Resumen Latinoamericano, 16 ago 2018
Esa “perra de presa” llamada Raquel Dodge y que funge de Procuradora General de Brasil, se apuró el miércoles a presentar ante el Tribunal Superior Electoral un cuestionamiento al registro de la postulación de Lula. Quiso adelantarse representando al Sistema y sirviendo los intereses de la oligarquía brasileña, después de que Brasilia y todo el país se conmovieran por la multitud de campesinos del MST y gentes de otras organizaciones populares acompañaran la inscripción de la candidatura de Lula.
La medida de la Fiscal implica un parecer pero de ninguna manera es una decisión definitiva. Es uno más de los varios cuestionamientos judiciales que ya se han presentado contra la candidatura de Lula, y que deberán ser analizados durante los próximos cinco días por el vicepresidente del Tribunal Superior Electoral, Luis Roberto Barroso, y otros magistrados.
En su impugnación, Dodge argumenta que Lula es “inelegible” por contar con una condena en segunda instancia, y afirma que solo podría optar por una candidatura ocho años después del cumplimiento de su pena, que es de 12 años y un mes.
“Debe procederse al rechazo preliminar de la solicitud, sin ningún otro efecto jurídico que habilite al impugnado a ser considerado candidato ‘sub judice'”, señaló la procuradora, subrayando que para que legalmente se pueda financiar la candidatura del exmandatario con recursos públicos se debe garantizar que sea elegible.
Sin embargo, todo indica que si el Tribunal Electoral acepta esta impugnación, el Partido de los Trabajadores recurrirá la resolución, y será en septiembre que se decidirá definitivamente si Lula va al frente de la candidatura, o si lo hará quien fue inscripto como Vice, el ex ministro de Educación de Lula y Dilma, Fernando Haddad. Si esto sucediera, su candidata a vicepresidenta sería Manuela Dávila, del Partido Comunista de Brasil. También podría darse la posibilidad -nada está cerrado aún- de que en el plan B si Lula no puede ser candidato, podría surgir otro nombre. Habrá que esperar y seguir ganando la calle como lo hicieron todos estos meses los integrantes del Frente Brasil Popular y del Frente Sin Miedo.