Resumen Latinoamericano / 25 de julio de 2018 / Voces
La reciente noticia de la renuncia del senador Álvaro Uribe Vélez a su curul en el Congreso, ha causado uno de los revuelos más grandes en la política reciente del país.
A tan solo unos minutos de haberse conocido la noticia, el nombre del expresidente ya era tendencia en las redes sociales y una lluvia de opiniones estaban circulando por todas partes.
La motivación de Uribe para dejar a un lado su curul, se sustentó en que se siente “moralmente impedido” para continuar en el cargo mientras tiene que formular su defensa ante la Corte Suprema de Justicia, motivo que ha dado para interpretación en muchos aspectos.
Si bien es cierto para muchas personas en la oposición de entrada la noticia fue buena, después de un análisis e interpretación con base en los antecedentes del expresidente, algunos opinadores, analistas y políticos han dado un nuevo punto de vista que podría interpretarse como negativo para los opositores.
Este punto fue expuesto principalmente por el excandidato Gustavo Petro, quien aseguró que Uribe renuncia a su curul como método para evadir la investigación; agregando a esto una afirmación sobre el testimonio del hijo del mayordomo de la hacienda las Guacharacas, Juan Monsalve, quien lo acusa de asesinato y tratar de manipular los testimonios, según Petro.
Esta misma tesis ha sido apoyada por diferentes opinadores, que señalan la renuncia como una mera estrategia de Uribe para evadir la investigación ante la Corte Suprema de Justicia, y quedar impune ante la supuesta cadena delictual en la que sería involucrado por la investigación de los falsos testigos.
La estrategia referida tiene que ver con la competencia de la Corte para investigar solo a los aforados por pertenecer al Congreso, lo que lo alejaría de dicha jurisdicción al no mantener el fuero. No obstante, algunas personas destacan que esta jugada no le funcionará, pues la Corte puede decidir mantener la competencia en este caso.
