“La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura”.
Lin Yutang
Cervantes
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.
MIGUEL DE CERVANTES Don Quijote de la Mancha.
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19 de junio de 2018
El día que Merkel y Macron reconocieron que Europa es un protectorado norteamericano
Publicado: 19 jun 2018 13:33 GMT | Última actualización: 19 jun 2018 14:57 GMT
Solo
fue una de las muchas noticias que circulan a diario en los medios de
comunicación. Ni siquiera mereció gran atención por parte de la mayoría
de ellos, aunque su difusión fue masiva. Pero en formato telegrama. Es
lo acostumbrado cuando se quiere noticiar sin informar. El resumen
generalizado versaba sobre el enfado de Merkel y Macron, los regidores de Alemania y Francia, el corazón de Europa, con Donald Trump, el presidente de Estados Unidos y 'Jefe' del planeta.
Sin
embargo, lo realmente importante se encontraba en el reconocimiento
explícito de la sumisión de Europa a los EE.UU. de Norteamérica. Por
ejemplo, si recogemos la noticia relatada por 'El País', Angela Merkel afirmaba que "hay conflictos a las puertas de Europa. Y la época en la que podíamos confiar en EE.UU. se acabó".
Expresiones que vertió en Aquisgrán el jueves 10 de mayo de 2018, fecha
para la historia en la que se amenazó seria y abiertamente a los EEUU.
"Trump es un presidente que todavía no se sabe si pasará a la
historia por resolver el complejo puzzle geopolítico que llevaría al
mundo a décadas de estabilidad o provocar una guerra mundial sin
precedentes en este siglo XXI".
Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra de España.
Ese día, con un enfado
monumental, la canciller alemana respondía al último disparate del
excéntrico presidente norteamericano, que no tuvo otra ocurrencia que
retirarse del acuerdo nuclear con Irán. Trump es un
presidente que todavía no se sabe si pasará a la historia por resolver
el complejo puzzle geopolítico que llevaría al mundo a décadas de
estabilidad o provocar una guerra mundial sin precedentes en este siglo
XXI. Es una especie de péndulo vertiginoso entre la paz y la guerra,
entre lo irracional y lo lógico, entre lo común y lo esperpéntico.
Más
allá del enojo de Ángela Merkel, compartido por Emmanuel Macron, y las
advertencias derramadas por los líderes europeos ("algunas potencias han
decidido incumplir su palabra: estamos ante grandes amenazas y Europa
tiene el deber de mantener la paz y la estabilidad en la región") lo
interesante llegó cuando ambos reconocieron la sumisión europea a los norteamericanos.
No se trata de ningún descubrimiento para aquellos que siguen con
cierto interés el escenario internacional, pero resulta absolutamente
insólito que dos políticos de la talla internacional de los mencionados,
líderes indiscutibles de Europa, realicen un reconocimiento tan
explícito. Y no solo llegaron hasta ahí, sino que señalaron la
posibilidad de comenzar a dar pasos hacia una futura independencia.
Curioso que se sientan tan amenazados hoy mientras en las últimas
décadas se ha incendiado la periferia europea de forma convulsiva. Pero
esa es otra cuestión.
"Tanto Merkel como Macron concluyeron que, desde el Brexit,
momento de la desbandada británica, el hermano pequeño de los
norteamericanos que impedía cualquier intento de unión que pudiera
generar una potencia mundial, se hace indispensable la construcción de
una Europa independiente".
Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra de España.
Porque analicemos las siguientes
manifestaciones: "Europa ya no puede confiar en EE.UU. y debe tomar su
destino en sus propias manos" o "no podemos dejar que otros [en
referencia a Washington] decidan por nosotros". ¿Son acaso expresiones propias de países o estados soberanos e independientes? ¿Qué países ceden a un tercero la defensa y la política exterior si no son aquellos países sometidos?
Tanto
Merkel como Macron concluyeron que, desde el Brexit, momento de la
desbandada británica, el hermano pequeño de los norteamericanos que
impedía cualquier intento de unión que pudiera generar una potencia
mundial, se hace indispensable la construcción de una Europa
independiente. "En su lugar, la UE debe hacerse con su propio destino, esa es la tarea para el futuro".
Los mandatarios de Francia, Alemania y EE.UU. a su llegada a la cumbre del G20 en Hamburgo, 7 de julio de 2017.
/ John MacDougall
/ Reuters
No
obstante, 'El País', medio cercano a los intereses de la OTAN y los
EE.UU., ponía en duda que ello fuera posible: "La realidad y el deseo:
Merkel asegura que Alemania debe hacer más, pero acaba de anunciar una
congelación de su presupuesto en defensa para los próximos cinco años,
muy lejos de las cifras que reclama Estados Unidos".
¿Es
posible un Europa independiente? ¿Ello supondría mayor coste económico,
como afirma 'El País', o generaría un considerable ahorro económico?
Si
tenemos en cuenta que Europa cuenta en la actualidad con más militares
que los norteamericanos y casi el doble que el número de militares
rusos, no resulta muy complejo concluir que la formación de un Ejército
europeo significaría un ahorro considerable en cuanto al gasto
armamentista y militar y una más que apreciable racionalización de los
recursos.
"Contradictoriamente a lo que se podría pensar, Putin quiere más
gasto en Sanidad y Educación mientras que Europa es exigida por los
EE.UU. a casi duplicar el gasto militar para recortarlo en partidas
sociales".
Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra de España.
Europa tiene en la actualidad, según la Agencia Europea para la Defensa (AED), un total de 1,4 millones de militares,
cifra que podría rebajarse en un tercio, con el consiguiente ahorro
económico, sin que ello supusiera merma alguna en la seguridad del
continente. Pensemos que a día de hoy no existe potencia rival cercana a
Europa salvo Rusia, la cual cuenta con entre 870.000 y 900.000 efectivos militares según
Alexander Golts, y con la que sería relativamente sencillo llegar a un
entendimiento en el caso de ser Europa un ente independiente.
Porque
lo cierto es que casi ningún analista considera creíble un conflicto
militar más allá del existente en Ucrania, máxime cuando los
presupuestos militares rusos han descendido este año por primera vez en décadas. No será un caso aislado, Rusia piensa rebajar su gasto en Defensa desde el 5,5% del PIB del año 2017 hasta el 3%.
Contradictoriamente
a lo que se podría pensar, Putin quiere más gasto en Sanidad y
Educación mientras que Europa es exigida por los EE.UU. a casi duplicar
el gasto militar para recortarlo en partidas sociales.
"Europa tiene que decidir entre seguir siendo un protectorado y
pagar económicamente por ello o caminar en busca de la independencia, lo
que supondría reducir el gasto militar global y tener peso mundial en
las decisiones geopolíticas".
Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra de España.
Negocio o seguridad
Pero
si Europa rebajaría el gasto militar en el caso de formar un Ejército
europeo, ¿la exigencia norteamericana de duplicar el gasto militar es
una cuestión de negocio o de Seguridad? Apuesten por lo primero. Detrás
de Donald Trump se encuentra la industria militar más potente del mundo, la cual facturó en 2016 nada más y nada menos que 434.000 millones de dólares. Cifra que supuso el 58% del mercado mundial armamentista.
Independencia o expoliación
Esa
es la gran decisión que debe tomar Europa: seguir siendo un
protectorado y pagar económicamente por ello o caminar en busca de la
independencia, lo que supondría reducir el gasto militar global y tener
peso mundial en las decisiones geopolíticas. Especialmente en áreas de
influencia como Magreb y Oriente Próximo que tan rentables le han sido a
los EE.UU. como avisperos.
No olvidemos que esta última región es la que más gasta en el mundo en gasto militar, el 5,2%; siendo Arabia Saudí, 10%, y Omán, 12%, las que más invierten. Un caramelo para la industria militar norteamericana, un genocidio regional para el resto del mundo.
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