédito de bancos estadounidenses para que las refinadoras compren crudo venezolano, generando de esta forma una restricción en los ingresos del país para acometer importaciones de alimentos y medicinas.
– Esta acción fue celebrada por el senador Marco Rubio, quien frente a una oposición interna desarticulada, busca erigirse como líder del antichavismo haciendo uso de armas económicas y financieras del Gobierno estadounidense. También se reafirma su papel de interlocutor estrella entre la Casa Blanca y la cuestión venezolana.
– Dado que el costo político, económico y energético de un embargo petrolero frontal es alto, muy probablemente la Administración Trump optó por una medida quirúrgica dirigida a inducir un colapso en PDVSA y una fuerte restricción de los ingresos nacionales para proyectar internacionalmente la necesidad de una “intervención humanitaria”, dado los efectos dañinos que busca genera en la población.
Análisis en caliente de misionverdad.com