Resumen Latinoamericano*, 19 de septiembre 2018.
Los venezolanos fueron obligados a firmar el documento que los reconoce como perseguidos políticos, pese a afirmar que las causas por las que emigraron fueron económicas, no políticas.
La corresponsal de teleSUR Madelein Garcia informó el pasado domingo que un grupo de migrantes venezolanos fueron víctimas de la manipulación para poder ingresar a Boa Vista (norte de Brasil), donde fueron obligados a firmar una solicitud de refugio como perseguido político para poder ingresar al país.
A través de su cuenta de Twitter, García reportó los hechos ocurridos en un campamento levantado por el Ejército del país para recibir a los venezolanos. En este lugar, la periodista reveló como los venezolanos deben firmar el documento presentado, pese a reconocer que las razones por las que emigraron responden a cuestiones económicas, no políticas.
Desde el lugar de los hechos, García denunció la utilización política que se le dio a la migración por parte del Gobierno inconstitucional de Michel Temer.
Gracias al Plan Vuelta a la Patria, impulsado por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, los venezolanos están en la capacidad de regresar al país y salir adelante a través del Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica.
Trabas al Plan
Desde el exterior, se ha respondido y atacado la intención del Plan Vuelta a la Patria, y ha generado diversos movimientos en el eje internacional. En un principio ocasionó que países adversos (como los Estados componentes del autodenominado Grupo de Lima) decidieran empezar a impedir a los venezolanos el libre derecho a retornar a su tierra.
Un ejemplo de esto se pudo apreciar el pasado viernes, cuando William Castillo Bolle, viceministro de Comunicación Internacional, denunció por Twitter que “76 venezolanos en un autobús fletado por el Plan Vuelta a la Patria fueron detenidos por horas cerca de la frontera por la Policía de Colombia, sin ninguna explicación”.
Esto ocurre ya que el retorno de los venezolanos desmontaría la teoría de una supuesta crisis humanitaria en Venezuela, que han buscado imponer sectores de la derecha internacional con la intención de agredir a la nación.
Sin embargo, la realidad es diferente, ya que es en el extranjero donde varios de los migrantes venezolanos encontraron mayor incomodidad y dificultades, al ser víctimas de numerosos actos de xenofobia y racismo.
A pesar de los múltiples intentos por desprestigiar y frenar las acciones del Gobierno del presidente Maduro a favor de los migrantes venezolanos, son ya casi tres mil personas las que solicitaron regresar a su tierra, según informó el vicepresidente para la Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez.
Telesur