Publicado por: Iván Oliver Rugeleson: noviembre 02, 2018
El
Ejército de Liberación Nacional (ELN) surgió a la lucha armada en 1964,
su formación, militancia y composición están inspirados en el pensamiento
liberador, bolivariano y guevarista y no ha podido ser derrotado desde
entonces, por lo que es impensable que ello pueda ocurrir a esta altura
del camino, con una Colombia que muestra pavorosos índices de miseria,
de desigualdad, con cifras de desplazados internos que la colocan de
primera en el mundo y para la mayor desgracia de su pueblo, cada año que
transcurre, se consolida aún más como la mayor productora de coca y de
cocaína del
mundo y en donde el sicariato asesina cada semana en sus calles no
menos de tres líderes sociales y defensores de derechos humanos, ola de
muerte esa que no se ha detenido ni un segundo durante los últimos 60
años…
El
Centro de Memoria Histórica del vecino país (CNMH) indicó en un informe
de agosto de este año de 2018 que en su país la guerra dejó más
desaparecidos que los que dejaron las dictaduras de los países del Cono
Sur: “Colombia tiene más desaparecidos que todos los registrados durante
las dictaduras del Cono Sur. Los desaparecidos del país podrían llenar
dos estadios de fútbol”.
¿Ha fracasado, sí o no el Acuerdo de Paz en Colombia?
Por Tony López R.
Esta
es la interrogante que muchos estudiosos, analistas, académicos y el
propio pueblo colombiano se plantea a diario. Claro que existe una gran
confusión sembrada por los medios hegemónicos de comunicación con toda
intencionalidad y creado en el imaginario de la opinión pública que:
“desarmada y desmovilizada la guerrilla se ponía fin al conflicto”, lo
cual es absolutamente falso. La realidad objetiva para alcanzar la paz
tiene que partir de un principio fundamental, estratégico y real: es y
será la voluntad política que tenga la oligarquía colombiana de
emprender cambios estructurales que permitan lograr justicia social,
equidad y una distribución de la riqueza equilibrada.
Desde
hace muchos años se ha sembrado la idea de que desarmada y
desmovilizada las FARC-EP el conflicto armado terminaba, los hechos
actuales han demostrado todo lo contrario, los grupos de poder político,
económico y militar en Colombia, han considerado que vencidas las
FARC-EP, las otras fuerzas guerrilleras existentes en el país se
exterminaban, por considerarlas fuerzas militarmente débiles y por tanto
en cuestión de muy poco tiempo los sentaban en una mesa de
conversaciones y estas aceptaban las condiciones que impone el Gobierno.
Es
precisamente lo que ha planteado el presidente Iván Duque al Ejército
de Liberación Nacional (ELN) de que dejen de “delinquir, entreguen las
armas y se sometan a las condiciones que el gobierno proponga” y bajo
ese principio la Casa de Nariño aceptaría sentarse en la mesa a
dialogar, ordenando a las Fuerzas Militares que en los cien primeros
días de su Gobierno éstas debían de aniquilar militarmente a la
guerrilla del ELN.
Craso
error, en primer lugar es no conocer al ELN, organización cuya
fundación data del 4 de julio de 1964 y cuya formación, militancia y
composición siempre ha partido de abrazar un pensamiento político e
ideológico nacional liberador, bolivariano y guevarista y si en más de
50 años no han podido derrotar al ELN, dudo de que en cien días, las
Fuerzas Militares puedan lograrlo, ésa es una guerrilla fogueada en el
combate y armada política e ideológicamente. Lo que sí puede lograr
Duque es enlutar más a su pueblo bombardeando y ametrallando
indiscriminadamente los territorios que consideran ocupa la guerrilla.